Qué es la linfadenopatía, uno de los efectos secundarios de la vacuna frente al covid
El coronavirus ha venido para quedarse y la vacuna sigue siendo recomendable, cuando es necesario, para blindarse frente al virus.
Cada vez está más claro que el coronavirus ha llegado para quedarse. Lo especialistas sanitarios insisten en que el peligro no se ha ido y la pandemia, aunque ya no lo parezca, sigue dejando fallecidos tras de sí. Por ello las vacunas, afirman los expertos, continúan siendo recomendables —siempre siguiendo el protocolo sanitario— para blindarse frente al virus.
Desde el inicio de la campaña de vacunación hasta el 11 de septiembre de 2022 se han administrado en España 102.965.566 dosis de vacunas frente a la covid-19, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Esto corresponden a un total de 41.277.105 personas que han recibido al menos una dosis.
Mientras, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, señaló a principios de noviembre que las subvariantes BQ.1 y BQ.1.1 de ómicron serán las mayoritarias en los contagios a finales de noviembre o principios de diciembre. El virus muta y, con él, las vacunas van también adaptándose.
Pero, como en muchos medicamentos, la vacunación puede presentar efectos adversos durante las primeras 24 horas tras la administración de la inyección. Entre ellos, con la tercera dosis se ha presenciado el repunte de uno que ya era común en las vacunas iniciales de Pfizer y Moderna: la linfadenopatía.
Los efectos secundarios más comunes
Aunque en menor proporción, también se ha observado un incremento en la incidencia de linfadenopatías, con mayor presencia entre los menores.
Qué es la linfadenopatía
También conocida como adenopatía, la lindadenopatía es una inflamación de los ganglios. Estos están presentes a lo largo del cuerpo y son una parte importante del sistema inmunitario. Además, ayudan al cuerpo a reconocer y combatir microbios, infecciones y otras sustancias extrañas.
El agrandamiento de los ganglios normalmente aparece en áreas como la zona occipital y las áreas supraclaviculares en el cuello. Ahora bien, también pueden darse en las axilas e ingles.
En la mayoría de los casos, la aparición de estos bultos tras la administración de la vacuna no tiene mayor importancia, más allá de resultar molestos, y la inflamación remite al cabo de unos días.