¿Quiénes son las chicas de las canciones?
De 'Macarena' a 'Roxanne' y 'Angie': la historia oculta tras estos conocidos temas.
Yolanda, Paloma, Charo, Noelia, Angie, Michelle, Ana, Carolina, Lucía... Todas tienen su canción. Y algunas más de una.
Existen decenas de composiciones con nombre de mujer y tras ellas existe una gran historia. Hay una esposa, una hija, un encuentro casual o un personaje de ficción, que sirvieron de inspiración a sus autores para escribir esos temas que componen la banda sonora de nuestra vida.
En El HuffPost hemos querido saber cuáles son exactamente esas historias y hemos descubierto quiénes son las chicas de algunas de las canciones más famosas de la historia.
Macarena, de Los de Río
Macarena es Diana Patricia Cubillán, una profesora de flamenco que conocieron Antonio y Rafael en una fiesta en la casa del empresario venezolano Gustavo Cisneros. Los piropos espontáneos que le dedicaron hicieron que se arrancase a bailar y Los del Río le compusieron rápidamente una tema mientras tocaban las palmas. "Dale a tu cuerpo alegría, Magdalena", decía el germen de este éxito, que llegó a bailar hasta Bill Clinton. "De corrido en el hotel, Antonio escribió el resto de la letra en cinco minutos", contó recientemente Rafael en una entrevista con Bertín Osborne. Pero como ya existía una canción con ese título (del mexicano Emmanuel), lo cambiaron por Macarena: nombre de una de las hijas de Antonio y virgen de la que ambos son devotos.
Sylvia, de Sidonie
"Con Sylvia quería hablar del cine que me gusta, que es el de las décadas de los 50 y de los 60 tanto americano como europeo", explicó Marc Ros, cantante y guitarra de Sidonie, a El HuffPost. "Me inspiré en dos películas fundamentales para mí, El crepúsculo de los dioses de Billy Wilder y La dolce vita de Federico Fellini. La protagonista de la peli de Wilder es una antigua y olvidada estrella del cine mudo que pretende volver al cine de un modo desesperado y patético. Nuestra Sylvia tiene mucho de esa Norma Desmond interpretada por Gloria Swanson. Tenía dudas sobre el título de la canción, estaba claro que debía ser el nombre del personaje o de la actriz —Norma o Gloria—, pero la primera era una ópera de Bellini y la segunda una canción de Them. Al final encontré el título en el nombre de otro personaje fascinante, el que interpreta Anita Ekberg en La dolce vita: Sylvia". Para Ros las dos películas están conectadas porque reflejan la decadencia: de una artista o de la sociedad bohemia o aristocrática. "Este hecho me iba muy bien para ambientar la canción, que a pesar de tener acordes mayores y ser bastante cantable cuenta una historia triste".
Marta tiene un marcapasos, de Hombres G
Marta nunca existió. "Fue un invento surrealista", explicó David Summers con motivo del estreno del musical homónimo. La canción data de 1982 y desde entonces muchos han pensado que su protagonista era Marta Madruga, con la que el cantante se casó en 1992 y de la que se divorció recientemente. "Entonces aún no la conocía", aseguraba en 2013. El vocalista no sabe muy bien de dónde salió esa canción ni podría explicar qué significa. "Marta no era ninguna Marta en concreto. En aquella época estrenaron Alien y tiene que ver con el bicho que sale del pecho, que siente un golpe en el pecho y es el bicho. Al mismo tiempo mi padre estaba haciendo chistes sobre la Pasionaria, que tenía un marcapasos", contó en Papelde El Mundo, donde definió la canción como una mezcla de conceptos. "No sé qué se me pasaría por la cabeza pero soy incapaz de explicar qué cojones significa la canción. Y han hecho todo tipo de divagaciones, que si era de una tía que tuvo un aborto, que yo la dejé embarazada. Otra vez oí que era una tía que se metía mucha farlopa... Alucino con la gente".
Roxanne, de The Police
Roxanne es una prostituta de ficción, con la que fantaseó Sting un día mientras deambulaba por el barrio rojo de París en octubre de 1977, a donde llegaron desde Holanda para dar un concierto en The Damned. El bolo fue cancelado pero el viaje no fue en balde: ese viaje fue el germen de Roxanne, como contóel guitarrista Andy Summers. "Era la primera vez que veía la prostitución en las calles y esas chicas eran realmente hermosas", contó Sting en 1981. "Me vino la melodía a la cabeza y me imaginaba cómo sería estar enamorada de una de esas jóvenes", añadió. El nombre de la chica (y el de la canción) salió de la protagonista de una obra de Cyrano de Bergerac cuyo póster colgaba en el vestíbulo donde estaba The Police.
Yolanda, de Pablo Milanés
La Yolanda a la que cantó Pablo Milanés es Yolanda Benet, con la que se casó en 1969 y es la madre de sus tres hijas. El cantante le compuso esta canción en 1970, cuando poco días después de que naciese su primera hija tuvo que marcharse fuera de casa. Al regresar le mostró la canción, pero Yolanda no fue muy consciente de lo que le estaba diciendo Pablo así que por la noche, ya a solas, le pidió que se la cantase otra vez. "Para una mujer recién parida, lactando, el hecho de que se aparezca Pablo con una canción como esa me paralizó. Pero sobre todo porque él supo unir muchas cosas que teníamos en común, códigos, símbolos, y todo aquello lo trasmitió a través de una canción aparentemente muy sencilla", declaró la protagonista en 2011. "Fui esa muchacha de la que se enamoró y podía haber sido otra, no creo que tenga ningún mérito, el talento es de él", dijo entonces.
Noelia, de Nino Bravo
La cantaba Nino Bravo pero es una composición de Augusto Algueró, a la que puso letra Antonio Guijarro. Todo nació por un amor no correspondido. El que era en ese momento marido se Carmen Sevilla se fijó en la canaria Noelia Afonso, una joven de 19 años que había ganado el certamen de Miss España 1968 y que en 1970 se proclamó Miss Europa. "Se sintió decepcionado al no poder conquistar a aquella belleza que lo había cautivado, y a quien compuso cual mensaje directo a su corazón esta melodía que nos ocupa", escribió el periodista Manuel Román en su blog. Antes de que Nino Bravo le diera su voz y la incluyese en su disco Un beso y una flor, la llegó a cantar Carmen Sevilla.
Paloma, de Andrés Calamaro
La historia de Paloma, la mujer a la que cantó Andrés Calamaro en 1999, la contó Daniel Riera en la revista Soho. En su artículo aseguraba que Paloma era una fan que fue junto a su madre a ver a Calamaro en un club de estudiantes de Santa Rosa en La Pampa (Argentina). En cuanto pudo perdió de vista a su madre y al quedarse sola aceptó la invitación de conocer al cantante. Tenía 18 años y acababa de romper con Pablo, su primer novio. "Andrés fue mi venganza, porque Pablo me dejó por otra", aseguró al periodista. Luego el músico lo confirmaría. "Aunque Paloma existe, eso no quiere decir que Paloma esté enteramente dedicada a esta muchacha de Santa Rosa, La Pampa. Puedo decir que Paloma usaba anteojos y que compartimos un instante o dos después de un recital. Yo me quedé con el sonido y con algún pensamiento... En realidad fue Paloma que me mordió un labio, fue algo leve y pícaro pero a mí no me resultaba muy práctico ser masticado... Supongo que, aclarado este punto, le dije que no se preocupase, que estaba todo bien", contó el artista.
Angie, de The Rolling Stones
La historia de Angie no es la que nos habíamos creído. Angie no es ni Angela Bowie, primera mujer de David Bowie, con quien se suponía que Mick Jagger tenía un idilio; ni tampoco es el propio Bowie, al que se decía que Jagger estaba haciendo una declaración de amor en este tema. Todo porque la mujer del Duque Blanco se lo encontró con el líder de The Rolling Stones en la cama después de una noche de fiesta, como contó durante una visita al programa The Joan Rivers show en 1990. Jagger lo negó y el abogado de Bowie llegó a redactar una carta con un mensaje conciso y directo: "Cualquier insinuación de que hubiera una aventura homosexual entre Mick Jagger y David Bowie es pura invención".
Con o sin relación (esto no importa), lo cierto es que detrás de Angie no hay más que una hija: la segunda de Keith Richards, principal artífice de este tema. Lo escribió cuando estaba en un tratamiento para superar su adicción a las drogas. "Estaba en una clínica y Anita (Pallenberg), un poco más abajo, en la misma calle, trayendo al mundo a nuestra hija. Una vez superado el trauma de los primeros días, agarré una guitarra que tenía y escribí Angie sentado en la cama en una tarde, porque por fin podía mover los dedos y ponerlos donde se suponía que iban. Ya no sentía que me tenía que cagar en la cama o subirme por las paredes. Así que empecé a cantar Angie, Angie", contó Richards en su biografíaLife. La hija en realidad se llama Dandelion, le pusieron Angela de segundo por haber nacido en un hospital católico.
Princesa, de Joaquín Sabina
Ni la canción tiene nombre y apellidos, ni tampoco esa chica de Logroño de la que se prendó Sabina y de la que habla abiertamente en su libro Sabina en carne (2006). "Princesa era una chica de Logroño. En realidad, una belleza pintada por Botticelli. Muy hippiosa, extraordinariamente joven y extraordinariamente hermosa. A la que conocía y con la que me acostaba cuando iba a Logroño, y con la que alguna vez me fui a un pueblecito perdido a pasar un fin de semana. Luego se vino a Madrid y fue cayendo en picado. Eso llevó a la heroína y en ese momento hice la canción", asegura el autor.
Lady Madrid, de Pereza
La conocidísima canción de Pereza, ahora habitual en cualquier concierto de Leiva, no habla de una chica concreta, o al menos así lo contó el intérprete en 2010. Lady Madrid es la chica (o chico, porque la historia puede ocurrir a la inversa) que cautiva a todos los miembros de un grupo de amigos por, entre otras cosas, ser una novedad, "venir de un barrio distinto o de otra ciudad", y que "cuando todos están peleados por ella se va a Londres a trabajar de camarera", dijo durante un concierto.
Suzanne, de Leonard Cohen
El canadiense Leonard Cohen basó esta canción en el poema Suzanne Takes You Down, de su libro Parasites of Heaven (1966). Se lo dedicó a Suzanne Verdal, la mujer de un conocido escultor canadiense con la que pasó una tarde en su casa. Cohen habló de ella en una entrevista con la BBC, donde relató los detalles del encuentro y donde confesó que no hubo relación sexual. En 2006 la misma Verdal confirmó las palabras de Cohen.
Lucía, de Joan Manuel Serrat
Lucía era una azafata de Iberia. No lo contó Serrat, lo hizo el productor René León, quien dice que cuando la conoció (allá por los 70, 80...), Serrat era "un auténtico galán conquistador, impactante para el género femenino".
De Lucía, dice que es la canción más bonita escrita por el catalán, porque en ella ubica el cariño y el amor a una mujer. También el autor ha hablado del tema en términos románticos. Serrat prefería no haberla tenido que escribir: "Eso significaría que no habría sufrido por amor".
Lady Laura, de Roberto Carlos
Lady Laura es Laura Moreira Braga, que no es otra que la madre de Roberto Carlos. El compositor brasileño se la dedicó a su madre en 1978. El tema, que debe su nombre al apelativo con el que conocían a la costurera las personas cercanas, se ha convertido en un himno a las madres. Cuando murió ésta, el intérprete le cantó su canción ante su ataúd en el cementerio Jardim da Saudade de Río de Janeiro (Brasil).
Carolina, de M-Clan
No les preguntes porque es muy probable que ni Carlos Tarque ni Ricardo Ruipérez te cuenten quién es Carolina. Lejos de lo que pueda parecer no es una chica sin edad para hacer el amor. Diferentes teorías apuntan que Carolina es sinónimo de cocaína y que este no es más que un tema sobre la adicción. "El diablo está en mi vida, pequeña Carolina, vete por favor" es una de las frases que podría servir como pista. Aunque hay otra más determinante: "La reina de las medicinas que no se venden en farmacia legal". Ellos no lo confirman, pero tampoco lo desmienten. Lo único que dicen es que cuando la conocieron era una Lolita y que ahora tendría edad para hacer el amor.