¿Quién debería pagar en la primera cita?
Sí, todo el mundo puede sentirse confuso a veces.
Se acerca la primera cita con tu ¿posible? futura pareja. Todo ha ido bien hasta ahora: os entendéis bien, la conversación ha fluido con facilidad e incluso os habéis reído juntos. Entonces, el camarero os trae la cuenta. ¿Y ahora qué?
Depende de a quién preguntes. Para bien o para mal, no existen reglas prestablecidas para determinar quién debería pagar en la primera cita, por lo que la situación puede resultar un poco desconcertante y quizá no sepamos cómo actuar cuando llegue el momento de pagar.
En un sondeo llevado a cabo en 2017 por Money y SurveyMonkey, el 78% de los encuestados señalaron que pensaban que era el hombre quien debía pagar en la primera cita, aunque esto solo es aplicable en el caso de parejas heterosexuales. Otra encuesta de Match.com reveló que el 62% de los solteros de la comunidad LGBTQ opinan que la persona que debía pagar es quien propuso la cita.
Dejando de lado estos porcentajes, sigue habiendo dudas a la hora de pagar la cuenta. La edición estadounidense del HuffPost ha preguntado a varios expertos en relaciones y a los lectores para que den su opinión respecto al tema.
¿Quién debe hacerse cargo en la primera cita?
Según Alex Williamson, directora de la aplicación para ligar Bumble, no es mala idea pensar que la persona que ha propuesto quedar es quien debe hacerse cargo de la cuenta.
"Desde mi punto de vista, si una persona ha pedido salir a otra, es ella quien debe hacerse cargo de la cuenta. En cualquier caso, es razonable que ambos se ofrezcan a pagar su parte o toda la cuenta y que se pongan de acuerdo", apunta.
Y recuerda: si eres tú quien va a proponer un plan, no escojas un sitio que se salga de tu presupuesto. "Si eres tú quien propone la cita, elige un lugar donde sepas que vas a poder pagar la cuenta entera", sugiere Williamson.
Las personas solteras con las que hablamos tenían sus propias reglas.
Justin, un hombre de 30 años residente en Nueva York, señala que, aunque siempre suele hacerse cargo de la cuenta en la primera cita, le parece bien que la mujer se ofrezca a pagar. "Suelo decir algo así como 'puedes invitarme la próxima' si pienso que la cita ha ido bien. Eso no quiere decir que le vaya a pedir que pague en la siguiente cita; mi intención es hacerle saber que estoy interesado en ella y que me gustaría volver a verla", asegura.
Talia Goldstein, fundadora de la empresa de citas Three Day Rule, sostiene que "solo deberíamos ofrecernos a pagar si de verdad nos sentimos cómodos haciéndolo. Si finalmente es la otra persona quien se hace cargo de la cuenta, asegúrate de agradecérselo de forma sincera", añade.
Craig tiene 27 años y cuenta que, aunque suele ofrecerse a pagar la cuenta en la primera cita, considera que es un "gran punto a favor" que la chica se ofrezca a pagar. "Si me dice que quiere pagar la cuenta entera, no le dejaría", apunta. "Pero si insiste en pagarla a medias, cedo. Sí me parecería maleducada si ni siquiera hiciera el gesto de intentar pagar su parte".
Kristen es de la opinión de que debería pagar aquella persona que proponga quedar, independientemente de que sea hombre o mujer. Ahora está casada, pero afirma que, cuando salía con chicos, era ella quien les pedía salir y quien pagaba la cuenta.
"A los hombres a veces les extrañaba y me decían que preferían pagar ellos, pero había sido mi idea quedar, por lo que pagaba yo. Es cuestión de educación. Además, a día de hoy, no es únicamente el hombre o únicamente la mujer quien debe pedir una cita, sino que cualquiera puede y debe pedirle una cita a quien quiera".
"Y si el hombre no está de acuerdo, probablemente tampoco quiera salir con él", remata.
¿Y qué pasa con las parejas LGBTQ?
"Lo más frecuente es que sea la persona que ha propuesto la cita quien pague, pero también es factible pagar a medias", señala Goldstein. "Si una persona paga en la primera cita, lo ideal es que la otra persona se ofrezca a pagar en la siguiente".
Williamson también coincide en que pagar la cuenta a medias es una buena idea: "La mayoría de parejas del mismo sexo con las que he hablado están muy contentas de que no existan reglas y, en general, optan por pagar a medias. Pero a todos nos gusta que nos inviten a una buena comida de vez en cuando, independientemente de nuestro género u orientación sexual".
¿Qué ocurre después de la primera cita?
Si la primera cita da pie a una segunda, una tercera, etc., ambas partes pueden empezar a turnarse para pagar o a pagar a medias, según su capacidad económica y sus preferencias.
"Si un hombre insiste en invitar a otra persona a cenar, la otra persona puede hacerse cargo de pagar el taxi de vuelta o invitarle a una copa en el bar", propone Goldstein. "Lo importante en realidad no es el dinero (a nadie le gusta ir contando lo que gasta), sino el gesto de hacer algo que demuestre que te gusta la otra persona y que quieres esforzarte en conocerla, igual que han hecho contigo".
Williamson opina que es esencial poder mantener una conversación sincera con la persona que puede convertirse en nuestra futura pareja. "Es importante ser abierto y sincero. Y si tienes en mente proponer una segunda cita, no tengáis miedo de hablar abiertamente de quién va a pagar", zanja la experta.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.