¿Qué hago si tengo mi dinero invertido en FTX? Claves del 'criptofollón' por su bancarrota
La plataforma, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares, ha anunciado su colapso definitivo. El mundo de las criptomonedas ha sufrido una dura sacudida.
FTX, la plataforma de exchange, el lugar donde acuden todos aquellos interesados en comprar y vender criptomonedas, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares, ahora mismo vale cero.
No hay dinero, c’est fini. Para los inversores y accionistas que tuvieran su liquidez dentro se avecina un panorama diabólico para recuperar sus fondos. Pero por partes:
¿Qué hago si tenía mi dinero en FTX?
“Habrá que demandar, y a partir de ahí ver qué sucede”, explica a El HuffPost Fernando Navas Cusí, del despacho de abogados especializado en criptomonedas Navas & Cusí.
¿Qué demanda habrá que imponer? “Una de nulidad o de daños y perjuicios”, prosigue Navas, sin embargo, el panorama es tan explosivo, que poco más se puede aventurar, ya que a juicio del letrado “aún no sabemos si va a haber alguien dispuesto a hacerse cargo”.
La demanda podría interponerse en España, aunque hay mil cabos sueltos que aún hay que atar. “Habrá que ver el sistema que tiene FTX y ver dónde se pone. Siendo español yo intentaría ponerla aquí, aunque luego quizás habrá que montar una estructura para ponerlas también en EEUU”, opina Navas.
¿Y cuánto puede tardar en resolverse una demanda como esta? “Es muy difícil de vaticinar, pero como mínimo, tomando en cuenta el sistema judicial español, diría que un año”, aclara el abogado.
¿A qué viene todo el ‘criptofollón’?
Alejandro San Nicolás Medina es experto en criptomonedas y blockchain de la Universidad Internacional de Valencia (IVU), lo explica, para empezar, con un símil terrenal. “Es como si vas a un casino y compras fichas, juegas con ellas y cuando vuelves a la caja a intercambiarlas por tu dinero te dicen que no les queda”, cuenta San Nicolás.
En el caso de FTX, para que el dinero pueda retirarse, primero tiene que estar ahí, lo que ocurre es que la plataforma se ha descapitalizado por completo y se ha “fundido”, en palabras de San Nicolás, “toda la liquidez de respaldo para garantizar las retiradas”.
La compañía ha anunciado, a través de un comunicado, que el cargo de consejero delegado será asumido por John J. Ray III y dijo Bankman-Fried y numerosos empleados de la firma continuarán trabajando para asistir al nuevo máximo responsable y a profesionales independientes durante el proceso de quiebra.
El movimiento se dio a conocer horas después de que las autoridades de Bahamas, donde FTX tiene su sede, congelasen los activos del grupo y diesen los primeros pasos para nombrar a un encargado de liquidar una de sus entidades.
FTX desembarcó en Bahamas en 2021 desde Hong Kong, donde había comenzado a operar y se había establecido como una de las plataformas de más éxito en el sector de las criptomonedas.
El proceso afectará a unas 130 empresas afiliadas, incluida su firma de inversiones Alameda Research, pero no a las filiales Ledgerx.LLC, FTX Digital Markets, LTD, FTX Australia y FTX Express Pay.
Pero, ¿entonces el dinero se ha evaporado?
Rotundamente no. “El dinero no se evapora”, zanja de primeras Navas. El funcionamiento de FTX es centralizado, a diferencia de otros exchanges, y según se ha podido saber sobre su caso, invirtió parte del dinero de sus accionistas en capital riesgo. Otros exchanges, como Binande, basan su beneficio en las comisiones que cobran por las transacciones que se hacen en ellas. FTX funciona de una manera similar a un banco.
“Se dedicaba a la inversión, en su momento inyectó varios billones en Alameda Research, una empresa de inversión que se hundió con otras estafas de criptomonedas millonarias como Terra o Luna”, apunta Navas.
El dinero de esas inversiones FTX lo sacaba del dinero que sus accionistas e inversores ingresaban en ella. Hasta que esas inversiones han resultado ser un fiasco y se han pasado de la raya, ya que la plataforma se ha quedado sin fondos para garantizar el retorno a sus clientes.
Sin embargo, Navas apunta a que no se trata solamente de inversiones que hayan salido mal, el dinero se puede haber ido también por otras sendas. “Los directivos de FTX cuentan con cientos de millones de dólares en patrimonio en las Bahamas”, cuenta el abogado.
Quiebras y mafias
El experto de la IVU, San Nicolás, tiene claro que este hundimiento marca un camino en el que, poco a poco, el número de plataformas de exchange se va a ir reduciendo.
“Al final van a quedar Binance y alguna más, las descentralizadas, porque está claro que si al final te conviertes en un banco, al final pasa lo que pasa, las descentralizadas se llevan comisión, pero ya está”, aventura San Nicolás.
Sin embargo, la sacudida puede tener consecuencias inesperadas. “Por una parte van a quebrar más exchanges, pero también muchas mafias de criptomonedas van a quedar al descubierto”, afirma Navas.
La gran mayoría de estafas ocurren en estas plataformas, continúa el abogado, por medio de llamadas engañosas por parte de supuestos agentes de inversión que te dicen que metas tu dinero en X sitio y luego desaparecen, dejando colgadas, y en muchos casos endeudadas, a sus víctimas.
″Las cuentas están bloqueadas, y si el FBI se mete, van a acceder a muchísima información de estas redes de estafa, ahí están sus direcciones IP, cuentas bancarias, tarjetas de crédito...”, asegura Navas, que aventura que, de hecho, habrá personas que puedan recuperar su dinero.
A no ser, aclara el letrado, que desde FTX, antes de su estallido, se hubieran puesto en contacto con estos individuos para avisarles y que maniobraran para borrar su rastro. De no ser así, los directivos de FTX deberían agenciarse un buen lugar donde esconderse o acogerse a un programa de protección de testigos como los que se ven en las películas americanas, bromea Navas.
Un final de película.