Colegios cerrados, calles desiertas y trenes vacíos en Italia por el coronavirus: "La gente piensa que estamos en guerra"
Así viven los residentes en las zonas rojas la "psicosis" por el Covid-19.
Está en el punto de mira. Italia se ha convertido en el foco del coronavirus en Europa y en el tercer país del mundo más afectado al sumar siete muertes por el Covid-19 –de personas de avanzada edad o con patologías– y 231 contagios.
A pesar de que este mismo martes el presidente de la región de Sicilia, Nello Musumeci, ha confirmado el primer caso en el sur del país, sin duda la zona norte es hasta el momento la más perjudicada con un balance de 206 infectados en la región de Lombardía y 38 en Veneto, unas cifras que desataron las alarmas durante el fin de semana obligando a cancelar el clásico carnaval veneciano, así como numerosos espacios y establecimientos.
En Bérgamo, por el momento se mantiene la calma. “En España me parece que se están dando noticias un poco exageradas”, comenta a El HuffPost Ana Pachón, residente en la ciudad norteña del país, ubicada a 40 kilómetros de Milán.
Colegios, gimnasios y Ayuntamientos cerrados
“Lo único que realmente permanece cerrado son estas pequeñas áreas rojas –los 11 municipios en cuarentena: Codogno, Casapusterlengo, Castiglione d’Adda, Maleo, Fombio, Bertonico, Castelgerundo, Somaglia, San Fiorano, Terranova dei Passerini y Vo Euganeo–, pero aquí únicamente se han tomado ciertas medidas por seguridad”, añade.
Los colegios públicos, el Ayuntamiento o los gimnasios no están abiertos a estudiantes ni al público, y las autoridades dan pautas sobre cómo actuar para prevenir el contagio: “Lavarse más las manos, procurar no estar en sitios donde haya mucha gente... pero vamos, aquí todo está tranquilo, nadie lleva ni mascarilla”, apunta.
“No es tan exagerado como lo están poniendo en España”, recalca. “No es para tanto, todas las acciones que se están tomando son por seguridad y se haría así en cualquier sitio”, explica.
En Bérgamo, hasta la fecha, ha habido 6 casos de personas de avanzada edad que habían estado previamente en la llamada “zona roja”, pero ningún brote originario. “Yo acabo de estar en el parque, los niños están fuera, la gente va al trabajo y no ves a nadie con mascarilla”, explica. “No hay pánico, es verdad que en Milán, que es más grande, hay de todo: gente más miedosa, menos miedosa, pero esas imágenes de ‘se han vendido todas las mascarillas’, no son ciertas”, asegura.
Milán, “vacía”
Precisamente en Cuggiono, un pequeño pueblo de la provincia de Milán, se encuentra Paolo Costa, veterinario de 25 años, quien pone el foco de la cuestión en la carencia de información facilitada por el Gobierno. “El problema está en que no se ha informado a la gente y se ha creado una especie de histeria colectiva en las ‘zonas rojas’, sobre todo del norte”, comenta. “Yo aquí no estoy obligado a quedarme en casa, pero sí han recomendado no concentrarse en zonas donde haya mucha gente como museos, el Ayuntamiento, restaurantes...”, añade.
“En Milán, en cambio la ciudad está vacía. El Gobierno de la región de Lombardía y Veneto ha decidido cerrar bares desde las 18 horas hasta las 6, también discotecas, gimnasios... algo lógico, pero no han informado lo suficiente y eso ha creado un poco de pánico”, admite. “La gente no coge el transporte público a pesar de que sigue abierto y los supermercados están vacíos...piensan que estamos en guerra”.
“Yo tengo gripe y he preferido no ir al trabajo, los niños de mi reparto no van, hay bastante psicosis. Esperamos que pase pronto”, añade por su parte Nieves, también residente en Cuggiono que trabaja en un hospital de Milán con niños con discapacidad.
Las cifras, desde luego, están muy lejos de las 2.618 muertes y más de 77.000 contagios registrados en China, pero la proximidad para el resto de países europeos ha activado todas las alertas.
En España, las autoridades sanitarias llaman a la calma y aunque los expertos como el doctor Manuel Menduiña, especialista en Medicina Interna del Hospital Virgen de las Nieves de Granada y miembro de Doctoralia, reconocen que aún existen preguntas sin respuesta con respecto a la transmisión, recuerda : “Es verdad que es una enfermedad que se transmite de forma rápida, y es verdad que produce muertes. Pero hay que tener en cuenta que las víctimas son sobre todo pacientes con pluripatologías”, ya sean personas con enfermedades crónicas o de edad avanzada, como es el caso de las víctimas en Italia.