¿Quién se llevaría el Gordo de la Lotería de Navidad si nadie tuviera el décimo premiado?
Solo ha ocurrido una vez en la historia del sorteo.
El sorteo más esperado del año está a la vuelta de la esquina. La Lotería de Navidad, que se celebra el 22 de diciembre en el Teatro Real, es una tradición más de estas fiestas. Cada año miles de personas se aprovisionan de décimos aspirando a ser uno de los afortunados que se lleve el Gordo —o al menos otro de los premios—.
Sin embargo, solo unos pocos afortunados pondrán hacerse con el boleto premiados con hasta 400.000 euros. Y eso con suerte (nunca mejor dicho). Pero, ¿qué pasaría si uno de los números que no se ha vendido coincidiera con el máximo premio?
No es una situación muy habitual. De hecho, solo ha ocurrido una vez en la historia del sorteo. Fue en 1931, cuando aún se celebrara en la Casa de la Moneda. Todos los grandes premios ya habían salido y faltaban menos de 30 bolas. Solo quedaba el más esperado, el Gordo, premiado entonces con 15 millones de pesetas.
Finalmente, sobre las 11.00 los niños de San Ildefonso cantaron el número premiado, el 24.717. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando el jurado comprobó que el número no se había vendido, por lo que el dinero fue a parar a las arcas públicas.
Por lo tanto, de los 100.000 números que se emiten, si uno de los premiados se queda sin vender el dinero se lo queda Hacienda, que también se queda parte de los otros premios.
¿Y de los que se venden? ¿Cuánto se lleva Hacienda?
Desde el 1 de enero de 2020, el mínimo exento de los premios de loterías es de 40.000 euros. Por ello, todos los premios inferiores a 40.000 euros no tendrán que rendir cuentas a la Agencia Tributaria.
Para premios de 40.000 euros o más, a la cantidad que sobrepase los 40.000 euros se le aplicará una retención del 20%.