Quizá porque mi niñez sigue jugando en tus discos
Querido Joan Manuel, tu retirada es un poco la retirada de todos.
Quizá porque mi niñez sigue jugando en tus discos, y escondido tras sus surcos guardo mi primer amor, he recibido, querido Joan Manuel, la noticia de tu retirada de los escenarios con una mezcla de incredulidad y nostalgia. Tu retirada es un poco la retirada de todos. Que tú te jubiles de dar conciertos implica necesariamente que nosotros nos jubilamos de ser el público de tus conciertos. Y era ésta una ocupación digna, que ejercíamos en los patios de butacas, no diré que con la misma maestría que demostrabas tú en el escenario, pero sí con semejante entrega y cariño. Durante décadas, ante cada anuncio de un concierto tuyo en algún lugar cercano, la única duda fue qué entradas sacar, nunca si sacarlas o no. Y, al parecer, esto ya sólo vamos a poder hacerlo una vez más. Será la última gira para ti. Será el último concierto de Serrat para nosotros.
Y estoy seguro de que represento el sentir de una buena parte de la ciudadanía a ambos lados del océano cuando te aseguro que la principal emoción que me despiertan tus casi sesenta años como cantautor es la gratitud. Mis niveles de mitomanía no superan los recomendados por la OMS ni creo que las carreras profesionales de los poquísimos autores que alcanzan tu altura estén motivadas por el altruismo o la voluntad de convertirse en viento del pueblo. Pero esto no impide que tus canciones se hayan fundido con nuestras vidas hasta el punto de no quedar claro si aquéllas han sido la banda sonora de éstas o éstas han sido las imágenes de los videoclips de aquéllas. Que la vida imita al arte tanto como el arte imita a la vida es algo que confirmábamos agradecidos en cada concierto tuyo, y que nunca se ve con tanta claridad como cuando el arte al que nos referimos es el de las canciones populares.
Soy de la opinión de que las canciones no están compuestas de letra y música, sino que son unidades previas a esas partes. Es la poesía la que puede ser definida como una canción a la que se le ha quitado la melodía. Es la melodía la que seguramente tiene su origen en una canción tarareada. Cantamos antes de hablar y antes de silbar. Quizá por eso las canciones tienen un poder de fascinación y de evocación que no tiene ninguna otra expresión artística. Y de unión entre la audiencia y el autor. Entre las mil virtudes del arte, se cita poco su capacidad para unir a una sociedad alrededor de unas referencias vitales comunes, y nada como estos fragmentos de experiencia contados de la forma más bella posible para lograrlo. Se dice que has musicado a poetas como Machado o Benedetti, pero yo más bien creo que has sabido recuperar la canción original de la que salieron sus poemas.
Así que cuenta con nosotros para esta gira en la que te jubilas y nos jubilas. Te has convertido en el factor común de todos los aficionados a las canciones. A los heavies les gusta el heavy y Serrat. A los folkies les gusta el folk y Serrat. A los punkies les gusta el punk y Serrat. A los reguettoneros les gusta el reguetón y Serrat. Y no parece que venga nadie detrás para continuar tu legado, porque para escribir Una de piratas, Romance de Curro el Palmo o Sombras de la China no sólo hace falta un genio personal, sino también un contexto histórico y social que parece haberse perdido entre la niebla posmoderna. En una época en la que primaba lo común cupimos todos en tus canciones. Y por eso iremos a despedirte y a despedirnos cantándolas al norte, en cualquier concierto que nos pille cerca. Cerca del mar, porque yo he nacido en el Cantábrico.