¿Qué puedes hacer con tus mini-ahorros?

¿Qué puedes hacer con tus mini-ahorros?

Aunque sea poco dinero, puedes sacarle alguna rentabilidad.

Superada la cuesta de enero, ha llegado el momento de ponerte serio con una de las cosas de la lista de 2020 que te habías propuesto hacer: ahorrar. Aunque sea poco, pero lo vas a hacer. Has estado echando cuentas y estás decidido a destinar una pequeña cantidad al mes —20, 50, 100...— a mejorar tu economía a medio plazo.

Pero aunque la cantidad sea pequeña, tienes que cuidarla y guardarla a buen recaudo. Si es posible, y no lo necesitas a lo largo del año para cubrir algún imprevisto, cuando hayan pasado unos meses y ese dinerillo haya crecido, tendrás que plantearte sacarle algo de rentabilidad.

¿Cómo? Pues tienes varias opciones y se trata de encontrar la que mejor se acople a la cantidad y a tus necesidades vitales.

Son como una cuenta corriente en la que vamos metiendo nuestros ahorrillos mes a mes y el banco nos va dando una rentabilidad extra, bajita, pero una rentabilidad. Las hay que ofrecen hasta un 5% el primer año, así que si cada mes te has propuesto ingresar 50 euros... al final del mes, tendrás 52 euros. Menos es nada.

¡Por cierto, de estas cuentas puedes retirar tu dinero cuando quieras y sin penalización!

Cuando ingresas tu dinero en uno de estos depósitos te comprometes a dejárselo por un tiempo a cambio de una rentabilidad y con el compromiso de que no lo tocarás hasta que concluya el periodo que habías pactado con ellos —si no habrá penalización—. En este caso, la rentabilidad es mayor que en las cuentas remuneradas aunque casi todos exigen una cantidad mínima que seguramente estará fuera de tus expectativas.

¿Te acuerdas de cuando tu abuela te regaló aquel juego de toallas y albornoz que le habían dado en el banco? Pues había invertido en un depósito en especie. Con este producto bancario, en vez de darte una rentabilidad en forma de dinero a final del periodo pactado, lo que te dan es un regalo: una vajilla, una cubertería, una televisión...

Están ligados a índices o valores bursátiles con lo que la rentabilidad que saquemos depende de las fluctuaciones que sufran las acciones o bonos en bolsa en el plazo que se acuerde con la entidad bancaria. Si la cosa va bien, nos embolsaremos un buen dinerillo. Si no va bien, lo habremos intentado. Eso sí, confirma que el depósito que contrates asegura el 100% del dinero que has puesto.

Viendo tus ahorros crecer, más despacio o más deprisa, puede que llegue el momento de dar un paso más para que seguir multiplicando ese dinero... Es tiempo de pensar en los fondos de inversión.  

¿Qué no sabes lo que son? Pues es fácil... Consiste en juntar el dinero de mucha gente para que un grupo de expertos lo invierta de manera profesional buscando generar la máxima rentabilidad. Cada una de esas personas recibirá la parte proporcional de lo que haya puesto. Por ejemplo, si María pone 1.000 euros, Ana 500 euros y el fondo obtiene una rentabilidad del 5%, María habrá ganado 50 euros y Ana, 25. Hay fondos de todas clases y colores, más arriesgados, menos arriesgados, los que te garantizan tu dinero… Por eso es importante que antes de contratarlos investigues y elijas el que mejor se adapte a ti.

Si aún tienes dudas, Emilio Doménech y Kanye (el mejor perro de la historia) te lo explican con pelotas de ping pong.

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Mila Fernández es redactora de LIFE en 'El HuffPost' y editora de branded content. Antes, fue redactora de estilo de vida y gente en revistas femeninas —AR, LOVE y SMODA—, dirigió la revista Turismo Rural y trabajó delante del micro en Radio España. Puedes contactar con ella en mila.fernandez@huffpost.es