Tras el ataúd de la reina se han situado sus hijos, Carlos III, la princesa Ana, el príncipe Eduardo y el príncipe Andrés. Tras ellos y juntos, en un gesto de reconciliación, el príncipe de Gales, Guillermo, y el príncipe Harry acompañados de su primo, Peter Phillips. Por su parte, la reina consorte, Camilla Parker Bowles, la princesa de Gales, Kate Middleton, y la duquesa de Sussex, Meghan Markle, acudieron a la abadía en varios coches.
Para los que siguieron el desfile, hubo un detalle que llamó especialmente la atención: tanto el príncipe Andrés como el príncipe Harry iban en smoking y no con uniforme militar como sí lo han hecho el príncipe de Gales, la princesa Ana, el príncipe Eduardo y, por supuesto, Carlos III.
Esto se debe al protocolo marcado por Buckingham, que solo lo permite para “miembros activos de la casa real”. Sin embargo, para el príncipe Harry estas normas a seguir eran solo para el funeral de Estado y podría haberlo llevado en estos días de luto previos.
Desde Sussex, un portavoz informó que no iba a llevarlo horas antes del desfile fúnebre. “El príncipe Harry usará un traje de mañana durante los eventos en honor a su abuela”, señaló.
Además, desde esta institución recordaron que su servicio militar no está regido por el uniforme. “Su década de servicio militar no está determinada por el uniforme que usa y pedimos respetuosamente que el enfoque permanezca en la vida y el legado de su majestad la reina Isabel II”, enfatizaron en un comunicado a la prensa.
El rey Carlos III, el príncipe de Gales, la princesa Ana, el príncipe Harry y el príncipe Andrés en la llegada del féretro a Westminster.WPA Pool via Getty Images
Ambos han lucido eso sí sus insignias sobre el traje de civil, algo que también sucedió en el funeral de Felipe de Edimburgo, en el que se optó porque todos fueran en traje civil para que así no hubiera ninguna nota discordante.
De hecho, a nivel militar, tanto Harry como Andrés fueron los únicos miembros de la familia real británica, además de Felipe de Edimburgo, en participar en misiones de combate en el extranjero. En concreto, el duque de Sussex luchó en Irak y Afganistán y ha dedicado gran parte de su vida como royal a poner en marcha iniciativas para los militares veteranos y en activo como la de los Juegos Invictus.
En la vigilia del sábado previo al funeral, tanto Harry como Andrés pudieron lucir sus uniformes militares, algo que no pueden hacer en el funeral de Estado de este lunes. Sin embargo, tal y como ha indicado la analista de comunicación política y moda Patrycia Centeno en Twitter, hubo una diferencia significativa entre ambos.
A Harry, que también fue desinvitado de la recepción en Buckingham, le retiraron las iniciales de la reina de las hombreras al no ser miembro en activo de la familia real, sin embargo, al príncipe Andrés acusado por abusos sexuales a menores, se las mantuvieron.
Los príncipes de Gales, Guillermo y Kate, abandonan la capilla ardiente al terminar el oficio religioso.
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Los hijos y nietos de la reina saludan al féretro a su paso. El rey Carlos III, la princesa Ana y el príncipe Guillermo, con saludo militar; el príncipe Andrés y Harry, vestidos de civil, inclinan la cabeza en se&ntil...
El féretro con los restos de la reina ha sido cubierto con la corona de Escocia, la pieza más antigua de Reino Unido, el estandarte real y una corona de dalias y rosas blancas.
El tercer hijo de la reina Isabel II, el príncipe Andrés, y tras él, el príncipe Harry. Ellos son los dos únicos miembros del cortejo principal que no lucían uniforme militar.
El ataúd de la reina Isabel II llega al Salón de Westminster donde ha quedado instalada la capilla ardiente hasta el lunes 19, cuando se celebrará el funeral de estado.
Los príncipes de Gales, Guillermo y Kate, y los duques de Sussex, Harry y Meghan, en un momento del oficio religioso celebrado por el arzobispo de Canterbury.
Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es