"Que se jodan mis víctimas" y otras confesiones salvajes de Bernie Madoff desde la cárcel
El autor de la mayor estafa piramidal de la historia fue condenado a 150 años de cárcel. Allí concedió varias entrevistas.
Bernie Madoff, el responsable de la estafa piramidal más grande de la historia, ha muerto a los 82 años en su prisión de Carolina del Norte, EEUU, donde quedó encerrado de por vida desde 2009.
El exinversor, fue juzgado y condenado a 150 años (una cadena perpetua de facto). Él mismo confesó su culpabilidad en un sistema de fraudes que alcanzó alrededor de 65.000 millones de dolares procedentes de miles de clientes, incluidos famosos como Steven Spielberg o Kevin Bacon.
Pocos meses después de su ingreso en el correccional de Butner, Madoff concedió una entrevista a The New York Magazine. La publicación estadounidense se adentró en el penal y conoció su vida entre rejas. El encuentro se repitió al año siguiente, en ambos casos con Steve Fishman como entrevistador.
En la cárcel, el antiguo gurú de las inversiones era otra persona. “Libre”, se reconocía, sin espacio para el remordimiento. Estas son las confesiones más salvajes que hizo en la doble entrevista:
- “Que se jodan mis víctimas”.
- “Los dirigí durante 20 años (a sus víctimas) y ahora tengo que cumplir 150”.
- Aprovecharse de ancianas es un poco jodido, ¿no?, le preguntaron. “Bueno, eso fue lo que hice”.
- “Un tipo quería invertir, y si yo decía que no, el tipo decía: ‘¿Qué, no soy lo suficientemente bueno?’”.
- “Ojalá me hubiesen atrapado hace seis u ocho años”.
- La vida en libertad “fue una pesadilla para mí”.
- “Imagínate ir a casa todas las noches sin poder decírselo a tu esposa, vivir con este hacha en la cabeza, sin decírselo a tus hijos, hermano, verlos todos los días y no poder confiar en ellos”.
- “Todos en el exterior seguían diciendo que yo era un sociópata. Le pregunté (a su terapeuta) ‘¿soy sociópata?’”.
- “Soy una buena persona”.
- “A todos les dije: ’No inviertas más dinero del que puedas permitirte perder. Este es el mercado de valores. Siempre hay cosas que pueden pasar [...] pero todo el mundo era codicioso. Yo Simplemente seguí, no es una excusa”.
- “Nos ganamos la vida muy bien. No necesitaba el negocio de asesoría de inversiones. Lo asumí y me involucré en él”.
- “Dejé que me convencieran de algo, y eso es culpa mía. Pensé que podría liberarme después de un corto período de tiempo. Pero simplemente no pude”.