Procesan al tío del presidente sirio Al Assad por el blanqueo de más de 600 millones del expolio de su país
Fundamentalmente con la compra de inmuebles en la Costa del Sol (Málaga).
El juez José de la Mata ha propuesto juzgar a miembros de la familia del Bashar Al Assad, en concreto Rifaat Al Assad, tío del presidente sirio, a sus 2 mujeres y 8 de sus hijos por blanquear más de 600 millones de euros “depredados” de Siria, fundamentalmente con la compra de inmuebles en la Costa del Sol (Málaga).
Además de a él y a sus 10 familiares, De la Mata propone sentar en el banquillo a tres presuntos testaferros que formarían parte de la red con la que, según él juez, esta trama se ha dedicado desde los años 80 a “ocultar, transformar y blanquear” en distintos países europeos “fondos ilícitamente depredados del Tesoro nacional sirio”.
En el auto de transformación de las diligencias en procedimiento abreviado, el magistrado de la Audiencia Nacional procesa a estas 14 personas por delitos de blanqueo y de asociación ilícita o pertenencia a organización criminal.
Después de analizar el papel de cada uno de los investigados, el juez concluye que reúnen los requisitos de integrantes de una organización criminal, con carácter estable en el tiempo, que se ha servido de paraísos fiscales, de instrumentos societarios y de cientos de sociedades en cascada administradas por la familia, así como testaferros, hasta que se ha producido el bloqueo de su actividad, tanto en España como en otros países europeos.
Esquilmar el Tesoro Nacional
Rifaat Al Assad se marchó de Siria en 1984 y se concertó con su hermano, el entonces presidente del país, Hafez Al Assad para esquilmar el Tesoro nacional, llevándose consigo alrededor de 300 millones de dólares.
Además de esas cantidades “ilícitamente depredadas del tesoro sirio en 1984”, De la Mata añade que en la década anterior, en los años 70, Rifaat al Assad obtuvo también ingentes recursos ilícitos de múltiples actividades delictivas como la extorsión, amenazas, contrabando, expolio de riquezas arqueológicas, usurpación de inmuebles y tráfico de drogas.
Las primeras adquisiciones de los Assad en España se sitúan en 1986, con la compra de 244 plazas de garaje a través de una sociedad gibraltareña. El dinero malversado de Siria lo fue invirtiendo en inmuebles y negocios en la provincia de Málaga, especialmente en puntos estratégicos de la Costa del Sol.
En la localidad de Benahavís adquirió una finca de 33 millones de metros cuadrados. La investigación judicial le atribuye en España 507 propiedades por valor de 695 millones de euros.
Estrategia de ocultación
Desde los años 80, según el juez, puso en marcha una estrategia de ocultación, transformación y blanqueo de todos esos capitales ilícitos en distintos países europeos.
El auto destaca el alto poder adquisitivo y elevado nivel de vida de los investigados como lo demuestra la compra de propiedades de lujo fuera del alcance económico incluso de personas con alto poder adquisitivo, “estando estos bienes únicamente disponibles a personas multimillonarias”.
El juez menciona tres embarcaciones vinculadas a la familia, la compra de un avión privado Boeing 727 propiedad de Rifaat, así como varios vehículos blindados y otros de alta gama.
También hay indicios de que posee patrimonio en Gibraltar, Suiza, Panamá, Jersey o Guernsey, y en Reino Unido tiene, entre otras propiedades, la residencia privada más grande después del Palacio de Buckingham.
Sociedades administradas por sus 8 hijos
En el caso de España, Rifaat Al Assad ha ocultado su importante patrimonio a nombre de diferentes sociedades administradas por sus 8 hijos y por dos de sus esposas.
De la Mata detalla el rol de cada una de estas personas dentro de la organización criminal, donde destaca el papel de los hijos y también “el apoyo determinante de legiones de asesores en todas las fases de su implementación, para la ocultación, transformación y blanqueo de todos esos capitales”.
El juez rechaza la alegación de la familia Al Assad, de que sus bienes proceden de regalos de la familia real de Arabia Saudí porque la investigación realizada por el juzgado ha acreditado que las adquisiciones inmobiliarias no proceden de donaciones saudíes.
A partir de ahora el fiscal dispone de diez días para solicitar la apertura de juicio oral formulando escrito de acusación o el sobreseimiento de la causa.
Además de este procedimiento, Al Assad tiene abierto en Francia juicio oral por blanqueo y en Suiza se le investiga por crímenes de lesa humanidad.