Qué significa si rechinas los dientes al dormir (y cómo solucionarlo)
Si estás pasando por una etapa complicada, como un divorcio o una mudanza, corres mayor riesgo de sufrir bruxismo.
Si alguna vez has oído a alguien chocando los dientes en mitad de la noche, sabrás lo horrible que suena. Así lo describió un usuario de Reddit: “Es uno de los sonidos más extraños que he oído. Como si fueran dos bloques enormes de hormigón rozando el uno con el otro”.
Este sonido se produce cuando una persona choca, masca o aprieta los dientes, un problema llamado bruxismo.
Aunque mucha gente piensa que rechinar los dientes de forma involuntaria es algo que solo sucede por la noche, también puede darse durante el día. Se estima que el 8% de los adultos lo hace y que el 33% de los niños rechinan los dientes o los aprietan mucho. Sin embargo, muchos médicos sospechan que la cifra es muy superior, ya que mucha gente ni siquiera sabe lo que hace cuando duerme. Estos son los posibles motivos:
El estrés y la ansiedad son los principales causantes de este problema, asegura el otorrinolaringólogo Michael Lerner. Cuando una persona sufre mucho estrés, su organismo libera adrenalina y cortisol, dos sustancias químicas que aumentan el ritmo cardíaco, suben la tensión y disparan el nivel de energía del organismo. Lerner explica que estos cambios intensos a veces provocan una tensión muscular excesiva en la mandíbula y los músculos masticadores que hace que algunas personas rechinen los dientes.
Otras personas simplemente aprietan la mandíbula cuando están estresadas, algo que “no es muy distinto de otras conductas provocadas por la ansiedad, como morderse las uñas, mesarse el pelo o agitar las piernas”, señala Lerner. Las pruebas demuestran que las personas que atraviesan una etapa complicada, como un divorcio, una muerte o una mudanza, corren mayor riesgo de sufrir bruxismo, al igual que aquellas que tienen una personalidad neurótica o de tipo A.
Algunos especialistas sospechan que el problema es aún mayor en las grandes urbes, donde los niveles de estrés están por las nubes.
“Las personas que viven en ambientes, comunidades o con trabajos estresantes son más propensas a rechinar los dientes para liberar algo de esa ansiedad. Quizás sea ese el motivo por el que tantos neoyorquinos rechinan los dientes, pero no está confirmado científicamente”, comenta el cirujano plástico y reconstructivo Derek Steinbacher.
Se piensa que determinados medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI) ―una clase de antidepresivos—, provocan bruxismo. Todavía no se sabe del todo por qué medicamentos como la fluoxetina, la paroxetina y la sertralina tienen este efecto, pero un estudio sugiere que se debe a que los SSRI afectan a los niveles de dopamina del cerebro, y esta es una sustancia química que ayuda a controlar la actividad muscular y motora.
Determinados antihistamínicos también pueden provocar bruxismo debido al efecto desinhibidor que tienen sobre una parte del cerebro que controla los ciclos del sueño y los ritmos circadianos, expone este estudio.
Si piensas que un medicamento es la causa de tu bruxismo, es posible que el médico pueda reducirte la dosis o recetarte otro.
Pueden influir el alcohol, la cafeína y el tabaco
Los investigadores han descubierto que el bruxismo durante el sueño es el doble de frecuente entre personas que beben alcohol, aunque los motivos siguen sin estar claros. Algunos especialistas en sueño sospechan que se debe al simple hecho de que el alcohol entorpece el descanso.
“El alcohol es malo en general. Ayuda a dormir antes, pero provoca un sueño más agitado e interrumpido”, sostiene el especialista en sueño Rafael Pelayo.
Cuando una persona sueña no puede rechinar los dientes, pero el alcohol impide que se llegue a la fase REM (movimiento ocular rápido), que es la fase en la que se producen los sueños, indica Pelayo. Eso significa que, en teoría, quienes beben son más propensos a rechinar los dientes porque tienen un sueño más ligero. La mayor parte de los episodios de bruxismo se producen en las fases 1 y 2 del sueño, las más ligeras, mientras que en etapas de sueño profundo es mucho menos probable que se manifieste.
Las personas que fuman también son más propensos a sufrir bruxismo. Un estudio descubrió que el bruxismo es dos veces más frecuente en fumadores que en no fumadores. Los motivos aún no se saben con certeza, pero se sospecha que la nicotina también afecta a los niveles de dopamina y, por tanto, a los movimientos musculares.
Además, dado que la cafeína es una sustancia estimulante, el chocolate, el café, los refrescos y otras bebidas energéticas pueden aumentar la actividad muscular y, por tanto, provocar bruxismo. Y, como sucede con el alcohol, el consumo de cafeína también está asociado a un sueño más ligero.
A menudo, el hecho de apretar los dientes es un síntoma de un problema maxilar, como una mordida anormal o desalineada o una falta de dientes. De nuevo, aunque se sabe que hay relación entre los problemas maxilares y el bruxismo, no se comprende la relación de causa y efecto, pero es posible que tenga que ver con cómo encajan los dientes de arriba con los de abajo.
“A menudo los dientes se juntan durante el sueño, pero si no están bien alineados, no encajan correctamente y se deslizan los unos sobre los otros, provocan ese rechinamiento”, expone Pelayo.
El 50% de las personas con bruxismo tienen un familiar directo que también rechina los dientes, señala Lerner. No obstante, pese a que parece haber una fuerte relación genética, los investigadores todavía no han identificado un gen específico que provoque bruxismo.
Si no duermes con nadie que te pueda decir lo que te pasa, el indicio al que debes prestar atención cuando despiertes es a si te duele la mandíbula o la cabeza de forma habitual. El dentista también puede determinar si tus dientes muestran señales de desgaste por fricción debido al bruxismo.
Si lo sufres, puedes probar varias soluciones. La primera es un protector bucal. Conviene invertir en uno bueno que el dentista adapte a tu boca. Te ayudará a mitigar los daños y a aliviar tensión muscular, afirma Lerner.
Si eso tampoco funciona, algunos médicos recomiendan ponerse inyecciones de bótox alrededor de la mandíbula. Aunque solo duran unos meses, pueden ser muy efectivas y aliviar dolores de cabeza por tensión, recomienda Steinbacher.
Aunque la genética pueda influir, también conviene dejar de beber alcohol y de tomar cafeína, ya que, en palabras de Pelayo, “no puedes cambiar tus genes, pero sí que puedes cambiar los factores de tu día a día”.
Si bien el bruxismo puede ser un problema muy doloroso para algunas personas, a menudo solo molesta al que duerme al lado, en cuyo caso la solución pasa por comprar unos tapones de oídos o una máquina de ruido blanco.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.