Quién es Chimamanda Ngozi Adichie y por qué todos hablan de ella
Adichie se ha convertido en un estandarte de la cultura contemporánea. Representante de un grupo de mujeres que hasta hace poco no tenían voz. Nacida en Enugu, Nigeria, el 15 de septiembre de 1977, a los diecinueve años consiguió una beca para estudiar comunicación y ciencias políticas en Filadelfia. Posteriormente cursó un master en escritura creativa en la Universidad Johns Hopkins de Portland. Es hija de padres profesionistas de clase media, y hoy en día es una feminista muy importante, reconocida internacionalmente, y sin duda una guía para mujeres y hombres de todo tipo.
En 2012 el mundo y yo supimos de ella gracias a su deslumbrante participación en el TEDx Euston (un simposio anual centrado en África) con la charla titulada "Todos deberíamos ser feministas", la cual ha tenido más de tres millones y medio de visitas en YouTube. En la ponencia habla acerca de cómo los estereotipos limitan nuestro pensamiento y le dan forma. Particularmente los estereotipos sobre las mujeres. Específicamente los estereotipos de ser mujer migrante, negra, soltera y feminista (como ella).
Algunos de sus textos más leídos son La flor púrpura, ganador del Commonwelth Writers´Prize y el Hurston/ Wright Legacy Award; Medio sol amarillo, galardonado con el Orange Prize for Fiction y finalista del National Book Critics Circle Award, y Americanah que recibió el elogio de la crítica y fue galardonado con el Chicago Tribune Hearthland Prize 2013 y el National Book Crritics Circle Award en 2014.
Pero si no han leído nada de ella o simplemente quieren conocerla un poco más, les comparto siete citas fundamentales extraídas de Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo. El libro está dedicado a una madre que acaba de dar a luz, con quince consejos que reivindican la formación de nuestros hijos en la igualdad y el respeto, el amor por lo orígenes y la cultura. Es una invitación a rechazar los estereotipos, a abrazar el fracaso y a luchar por una sociedad más justa. Un texto que, sin importar la edad que tengas, te abrirá los ojos en un sentido positivo.
1. En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Anímala a decir lo que piensa, a decir lo que opina en realidad, a decir la verdad. [...] Dile que, si algo la incomoda, se queje, grite.
2. Sé una persona plena. La maternidad es un don maravilloso, pero no te definas únicamente por ella.
3. Enséñale a tu hija que los roles de género son solamente una tontería. No le digas nunca que debe hacer algo o dejar de hacerlo por porque es una niña.
4. Enséñale el amor por los libros. La mejor manera de hacerlo es mediante el ejemplo. Si te ve leyendo, comprenderá que leer es valioso.
5. Enséñale a cuestionar el lenguaje. El lenguaje es el depositario de nuestros prejuicios, creencias y presunciones.
6. Dale a Chizalum el sentido de la identidad. Importa. Haz hincapié en ello.
7. Enséñale a rechazar la obligación de gustar. Su trabajo no es ser deseable, su trabajo es realzarse plenamente en un ser que sea sincero y consciente de la humanidad del resto de la gente.
(VIDEO: Chimamanda Ngozi Adichie, Todos deberíamos ser feministas).
Este post se publicó originalmente en el HuffPost México.