Consulta al refranero: ¿'Nunca es tarde si la dicha es buena' o 'Nunca es tarde si la dicha llega'?
La duda surge por una frase que Ernesto dijo a Salvador en el último capítulo de 'El Ministerio del Tiempo'.
¿Cómo es el refrán? ¿‘Nunca es tarde si la dicha es buena’ o ‘Nunca es tarde si la dicha llega’?
El debate ha surgido al hilo del último episodio de El Ministerio del Tiempo (El tiempo vuela). Ernesto Jiménez (Juan Gea) sembró la duda nada más empezar el capítulo. “Nunca es tarde si la dicha es buena”, dijo a Salvador Martí (Jaime Blanch) sobre la visita de un delegado de presidencia a la sede del Ministerio para valorar un posible aumento del presupuesto.
“La dicha siempre es buena”, le corrigió un espectador en Twitter, basándose en el significado de la RAE. Dicha es suerte, por lo que siempre es buena.
No hay corrección posible. Desde el Centro Virtual Cervantes explican a El HuffPost que “ambas formas son correctas”, aunque “la primera (la opción de Ernesto) es más frecuente que la segunda”.
Dicha no siempre significó suerte, como apunta en su corrección el comentario de Twitter. “En Mitología, es el sino, el destino... Etimológicamente, la palabra dicha por los dioses en el momento en que alguien nace. Sentencia inexorable que determinará su suerte. Sin remisión, será feliz o desgraciado dependiendo de esa palabra. Que puede pronosticar ventura, pero también desgracia y aun tragedia”, explica un usuario del foro del Centro Virtual.
“En ocasiones se anuncian noticias que no son dichosas, lo que parece dicha puede no serlo”, añaden expertos de este organismo.
Ernesto utilizó bien el refrán, que forma parte de obras emblemáticas de la Literatura Española.
Miguel de Unamuno lo incluye en un diálogo de su obra Abel Sánchez (1917):
Y Juan Varela, en la obra El comendador Mendoza (1876):
También Carmen Martín Gaite, en Nubosidad variable (1992)
La opción “Nunca es tarde si la dicha llega” es igualmente válida y lógica, aunque no aparece recogido en el archivo del Centro Virtual Cervantes ni tampoco en grandes obras de la literatura española.
Tiene el mismo significado —“se refiere a un bien que se ha hecho esperar mucho”—, pero dicha aquí significa suerte: nunca es tarde si la suerte acaba llegando.