PP, Vox y Cs intentan, sin éxito, que Batet suspenda la votación de la reforma del Gobierno
La presidenta del Congreso dice que al no haber recibido escrito del Constitucional, no tenía "obstáculo" para celebrar la votación.
La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha rechazado las peticiones de PP, Vox y Ciudadanos de aplazar el pleno extraordinario previsto este jueves para votar una amplia reforma impulsada por el Gobierno para eliminar el delito de sedición y rebajar las penas del de malversación, que también implica cambios en el Poder Judicial.
Al inicio del pleno extraordinario, los tres partidos han pedido a la presidenta de la cámara que suspenda el pleno hasta que el Tribunal Constitucional decida el próximo lunes si se admite el recurso del PP en el que pide frenar de forma cautelarísima los cambios previstos en la norma en el modo de elección de los magistrados del Tribunal Constitucional por parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
“No hay razón ni hay obstáculo para no continuar con el procedimiento legislativo previsto”, ha señalado Batet, que ha rechazado suspender el pleno “en defensa de la autonomía parlamentaria”, de la “potestad legislativa de esta cámara” y del “debate, que no responde más que a una democracia deliberativa y al poder legislativo”.
Batet ha acordado seguir adelante con un “pleno reglamentariamente convocado” entre las críticas del PP, Vox y Ciudadanos, una decisión que ha provocado la salida de los diputados del partido de Santiago Abascal.
La presidenta del Congreso ha explicado que nadie había informado a la Mesa del Congreso de los recursos ante el Constitucional, y ha destacado además que las peticiones de reconsideración de los grupos no tienen carácter suspensivo de los procedimientos parlamentarios.
El primero en tomar la palabra para solicitar el aplazamiento del pleno ha sido Iván Espinosa de los Monteros, que ha recordado que tanto su partido, Vox, como el PP han presentado sendos recursos de amparo al TC.
Algo que también ha apuntado la portavoz del PP, Cuca Gamarra, que ha subrayado asimismo que, si el pleno seguía adelante, se verían afectados de forma grave los derechos de los diputados.
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, se ha sumado a las peticiones y se ha dirigido a Batet con las mismas palabras, que, ha recordado, dirigió a Carme Forcadell en 2017 -condenada por el Tribunal Supremo-, cuando presidía el Parlament y se debatía la independencia catalana: “No permita esto”.
Desde la extrema derecha, su presidente, Santiago Abascal, ha acusado a la prensa y a los partidos de izquierdas de someter a los jueces “a una presión insoportable” que, según el líder ultra, ha provocado el aplazamiento de la decisión del Constitucional.
El máximo responsable de Vox cree que el cambio en la elección de los jueces llevado a cabo por el Ejecutivo “es inconstitucional” y que “España y la Constitución están a los pies de los caballos y en manos de un Gobierno que no cree” en la Carta Magna.
Tras acusar a los diputados de “amenazar” a los jueces desde la tribuna y a la prensa de izquierdas de colaborar con la presión a los magistrados, Abascal ha afirmado que su formación hará “todo” lo que esté en su mano “para defender y censurar al Gobierno”.
Entre estas medidas, ha anunciado Abascal, escritos a la Mesa del Congreso, recursos ante el Constitucional y “querellas ante el Supremo”, que podrían ir dirigidas a la mismísima presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
Además, no ha descartado la movilización en las calles.
Eso sí, sobre la moción de censura, Abascal ha explicado que aún no tiene candidato ni fecha para presentarla.