Quién es Marina Yers, la 'influencer' que dice que el agua deshidrata
Se hizo famosa en 2017 con un vídeo sobre un centro de menores y en 2019 se estrenó como actriz en una webserie del canal Playz de TVE. Lo último ha sido posicionarse contra el uso de las mascarillas: "¿Qué te importa a ti que no me la ponga yo?"
El martes 7 de abril de 2020 Marina Yers se hizo famosa en toda España. Su idea de que “el agua deshidrata más que hidrata” la llevó rápidamente a lo más alto de Twitter y de ahí a ser noticia en todos los medios de comunicación.
La suya no fue una declaración sin más. Hay que tener en cuenta que compartió esa teoría a través de los stories de Instagram, red social en la que contaba entonces con más de 1,8 millones de seguidores. Luego matizó sus palabras, pero ya había generado suficiente revuelo.
El mismo que está generando ahora con una de sus últimas publicaciones de TikTok. Yers, que cuenta con 3,5 millones de seguidores en la red, publicó un vídeo contra el uso obligatorio de las mascarillas. “No me la pongo porque no me sale del chichinabo. Que sí, que hay una pandemia mundial y todo lo que quieras, pero... ¿qué te importa a ti que no me la ponga yo?”, clama en la publicación que la ha vuelto a convertir tendencia en Twitter.
Los comentarios al vídeo, ya eliminado, no dan crédito a las declaraciones de Marina Yers, que dice no acabar de creerse la pandemia. “Tengo un vecino que murió de coronavirus supuestamente y en verdad tenía otra patología relacionada con la respiración”.
Ni el vídeo del agua ni el de las mascarillas son las únicas veces que se ha metido en un jardín. El pasado 3 de abril publicó un vídeo en su canal de YouTube, con más de 1,9 millones de suscriptores, que tituló Cómo no volverse loco (en cuarentena) y en el que aseguraba que “nos echan flúor en el agua y en la pasta de dientes para que nuestra glándula pineal no se abra y no descubramos poderes que tenemos dentro de nosotros”. O que “los niños y los animales pueden ver fantasmas” y nosotros no.
Casi dos semanas después de publicarlo, el vídeo llegó a Twitter. El miércoles 15 una publicación de @100cia_ consiguió acumular más 16.300 me gusta y más de 4.800 retuits.
Otras de sus polémicas se han encargado de recordarlas varios usuarios de Twitter, que han entonado el “que no caiga en el olvido” compartiendo vídeos de Yers.
Marina Yers no es una nueva tendencia. Lleva años haciendo ruido en redes. En 2013 abrió su canal de YouTube, donde se describe como plurifacética: “Bailo, canto, actúo, grabo videos y soy yo misma”. Tiene 1,95 millones de seguidores (más que en Instagram) y sus vídeos superan las 191.000.000 visualizaciones. También tiene TikTok, no podía ser de otra manera, y aquí gana en fans. Suma más de tres millones. Y hay que añadir a la lista un perfil en Ask FM, que se abrió con 13 años. El caso es que, de una u otra manera, lo que dice tiene repercusión.
Marina Yers (Maryna Pukhyr Danchyshak) es ucraniana. Nació en 1999 en un pueblo de 7.000 habitantes, como explicó a David Broncano en su visita a La Resistencia en diciembre de 2019. Aunque eso no fue lo más importante que contó en su paso por el plató del Movistar+. “Tuve cáncer de riñón cuando era pequeña”, reveló en la entrevista al hablar de las consecuencias del accidente de Chernóbil. Yers nació con el tumor, la operaron con ocho meses y tiene un problema de hígado y no puede beber alcohol.
Con siete años se vino a vivir a España. En 2º de bachillerato se fue a estudiar a Estados Unidos pero no le salió muy bien y la echaron del colegio tras denunciar que había sido acosada sexualmente por un compañero. A su vuelta, tuvo problemas con su madre y se fue a Reino Unido para estudiar Negocios y Administración y lo dejó porque no le gustaba. ¿Qué decidió entonces? Hacerse youtuber, la que dice es “la profesión del futuro”.
Ahí fue cuando decidió animar su perfil de YouTube y publicar su primer vídeo en 2017. Fue una grabación sobre un centro de menores la que le hizo ganar seguidores, después llegaron otros como perreos improvisados en plena calle, sus consejos para no volverse loco en la cuarentena o las grabaciones de ella misma comiéndose un limón sin cerrar los ojos. Sus vídeos, para quien no la conozca, son una auténtica locura y ella asegura que es así, que no sobrectúa.
Instagram ya lo manejaba bien en esa época. Abrió la cuenta en 2015 y sumó de golpe todos los seguidores de AskFM. Define la profesión de influencer como “muy bonita” porque “existe un público que te quiere escuchar y entender. No hay nada más bonito que una persona preocupándose por otra, me hace sentirme conectada con los demás y con la sociedad”. Ella, dice, es una influencer desinteresada, no como otros que “sólo buscan dinero y fama”.
Lo suyo es dejar perlas en sus vídeos y también en sus entrevistas. “Yo me considero la hostia, no sé los demás”, fueron las palabras que utilizó para promocionar su debut como actriz en el spin off de Bajo la red (Playz de TVE).
A todo esto hay que sumar sus pinitos en publicidad: ha trabajado ya para Coca-Cola, Chupachups y Multiópticas. Su futuro no lo ve en España. En 2019 aseguraba que le gustaría vivir en México porque “aquí las oportunidades que te dan para hacer castings no son las mismas que en Latinoamérica”.