Rajoy asfalta la inversión privada y aprueba un plan extraordinario de carreteras de 5.000 millones de euros
Las empresas adjudicatarias de las obras estarán a su vez encargadas de su mantenimiento durante 30 años
Nuevo plan de infraestructuras del Gobierno, público-privado y en colaboración con la Unión Europea, a cuatro años vista y en el que las carreteras y el AVE son los protagonistas. Mucha inversión: 5.000 millones de euros solo en carreteras. Y mucha ilusión: el Ejecutivo prevé que se creen casi 200.000 puestos de trabajos en los cuatro años de este lavado de cara de la red viaria española.
Con esta batería de grandes datos, el presidente del Gobierno ha lanzado este viernes el Plan de Inversión en Carreteras (PIC), ya anunciado el pasado abril por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en el marco del Presupuesto de su Departamento para 2017. El Gobierno también prevé que el plan suponga un retorno fiscal de unos 3.000 millones de euros.
DEL LADRILLO AL ASFALTO
De la Serna avanzó entonces su disposición a trabajar con el sector de la construcción para recabar inversión para carreteras, dado es la partida que resultó más afectada por los ajustes."Estamos trabajando con las asociaciones de constructoras para encontrar instrumentos de financiación y colaboración entre lo público y lo privado con el fin de lograr un desahogo en la inversión en infraestructuras", desveló entonces.
Construir nuevas carreteras y adecentar las antiguas contará con una inversión de 5.000 millones de euros que aportarán las empresas privadas y el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Para recurrir a Europa, el Gobierno se apoya en el Plan Juncker, una hoja de ruta que para muchos es una versión renovada del Plan Marshall y que pretende reactivar la economía en un momento en el que no solo la caída de las inversiones sigue una tendencias descendente, si no que además, la aversión al riesgo por parte de los inversores en Europa está a la orden del día.
Estos 5.000 millones de euros iniciales permitirán actuar en unos 2.000 kilómetros de autovías (a construir y reparar) y se espera que generen 189.200 empleos: "Un total de 150.000 empleos en la fase de construcción, de los cuales 48.000 serán directos, 30.000 indirectos y 72.000 inducidos, más otros 39.200 puestos durante la etapa de mantenimiento y explotación", hasta los casi 200.000 comprometidos por el presidente del Gobierno este tórrido viernes.
El plan abarca obras de construcción que, pese a acometerse mediante contratos de concesión, no supondrán el pago de peaje para el usuario de las autovías, ha querido aclarar Mariano Rajoy en rueda de prensa. Y esto es así porque el objetivo del plan es recabar inversión de las constructoras para adelantar la ejecución de las obras ante la restricción de inversión pública para este tipo de proyectos impuesto por la necesidad de cumplir el objetivo de déficit comprometido con la Unión Europea (3,1% en 2017). Mientras que "el Presupuesto de Fomento de 2017 cuenta con partidas para acometer las obras de AVE en marcha", según ha explicado el ministro, "las de carreteras están marcadas por el ajuste".
España está obligada a ser austera después de que el Gobierno se comprometiera con Bruselas a cerrar el año con un déficit del 3,1% del PIB. "Estos 5.000 millones significan un esfuerzo inversor que multiplica por seis la capacidad de gasto que nos permite el presupuesto en un año", lo que se sobrentiende que ha motivado este llamamiento al capital privado.
RETORNO DE 350 MILLONES
Las constructoras adelantarán, con apoyo del BEI, la inversión necesaria para acometer la obra y, una vez puesta en servicio, se encargarán de mantener la carretera durante 30 años. Lo comido por lo servido. Las empresas recuperarán esta inversión precisamente cuando la carretera esté en explotación para los conductores. A partir de entonces, recibirán un pago anual del Estado durante cada uno de los años en los que asumirán el mantenimiento. De esta forma, los usuarios finales no tendrán que pagar peaje. Según los cálculos del Gobierno, este pago anual supondrá unos 350 millones de euros al año, importe que supone un 20% del Presupuesto del Ministerio de Fomento.
El presidente Rajoy ha demostrado su éxito en Europa". También ha sido importante para el presidente del Gobierno que los tipos de interés excepcionalmente bajos, "lo que estamos en condiciones de aprovechar", ha dicho, y alienta la concesión de créditos baratos.
TRES PLANES EN UNO
Las carreteras son solo un primer eslabón. Después vendrán un segundo para ejecutar obras ferroviarias de Alta Velocidad y un tercero para acometer infraestructuras de agua, de los que el presidente del Gobierno solo ha ofrecido el titular, a la espera de entrar en los detalles más adelante, ha dicho, como en un juego de suspense.
LA OBRA PÚBLICA, EN MÍNIMOS HISTÓRICOS
Con esta iniciativa, además de salvar este ajuste, ha explicado Rajoy, el Ejecutivo pretende contribuir a reactivar la obra pública, "en mínimos históricos", un estado en el que grosso modo coincide toda Europa tras el varapalo inversor de la crisis y la principal razón de que el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, promoviera el Plan Juncker, dotado con 315.000 millones de euros hasta 2018.
Esto en la ida. En la vuelta, Rajoy ha comunicado que las autoridades europeas han recibido el plan extraordinario de infraestructuras "con mucho interés".
El presidente del Gobierno recurre así a Europa para reactivar un sector en horas bajas. La licitación de obra marcó en 2016 uno de sus volúmenes más bajos de la historia reciente (unos 9.323,63 millones de euros). Y todo lo que en la actualidad se construye está sostenido por los comunidades autónomas y ayuntamientos, que registran movimiento de proyectos frente al inmovilismo del Ministerio de Fomento, el principal órgano público inversor.
Hasta la fecha, Fomento ha sacado a concurso obras por 424 millones, lo que implica un desplome del 73% (un recorte de 1.183 millones), lastrado por el descenso de obras del AVE (-44,3%) y la nula obra de carreteras. Entre enero y mayo, Fomento no licitó ni un sólo contrato de infraestructuras viarias.
"En España", ha recordado Rajoy, "el 90% del transporte de viajeros y el 93% del de mercancías se realiza por carretera".
AL RESCATE DE LAS AUTOPISTAS
Este plan se da a conocer en los estertores de la polémica por las ocho autopistas en liquidación (las cuatro radiales de acceso a Madrid(R-2, R-3, R-4 y R-5), la M-12 de acceso al aeropuerto de Barajas, la AP-41 Madrid-Toledo, la AP-36 Ocaña-La Roda, y dos tramos de la AP-7 (la vía que une Cartagena con Vera y la circunvalación de Alicante), todavía sin resolver. Fomento sacará a concurso las radiales en quiebra que rescate porque "actualmente son viables", un rescate que costará 50 euros por ciudadano.
NI DÓNDE NI CUÁNDO
El Gobierno aún no ha determinado el paquete de obras concretas que se acometerán a través de este plan, que se determinarán después del verano junto con las empresas del sector, con el fin de iniciar también entonces el proceso de su contratación.
"Tenemos unas magníficas infraestructuras y queremos seguir mejorándolas, implicando en ello a la iniciativa privada, mirando a Europa y manteniendo el compromiso con el objetivo de déficit", aseguró Rajoy durante la presentación del plan en un acto en La Moncloa al que acudieron representantes del sector.
"Además, este plan será un potente motor de crecimiento económico, impulso a la competitividad, la cohesión territorial, la seguridad vial y, en definitiva, la calidad de vida de los ciudadanos", subrayó el presidente.
SINIESTROS
Mariano Rajoy ha justificado este plan extraordinario por el importante uso del transporte por carretera en España, que soporta el 90% de los trayectos particulares y el 93% de los comerciales. Otros datos a su favor: el 80% del turismo español es rodado, el 18% de los extranjeros llega en coche y gran parte del resto alquila uno una vez llega a España.
Con estos gruesos porcentajes de uso, las carreteras tienen también su reverso. El pasado año murieron en accidente de tráfico 1.810 personas -cinco al día de media-, lo que representa un 7% más que los fallecidos en 2015, aunque el aumento más notable, un 18%, se produjo en las víctimas mortales en ciudad, según el balance definitivo de la siniestralidad vial de 2016, dado a conocer, también este viernes, la Dirección General de Tráfico.
Por debajo de la Unión Europea pero con mejores datos que Francia, Alemania, Italia o Finlandia, en España murieron 39 personas en accidente de tráfico por millón de habitantes el año pasado, tres más que la registrada en 2015.
5De los fallecidos, 519 perecieron en siniestros ocurridos en vías de ciudad, lo que supone un incremento del 18% (78 muertos más) respecto a 2015.