¿Qué cosméticos deberías comprar en la farmacia?

Desde hace unos años los productos de belleza han ido ganando espacio en las estanterías de muchas farmacias. Sobre todo para hacer hueco a los tratamientos anticelulíticos, antiedad, despigmentantes o unificadores del tono.

Por eso, los ingredientes específicos contra la flacidez, los que poseen efectos tensores, los productos contra la caída del cabello, los que se encargan de la elevación y tersura de pechos (e incluso de los glúteos), los que combaten la grasa localizada... son los que se llevan el trozo más grande de la tarta, ocupando los primeros puestos en las listas de best sellers de las farmacias.

Hablamos del ácido hialurónico, para hidratar la piel; del retinol, para acelerar los procesos de renovación celular; de las vitaminas B y C, para mejorar la barrera de la piel y ejercer de antioxidante respectivamente; o de los ácidos glicólico, láctico y salicílico, que afinan y descongestionan la dermis. Así que, los cosméticos que incluyan una alta proporción de estos activos en su etiqueta de ingredientes (recuerda que siempre aparecerán en orden, de mayor a menor cantidad) serán los más interesantes.

Tenemos que explicar que unos y otros no son excluyentes. Ni siquiera rivales, porque entre unos y otros existen grandes diferencias debido al método de elaboración. Los cosméticos de consumo habitual son mucho más accesibles, tanto que en ocasiones puedes incluirlos hasta en la lista de la compra del supermercado. Por su parte, los productos de farmacia, los dermaceúticos, garantizan una alta capacidad bioquímica e incorporan sustancias que sabemos que tienen actividad fisiológica pero que, por diversos motivos, no pueden ser catalogadas como medicamentos.

Además, la farmacia aseguran que los principios activos van a aparecer en niveles superiores con respecto a los cosméticos habituales, por lo que por lo general lograrán un efecto mucho más eficaz sobre la piel.