Seis sobrecogedoras realidades sobre el aborto en España
'Salvados' ha expuesto el drama de abortar en algunas provincias.
A pesar de que abortar en España es legal, siguen produciéndose situaciones sobrecogedoras que hacen que este proceso sea difícil para muchas mujeres.
Es una realidad que ha mostrado el programa Salvados (LaSexta) este domingo. Con testimonios de mujeres que han vivido distintas y no tan distintas situaciones durante este proceso, el equipo de Gonzo ha logrado exponer algunas realidades sobre la interrupción voluntaria del embarazo de las que una gran parte de la sociedad aún no es consciente.
La objeción de conciencia en algunos hospitales
El aborto es legal en España desde la ley que se aprobó en julio de 2010, pero hay hospitales públicos y comunidades autónomas en las que no se practica. Según ha explicado la doctora especializada Silvia Arévalo a Gonzo, se debe en su mayoría por la “objeción de conciencia” de muchos médicos. En algunas comunidades, es el centro completo el que se acoge a este derecho y derivan a las mujeres a clínicas privadas.
Abortar a 400 km de tu casa
Esto da lugar a casos como el de Claudia, residente médico de familia. Le informaron en Murcia a las 20 semanas de embarazo que su hijo tenía una enfermedad incompatible con la vida, pero la mandaron a una clínica privada a abortar. Cuando ella vio las malas críticas que tenía ese lugar, decidió ir a otra -también privada- a Madrid.
La falta de humanismo con las mujeres en algunas clínicas
Claudia tuvo que esperar dos semanas a que le dieran cita. Dos semanas en las que notaba a su bebé dentro de su cuerpo. Se desplazó cientos de kilómetros a una clínica en la que pensó que iba a morir.
Ella sabía que las cosas no se estaban haciendo bien. Le dijeron que no merecía la pena ponerle la epidural y las contracciones se volvieron muy dolorosas. “Yo tenía claro que iba a morirme allí. Mi madre estaba llorando y mi amiga, estudiante de ginecología, estaba dando gritos pidiendo que hicieran algo”, cuenta abrumada ante Gonzo.
No es el único relato de este tipo. A María la derivaron a una clínica privada en Madrid. “Piensa que vas a un sitio donde vas a estar super atendida y tener todos los medios, porque yo era como un parto”, cuenta esta mujer que estaba embarazada de 31 semanas cuando le dijeron que su hijo no sobreviviría. Ella notaba que se desangraba cuando el médico le dijo estaba lista para irse.
El sistema público falla a las mujeres que abortan
Así lo admite Juan Luis Delgado, jefe del departamento de Medicina Materno Fetal del Hospital Virgen de la Arrixaca, el hospital público de referencia en Murcia y uno de los que manda a las mujeres que quieren abortar a clínicas privadas. El doctor se autodenomina “ginecólogo cristiano”.
Delgado señala que en el hospital no se realizan abortos porque “la decisión debe ser asumida por los dirigentes y por el servicio de salud” aunque a minutos después ha admitido que, a día de hoy, la Consejería de Salud de Murcia no pone ningún impedimento para realizar interrupciones del embarazo. Reconoce también ser consciente de las malas experiencias que cuentan las mujeres a las que derivan a clínicas privadas.
Hay hospitales públicos que no cumplen la ley
Es otra de las realidades que se exponen en el programa. Las cuatro mujeres que intervienen explican que hay hospitales en los que no se cumple la ley. Por ejemplo, la legislación garantiza “a todas las mujeres por igual el acceso a la interrupción del embarazo con independencia del lugar donde resida”. En ninguno de los casos de las entrevistadas se cumplió.
El acceso y la calidad asistencial no pueden verse menoscabadas por el ejercicio de la objeción de conciencia, según la misma ley. “Absolutamente menoscabada, nada que ver. Hasta límites bochornosos”, afirma una de las mujeres. “Ese es el peor punto, porque lo importante no es el viaje sino también el destino y la calidad asistencial es infinitamente inferior en una clínica privada que en un hospital público”, asegura.
El aborto no es digno en algunas provincias
En España, hay 12 provincias en las que no se ha reportado ningún aborto desde el año 2015 y hay ocho en las que no se practica un aborto en los últimos 30 años.
En 2019, cinco comunidades no realizaron ningún aborto en un centro público (Aragón, Castilla - La Mancha, Murcia, Extremadura y Madrid) además de las ciudades de Ceuta y Melilla. Algunas de las mujeres que viven allí se tienen que desplazar a otros lugares como Cataluña, como cuenta la doctora Arévalo en el programa.