Castilla y León, a contracorriente: el PP y Vox trabajan ya para resucitar la nuclear de Garoña pese al rechazo de los propietarios
La Junta gastará dinero público para licitar un estudio de viabilidad para su reapertura. Vox ya pone fecha a la Garoña 2.0, mientras desde el PP dejan su decisión en manos de los propietarios que en un principio dicen que "es inviable".
En medio del debate por el ahorro energético ha resurgido la polémica sobre el uso de la energía nuclear. Mientras que el Gobierno mantiene su postura y descarta en su plan potenciar este recurso, desde la derecha y la ultraderecha plantean la alternativa y así lo han dejado ver públicamente con el ejemplo de Castilla y León.
Recientemente, Pedro Sánchez cuestionaba tras las declaraciones de Ayuso al respecto: “Estaría bien que la señora Ayuso nos dijera en qué pueblo de la Comunidad de Madrid quiere construirla (la central nuclear)”. Sin embargo, la propuesta más real estaba unos cientos de kilómetros al norte de la capital, en Santa María de Garoña (Burgos), la segunda central de España y que cerró definitivamente a partir de 2013.
A unos meses para que inicie su desmantelamiento, programado para 2023, ahora puede que su destino sea otro. Según la propuesta de Vox la nueva Garoña podría estar lista para 2030 y, encima, con un reactor más. Su socio de gobierno en la Junta, también apoya esta iniciativa aunque de forma más leve deja su decisión en manos de su propietaria Nuclenor (Iberdrola y Endesa).
La empresa dice que es “inviable”
Después de que Vox presentara en las Cortes una proposición no de ley para pedir al Gobierno central un estudio de viabilidad sobre la reapertura de la central, el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo dejó en manos de los propietarios la decisión y recordó que luego tendría que pasar todos los trámites legales, incluido el informe del Consejo de Seguridad Nuclear.
“Tienen que ser los propietarios los que decidan”, insistió a la vez que dejaba claro en que la propuesta remitida hacía referencia a las centrales en vigor, por lo que eso descartaría a Garoña, en fase de desmantelamiento.
En este caso, reconocía Carredo que ni Iberdrola ni Endesa, hasta el momento, no se habían puesto en contacto con la Junta para abordar esta cuestión.
Días después, según han publicado medios locales, Nuclenor se ha pronunciado y ha descartado la posibilidad de reabrir la central. En su argumento, la empresa se basa en los “muy elevados costes y plazos requeridos que serían similares a los de una nueva autorización”.
“Transcurridos más de 5 años desde la declaración de cese definitivo de la central, ejecutadas las desconexiones y desmontajes durante estos años para avanzar en el desmantelamiento, y teniendo en cuenta las autorizaciones, los muy elevados costes y plazos requeridos que serían similares a los de una nueva autorización, Nuclenor considera que no sería viable la reapertura de la central”, aseguran en una publicación de El diario de Burgos.
Su manera de “defender” España
Sin embargo, desde Vox lo tienen claro. Y pese a la postura de la empresa, este miércoles, el vicepresidente de la Junta, Juan García Gallardo ha visitado las instalaciones de la central y ha asegurado que “como tarde, en 2030” podría estar de nuevo en operación. Además ha anunciado la licitación para llevar a cabo el estudio de viabilidad, aunque se desconoce cuánto dinero pagará la Junta por este servicio.
La central nuclear, construida en 1971, pasaría en ese caso a ser de última generación y con dos nuevos reactores. No obstante, según ha señalado García-Gallardo, los técnicos consideran viable esta posibilidad, pese a que la infraestructura nuclear se encuentra en fase de desmantelamiento desde hace algunos años.
“Es cierto que no es fácil, que la construcción no será inmediata y requerirá todos los estudios medioambiantales, técnicos, económicos, de impacto social, pero también es cierto que tenemos que pensar no en los siguientes meses o en las siguientes semanas, sino en las próximas generaciones”, ha justificado el vicepresidente regional.
El tema no acaba aquí y esta tan solo ha sido la primera de sucesivas reuniones de trabajo que han estado precedidas de muchas más con expertos en seguridad nuclear, en tecnología, etcétera, que les han ido orientando en los pasos a seguir en esta materia.
Donde dije digo...
En las últimas semanas, la polémica ha llegado a las redes sociales donde se ha recordado lo que se luchó para conseguir finalmente el cierre de Garoña. Uno de los más activos los últimos días ha sido el diputado de Unidas Podemos por Álava, Juan López de Uralde, que ha criticado con el anuncio de la licitación pública “cómo tiran los de Vox el dinero público que podría usarse para rebajar la factura de la luz”.
Pero no ha sido el único, el líder socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, ha sacado a la luz una publicación de Javier Maroto, actual senador del PP por Castilla y León, que durante su época como alcalde de Vitoria aplaudía un cierre de la central nuclear que ahora su partido está reclamando para reabrir.