12 consejos para mejorar tus preliminares (que no son los típicos de siempre)
"Todo aquello a lo que nos referimos como preliminares puede ser una experiencia completa en sí misma".
Si eres de los que piensan que los preliminares son un simple trámite (o te los saltas directamente), presta atención a todo lo que te pierdes. Añadir y mejorar los preliminares marcará un antes y un después en tu vida sexual.
Antes de nada, hay que aclarar que algunas acciones consideradas como preliminares (masturbación mutua, sexo oral, uso de juguetes) pueden ser autosuficientes sin necesidad de añadir después el sexo con penetración.
El sexólogo clínico y educador sexual Lawrence Siegel señala que el problema lo crea el propio término preliminares.
“Reafirma la idea de que la penetración es el ’plato principal”, explica. Todo lo que ayude a intensificar el deseo sexual es bueno, pero todo aquello a lo que nos referimos como preliminares puede ser una experiencia completa en sí misma”.
“A mí me gusta pensar en los preliminares como una forma de crear una conexión erótica centrada en la estimulación, tanto la tuya como la de tu pareja, y simplemente disfrutar de la excitación”, expone.
Además, los preliminares tienen el poder de volver más placenteros los actos sexuales, sean cuales sean. El contacto físico en los genitales, por ejemplo, es placentero si ya te has excitado, pero, de lo contrario, puede ser doloroso.
“Por eso no hay que ir directamente a los puntos sensibles: los pezones, el clítoris, el glande...”, sostiene Siegel. “Tienen que entrar poco a poco en calor para que las sensaciones sean placenteras y no irritantes”.
A continuación, varios expertos te revelan algunos de sus consejos, más allá de los típicos de siempre.
“Durante demasiado tiempo, los preliminares se han entendido como un juego previo a la penetración: chupa aquí, toca allá, susurra esto... Pero los preliminares también pueden ser pequeñas acciones del día a día con las que demuestres tu deseo por tu pareja como persona: poner la lavadora, ir a buscar a los hijos al colegio, pagar una factura a tiempo... Y, evidentemente, no hagas nada que os complique aún más la vida, como incumplir promesas o no ser de fiar. Ser amables y considerados es otra forma de ser atractivos”. — Tom Murray, terapeuta sexual, matrimonial y familiar.
“Jugad a confesar pequeños vicios o fantasías que os gustaría probar, pero que os pone nerviosos. Luego, elegid una noche para dar el paso. A veces, un empujoncito es lo único que necesitamos para probarlo. Simplemente habladlo antes y pactad una palabra de seguridad para interrumpir la actividad, si fuera necesario”. — Nazanin Moali, terapeuta sexual y presentadora del podcast Sexology.
“Los cinco sentidos nos mantienen anclados al presente. Por ejemplo, presta atención a la respiración de tu pareja cuando os estéis besando y escucha cómo contiene la respiración antes de que le hagas algo. A veces, un perfume o incluso el olor del detergente de su ropa puede calentar los preliminares.
Poneos delante de un espejo y mirad cómo reaccionáis a cada caricia. Prestad atención a la ternura de los labios, la firmeza de los pezones, la humedad de la lengua y la suavidad de la piel”. — Goody Howard, sexóloga y educadora sexual.
“Los preliminares pueden empezar sin siquiera estar juntos. Estimular mentalmente a tu pareja antes de vuestro encuentro es una experiencia infravalorada. Imagina la excitación que sentirías si ahora tu pareja te mandara un mensaje caliente. Palabras de deseo, fotos sugerentes o, directamente, una descripción detallada de lo que te va a hacer”. — Robin Wilson-Beattie, defensora de la sexualidad de las personas con discapacidades.
“Los preliminares consisten en intensificar el deseo, y eso también lo puedes conseguir diciéndole a la otra persona que no te vas a dejar hacer nada. Puedes incluso mandarle fotos de lo que no va a poder tocar cuando llegue a casa. Incluso cuando estéis los dos desnudos, sigue jugando a negarle tu cuerpo. Esa clase de tentación aumenta el suspense e intensifica la pasión”. — Siegel.
“Todo el mundo ha oído hablar del strip-poker o de algún juego del mismo estilo, pero pocos lo incorporan a su vida sexual. Sin embargo, estos juegos le añaden un carácter lúdico al sexo y recuperan la pasión”. — Eva Bloom, educadora sexual y YouTuber del canal What’s My Body Doing?.
“Recuerda: un mejor sexo no siempre depende de una mayor excitación. Mucha gente se centra la excitación y muy poca en controlar el estrés.
Piensa en las cosas que te están impidiendo disfrutar de los preliminares. Es mucho más sencillo quitar las sábanas sucias y poner las limpias que encontrar otro trabajo que no te agote mentalmente, pero quitarte de encima una distracción ya es un avance”. — Chris Maxwell Rose, fundadora de PleasureMechanics.com y presentadora del podcast Speaking of Sex With The Pleasure Mechanics.
“Ya lo sé, ya lo sé. Cosificar suena feo, y las mujeres han sido cosificadas sexualmente durante siglos. No obstante, el hecho de que tu pareja y tú os veais como objetos sexuales es fundamental para el deseo. Obviamente, nadie quiere ser solo un objeto, a todo el mundo le gusta que valoren las múltiples capas de su identidad en toda su complejidad, pero si no cosificas a tu pareja en la cama y animas a tu pareja a cosificarte también, se os esfumará el deseo”. — Murray.
“Desnudarse en el agua es muy excitante. Sobre todo si es a escondidas en un hotel, en la piscina de un complejo de apartamentos o incluso por la noche en la playa”. — Moali.
“Mientras estáis juntos en la cama, que uno de los dos (o los dos, por turnos) lea literatura erótica en voz alta. Es una experiencia muy íntima que os ayudará a excitaros y os dará ideas. También sirve para las relaciones a distancia. Iniciad una videollamada y poneos manos a la obra”. — Bloom.
“Es muy sencillo pasar directamente al sexo aprovechando la excitación del momento, pero con estas prisas no vais a acabar satisfechos. Echad el freno. Besaos antes de desnudaros. Daos un masaje por turnos. Cuantas menos prisas tengáis, más disfrutaréis”. — Maxwell Rose.
“Con los cambios de temperatura, estimularéis los nervios sensoriales de la piel e intensificaréis la excitación. Para jugar con el frío, usad cubitos de hielo o consoladores recién salidos del congelador (sobre todo los de cristal). Para el calor, probad a derramar cera derretida de una vela sobre el cuerpo de la otra persona o probad un lubricante de efecto calor”. — Moali.
Este artículo ha sido publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.