Qué son los 'monederos fríos' de criptomonedas que se venden como churros tras la quiebra de FTX
Estas wallets, o carteras, se basan en un dispositivo físico que almacena las claves de los criptoactivos de un usuario. Su demanda se ha multiplicado tras el crack de FTX.
Sí, parece un pincho USB común y corriente, pero es un dispositivo que sirve para tener las criptomonedas, y el valor de estas, a buen recaudo. Y están arrasando. La bancarrota de FTX, una de las plataformas de intercambio (exchange) de criptomonedas más grandes del mundo ha disparado la demanda de estos pequeños artilugios.
Alejandro San Nicolás, experto en blockchain y criptodivisas de la Universidad Internacional de Valencia (IVU), resalta sus particularidades: “La principal diferencia es que son dispositivos de hardware que se pueden desconectar, y mientras estén así, la identidad virtual del usuario y las contraseñas de acceso a sus activos permanecen inviolables”.
Es una suerte de caja fuerte digital. “Como si vas al banco, sacas tu dinero y te lo llevas a tu casa”, cuenta San Nicolás. El “dinero debajo del colchón” de toda la vida.
De un día para otro todos los valores que albergaba FTX pasaron de estar valorados en miles de millones de dólares en criptomonedas a no ser nada. Cero.
Una pesadilla que ha desatado el pánico y que no está exenta de ingredientes que convierten este ‘criptofollón’ en una novela negra. Se especulaba que el fundador de la plataforma, Sam Bankman-Fried, había abandonado Bahamas y huido a Argentina, algo que después se desmintió.
Sea como fuere, los inversores han decidido buscar maneras de asegurar sus activos en estos pequeños ‘criptopinchos’. Una de las empresas que los vende, Ledger, no da abasto.
Uno de sus altos cargos, Ian Rogers, manifestaba al portal digital Bockworks que desde el pasado jueves, día del crash, sufren un aumento de la demanda sin precedentes. “Cerca del 40% de los usuarios bucaban mover de manera segura sus criptomonedas desde los exchanges a sus dispositivos de Ledger”, manifestó Rogers.
Tal fue el aluvión de peticiones que la web de la empresa sufrió un colapso que la dejó fuera de servicio durante una hora. Los precios de estas wallets digitales varían entre los 99 y los 399 euros. Aunque en otros portales se pueden encontrar a precios más reducidos.
Estas herramientas permiten tener un control total sobre los criptoactivos, y no entrañan más riesgos que los que el propio usuario pueda provocar, por ejemplo, olvidando sus contraseñas o invirtiendo en criptomonedas sin valor. “El mayor riesgo es que tengas en tu cold wallet cosas que no valen nada. Si tienes bitcoin, pues bien, sino, pues mal jugado”, concluye San Nicolás.