La reportera de CNN Clarissa Ward o cómo la pasión por informar supera el riesgo

En medio del caos que se vive en Afganistán una labor muy importante y, en muchas ocasiones poco reconocida, es la del reportero de guerra que arriesga su vida por contar al mundo lo que ocurre en sitios donde el resto no quiere estar. Entre los corresponsales y enviados especiales ha destacado en los últimos días la reportera de CNN, Clarissa Ward, experta en zonas de conflicto y por vivir en la primera línea de fuego.

Ward es reconocida internacionalmente por sus trabajos en Irak, Georgia, Siria, Líbano, Rusia o Afganistán, entre otros. Sin embargo, en los últimos días, su proyección mundial ha aumentado después de que se compartiera en redes una imagen suya que supuestamente simbolizó el cambio en la sociedad afgana con el regreso de los talibanes. Ella misma salió a desmentir este hecho y contó que en Kabul siempre ha llevado el hiyab, aunque reconoció que desde hace unos días se cubre todo el pelo y lleva una túnica larga (aba).

Pero esto solo es una anécdota más en la vida de Ward porque, pese a toda la experiencia que tiene, estar en Kabul ha sido uno de sus mayores logros. “Informar desde las calles de Kabul sobre la toma de posesión de los talibanes ha sido una de las experiencias más increíbles de mi carrera”, publicó junto a una foto de un enlace en directo en su perfil de Instagram.

Ward es una gran conocedora de este grupo radical y por ello su trabajo sobresale del resto. Sobre todo desde que convivió con ellos para documentarse para su libro On all fronts: The Education of a Journalist en el que entre otros temas relata la vida en las áreas afganas que estaban controladas por los talibanes.

Pese a la experiencia en cobertura de guerra, aún así, el riesgo siempre está y más en la figura de una mujer, madre de dos niños y separada de ellos. Pero gracias a su profesionalidad ha conseguido destacar en esta labor frente a las adversidades.

En sus últimas conexiones, por ejemplo, ha denunciado que la multitud talibán que se agolpa cerca del aeropuerto de Kabul le ha exigido que se tapara la cara, amenazándola e insultándola. Sin embargo, ella nunca ha dejado de informar con la claridad que le caracteriza. Y por este valor, por caminar entre talibanes y disparos, únicamente armada con su libreta y acompañada por su cámara, ha recibido una gran cantidad de aplausos por todo el mundo.

En las últimas horas, su trabajo se ha complicado y se desconoce hasta cuanto tiempo más estará en Kabul. No obstante, ella ya ha hecho méritos como ya hizo en otros conflictos a lo largo de su carrera y por los que recibió reconocimientos como varios premios Murrow, siete premios Emmy un premio George Foster Peabody, entre otros galardones internacionales.

De Hussein a Putin

Ward nació en Nueva York hace 41 años y se graduó en la Universidad de Yale. Inició su carrera profesional en el turno de noche de Fox News en el año 2003 y desde ahí fue escalando posiciones hasta llegar a la oficina internacional para coordinar coberturas tan importantes como la captura de Saddam Hussein o la muerte de Yassir Arafat o el Papa Juan Pablo II. En 2007, mudó su base a Beirut, desde donde produjo la cobertura de la guerra israelí-libanesa. Ese fue el comienzo de su pasión por el periodismo de conflictos.

Poco después, su trabajo fue ganando más presencia y consiguió saltar a las redacciones de ABC News y CBS News cubriendo noticias internacionales como la guerra de Afganistán o la revolución de Ucrania en 2014.

Un año después, se incorporó a las filas de CNN y en 2018 consiguió el cargo de corresponsal internacional jefa que ocupa actualmente.

En 2020, destapó en una investigación conjunta entre CNN y Des Spiegel como miembros del Servicio de Seguridad Federal Ruso acosaron a Aleksei Navalni durante varios años hasta su envenenamiento.