¿Qué pasa con mi reserva si hay un rebrote? ¿Cómo garantizan mi seguridad? Todo lo que tienes que saber antes de irte de vacaciones
Los ciudadanos afrontan los viajes de este verano llenos de dudas e incertidumbres por el miedo al coronavirus.
Se nota en el ambiente. Tras tres meses de cuarentena por el coronavirus, los españoles podrán moverse libremente por España y la Unión Europea a partir del domingo 21 de junio. Ese día termina el estado de alarma y, casualidades de la vida, empieza el verano. Muchos ciudadanos ya tienen preparadas las maletas, listos para marcharse en cuanto puedan.
Hay ganas de escaparse, pero las vacaciones no se van a parecer en nada a las vividas anteriormente. No solo por la crisis económica, sino por el miedo que tiene la gente y las dudas que genera el virus. Esas inseguridades y la incertidumbre laboral están detrás de que dos de cada tres españoles descarten irse este verano, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Aquellos ciudadanos que sí tienen previsto pasar unos días fuera de casa apuestan por el turismo nacional. Nueve de cada diez tiene intención de viajar por España, mientras que solo un 6% pretende ir al extranjero, según el CIS. La playa se sitúa como el destino favorito para la mitad de ellos. La forma de desplazarse también está clara: ocho de cada diez escoge su propio coche. Las segundas viviendas aparecen como la opción preferida para alojarse, seguida muy de cerca por los hoteles. El objetivo de todos ellos es descansar y desconectar, pero, a la vez, les asaltan multitud de dudas.
Un alojamiento limpio y seguro
Una de las dudas más frecuentes está relacionada con la limpieza de los hoteles. ¿Cómo puede estar uno seguro de que no se va a contagiar al irse de vacaciones? La seguridad al 100% nunca existe, pero sí la posibilidad de reducir los riesgos. Todos los alojamientos turísticos que hay en España tienen la obligación de garantizar unas condiciones de higiene y limpieza del establecimiento.
La Secretaría de Estado de Turismo, en coordinación con el Ministerio de Sanidad, ha elaborado 21 guías de especificaciones para prevenir el contagio de la covid-19, en lugares como restaurantes, hoteles, campings o parques de atracciones. Estos documentos incluyen especificaciones de cómo debe ser el servicio, la limpieza, la desinfección, el mantenimiento y la gestión del riesgo.
Antes de llegar al lugar de alojamiento, conviene haber consultado la guía concreta de ese tipo de establecimiento porque no es lo mismo alojarse en un hotel que en una casa rural, aunque hay cuestiones comunes.
“Los hoteles y los apartamentos turísticos no solo están obligados a la desinfección en las habitaciones, sino que la guía también dispone la limitación de material textil en las mismas y establece las reglas de higiene en el resto de las dependencias comunes”, señala Almudena Velázquez, codirectora legal de reclamador.es.
Cambios en recepción, habitaciones y zonas comunes
La segunda opción más escogida para alojarse por los ciudadanos que sí quieren irse de vacaciones es el hotel, según el barómetro del CIS. Por eso, te detallamos algunas de las medidas sanitarias de la guía del Ministerio para este tipo de establecimientos, que también se aplican para los apartamentos turísticos.
Cuando el cliente llegue al hotel, la recepción tiene que contar con un aforo máximo, se deben fijar marcadores en el suelo para garantizar la distancia de seguridad. Además, debe disponer de dispensadores de gel desinfectante y un termómetro sin contacto.
El Ministerio recomienda el pago con tarjeta y el uso de llaves electrónicas para acceder a las habitaciones. Si no fuera posible, se deben desinfectar, al igual que los mostradores y los bolígrafos de la recepción.
Las habitaciones tienen que reducir los textiles, incluidas las alfombras, y los objetos de decoración. Las mantas y almohadas adicionales que suele haber en los armarios deben estar protegidas. Las papeleras del baño han de tener tapa y contar con un pedal para poder abrirla sin tocarla.
El hotel tiene que desinfectar aquellos objetos que continúen en la habitación, una vez que el cliente deje el hotel, como el secador del baño, las perchas, el teléfono o el mando de la televisión.
Al igual que ocurre en la recepción, las zonas comunes deben contar con un aforo máximo establecido, garantizar la distancia entre clientes y disponer de dispensadores de gel desinfectante.
Si el hotel cuenta con servicio de restaurante, hay que evitar la opción de buffet libre y optar, en su lugar, por un empleado que sirva al cliente lo que le pida. Los camareros deben portar mascarilla y toda la vajilla ha de higienizarse en el lavavajillas.
Con el objetivo de que no se agrupen muchos clientes, los hoteles deben ampliar el horario de comida. Además, conviene eliminar todos los objetos compartidos como las aceiteras y los servilleteros. Si el cliente utilizara, por ejemplo, unas pinzas, estas tienen que limpiarse justo después.
Los gimnasios solo se pueden abrir si se pueden mantener las distancias de seguridad. Se deben evitar los ejercicios que impliquen contacto entre varias personas. Las máquinas tienen que limpiarse y desinfectarse después del uso de un cliente y antes de que la utilice otro.
La alternativa del turismo rural, también segura
Ante el miedo a la pandemia y a las grandes aglomeraciones que se producen en las playas, muchos ciudadanos optan por el turismo rural, que vive estos días un aumento de la demanda por parte de turistas nacionales. Las casas rurales también cuentan con su propia guía elaborada por el Ministerio.
Esta establece medidas como la obligación de que la persona encargada de recibir a los clientes lleve mascarilla. Asimismo, el alojamiento debe contar con mascarillas para dárselas al cliente, en el caso de que las solicitara.
Al igual que ocurría en los hoteles, estos alojamientos deben minimizar la decoración en las habitaciones. Se recomienda eliminar la papelera de la habitación para dejar únicamente la del baño, que debe contar con tapa, bolsa y pedal.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría en los hoteles, las mantas y almohadas adicionales deben retirarse de las habitaciones y entregarlas a los clientes en la recepción si estos lo piden.
Las zonas comunes tienen que disponer de dispensadores de gel desinfectante. En los aseos, se recomienda disponer de grifos que funcionen con un pedal o un sensor. Esto solo se aplica si la casa rural cuenta con varias habitaciones que se alquilan de manera separada.
Un consejo: busca este distintivo
El hotel o alojamiento turístico está obligado a seguir estas medidas de seguridad. Una vez finalice el estado de alarma, las comunidades autónomas son las encargadas de garantizar que se cumplan.
El Ministerio de Industria ha creado un distintivo, llamado Safe Tourism Compromise 2020, para identificar a aquellos establecimientos que se comprometen con estas medidas sanitarias. Si el consumidor hace su reserva en un hotel que cuente con esta etiqueta, tendrá unas mayores garantías.
Si el cliente llegara a un hotel y descubriera que las medidas de higiene no se cumplen tiene derecho a cancelar la reserva con la correspondiente devolución del dinero.
“Si el establecimiento no cumple las medidas de seguridad e higiene acordadas en relación a la covid-19, que son de obligado cumplimiento, podría ser motivo de resolución del contrato”, explica César Díaz Herranz, experto del área jurídica de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU).
“Si antes del coronavirus encontrase con un alojamiento que no cumplía con las reglas básicas de limpieza era causa de resolución del contrato, ahora con mayor motivo, porque supone un riesgo cierto para la salud del huésped. Recomendamos hacer fotografías del estado de la habitación y de los lugares comunes para justificar, si nos lo discuten, la falta de limpieza”, coincide Velázquez.
El establecimiento, además, se arriesga a sanciones si incumplen las normas de aforo, desinfección, prevención y acondicionamiento que determinen las autoridades. “En caso de incumplimiento de las normas previstas, podría acarrear la imposición de sanciones en aplicación de la Ley General de Salud Pública”, señala Díaz Herranz.
Cuidado a la hora de coger un vuelo
A partir de este domingo 21 de junio, los españoles y los europeos tienen libertad para moverse por España y por el espacio Schengen —que comprende la mayoría de países de la UE, además de Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza—, excepto Portugal. El resto de fronteras se abrirán el 1 de julio para fomentar la llegada de turistas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos países mantienen sus fronteras cerradas a los ciudadanos que viajen desde España, al tratarse de uno de los países más afectados por la pandemia. Algunos han cancelado las comunicaciones y otros imponen cuarentenas obligatorias a los recién llegados.
Por eso, antes de comprar un vuelo, conviene consultar la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación para descubrir qué tipo de restricciones tiene el país al que se quiere viajar.
Si un ciudadano quiere viajar a un país de la UE a partir del 21 de junio, puede consultar la página web Re-open EU, que ha creado la Comisión Europea en la que informa sobre la situación en el país en el que se pretende viajar.
Una vez seleccionado el país en el mapa puede comprobar cuestiones como si puede acceder en avión o en coche, si tiene que pasar cuarentena o si tiene restricciones para moverse por el interior. La información se actualiza constantemente, aunque siempre conviene revisar una segunda fuente de información.
La devolución del dinero
Aquellos consumidores que opten por reservar un vuelo para este verano, lo más recomendable es que contraten un seguro de viaje con una aseguradora que incluya la opción de cancelar los billetes. Así el cliente puede recuperar el dinero si se produce algún cambio que le impide volar.
Si, de repente, se produjera un rebrote en la pandemia y el ciudadano no pudiera coger ese vuelo porque las autoridades sanitarias han restringido de nuevo la movilidad, la aerolínea tendría que devolverle el importe sin que fuera necesaria la intervención del seguro.
“La rápida expansión del virus hace presumir que si existe un pico en una localidad determinada existe un riesgo muy elevado de que llegue a toda la provincia, por lo que volveríamos a encontrarnos en la misma situación de fuerza mayor que justificaría la cancelación de la reserva”, explica Velázquez.
¿Qué pasaría si surge ese rebrote y el cliente tiene una reserva de hotel realizada? “Todo dependería de las medidas que se adoptasen en caso de rebrote”, señala Díaz Herranz.
Si esto ocurriera, el cliente tiene que estar atento a las decisiones que tomen las autoridades sanitarias, porque no es lo mismo si solo se restringe la movilidad a si se vuelven a cerrar los hoteles.
“Si se volviesen a cerrar alojamientos turísticos o se impidiese el acceso a determinadas zonas geográficas, podría ser motivo de cancelación de una reserva ya que no se podría prestar el servicio. No obstante, los consumidores tienen que tener en cuenta que existe la posibilidad de rebrote lo que podría dar lugar a restricciones a la movilidad, pero que no impidiese el acceso al alojamiento reservado. Esto podría dificultar la reclamación”, explica Díaz Herranz.
Informarse sobre playas y piscinas
La pandemia del coronavirus también ha traído nuevas normas en playas y piscinas. Limitaciones de aforo, distancia de seguridad, zonas de entrada y de salida, necesidad de reserva u horarios más restringidos son algunos de los cambios que puede notar el viajero a la hora de irse a dar un chapuzón.
El problema es que no existe una normativa común que se aplique a todas las playas y las piscinas de España. Eso provoca que haya normativas muy diferentes, dependiendo del sitio que se visite.
A partir del próximo 21 de junio, las comunidades autónomas tendrán que establecer las medidas de seguridad que se aplicarán en las piscinas una vez se ha entrado en la nueva normalidad. En el caso de las playas, la gestión depende de los ayuntamientos y son ellos los que establecen las normas.
Por eso, lo más recomendable para evitar sorpresas es consultar la página web del ayuntamiento de la localidad a la que se quiera ir de vacaciones para. Allí podrá informarse sobre la situación de una playa o de una piscina en concreto.
Esperemos que disfrutes de las vacaciones sin ningún problema.