Qué ha llevado a Christian Gálvez a convertirse en un experto mundial en Leonardo Da Vinci
El presentador de 'Pasapalabra' ha publicado un libro en el que investiga sobre el rostro del genio y participará en un congreso internacional.
Christian Gálvez se cuela en los hogares de millones de españoles cada tarde a través de Pasapalabra, el concurso de Telecinco. Muchos conocen su habilidad como comunicador y su dicción veloz, pero no muchos saben que hace años quiso ser maestro y que ahora es un experto en la figura de Leonardo Da Vinci.
Tanto es así que esta semana ha sido reconocido como experto mundial en el genio renacentista y ha sido invitado a acudir al congreso internacional el Proyecto Leonardo que tendrá lugar en Florencia (Italia) en mayo, cuyo objetivo es estudiar la viabilidad de la exhumación del cadáver de Da Vinci.
No acaban ahí las buenas noticias: este miércoles llega a las librerías su cuarto libro de no ficción, Leonardo Da Vinci. Cara a cara (Aguilar), en el que pone en cuestión el que hasta ahora se ha considerado el verdadero rostro del genio —un supuesto autorretrato custodiado en la Biblioteca Real de Turín—, mientras que encuentra similitudes faciales entre otras dos obras (la Tavola Lucana y un retrato atribuido a Francesco Melzi) y seis dibujos de la Biblioteca Nacional de España.
Esta última institución ha sido el escenario en el que ha presentado su investigación ante algunos de los expertos que han colaborado en ella, desde especialistas en Da Vinci hasta técnicos en morfopsicología de la Guardia Civil, en Medicina legal y forense, en Antropología y en Biología forense. A todos ellos ha dado profusamente las gracias además de a su mujer, la exgimnasta Almudena Cid, "pilares que sostienen la cúpula cuando esa cúpula comienza a ceder", afirmó.
Su compañero de cadena Pedro Piqueras —curiosamente, un apasionado de la figura de Cristóbal Colón— fue el encargado de introducir el acto. "Es un tipo muy listo y muy provocador", elogió a Gálvez, quien aseguró que son dos los motivos que le llevan a compaginar su profesión televisiva con su faceta investigadora: "Uno: me hace feliz. Y dos: porque creo que me hace mejor persona".
KARMA E INSPIRACIÓN
Christian Gálvez aclaró que el reconocimiento recibido esta semana "no es un folio que tenga que enmarcar y dárselo a su madre", sino que "no significa el final, sino el principio". Su interés en Da Vinci y en ponerle cara viene de largo. Según relató a El Huffington Post nació en Milán cuando vio La última cena, pintada por el maestro.
Se presentó sin entrada. "Llegué y era imposible acceder. Me dijeron 'La única posibilidad que tienes es que en el último grupo falte alguien y te den la entrada, pero nunca ha pasado'. Total, que pasó y me metí con ellos", relató.
"Hay una verja, picas el ticket, giras a la izquierda, se abren unas puertas antibalas, entras, se cierran, se abren otras...", rememoró a la velocidad de la que hace gala en Pasapalabra. "Intenté ponerme el primero hasta que me di cuenta de que, cuando fui a pagar la entrada, me dijo la chica: 'No, si cuesta un euro. Si somos de educación especial'. Era un grupo de niños italianos con síndrome de Down, tres de ellos en silla de ruedas. Y yo me había metido como un gilipollas... Me había colado".
"Cuando se abren las puertas me coge una niña pequeña y durante los 15 minutos que dura la visita, la niña estuvo mirándome todo el rato. Al salir me dijo mi repre: 'Esto es el karma, como haces cosas con asociaciones de síndrome de Down te lo han pagado de esta manera", contó emocionado.
En un primer momento quiso elaborar una biografía de Da Vinci, pero leyó la de Charles Nicholl y pensó que la mejor ya estaba hecha: "Dije, 'Hagamos ficción'. Pero no había ninguna novela de Leonardo que me enseñase al hombre y no al genio. A la hora de escribir al Leonardo humano no le puse la cara que todo el mundo le pone. Ahí empecé la investigación". El resultado son 750 páginas prologadas por Ross King, escritor de bestsellers de arte con multitud de datos, fuentes e imágenes que arrojan luz sobre los verdaderos rasgos del polímata.
"Siempre, en todo lo que nos rodea, hay más de lo que los ojos ven", recalcó Gálvez, quien anima a todos a contagiarse del espíritu del genio: "Cuando un niño, un adolescente o un adulto encuentra algo y dice '¡Uy, esto no me cuadra!' y le apasiona de verdad, que se ponga a investigar independientemente del resultado. Lo bonito es el camino".