PP y Vox en Fuenlabrada: la extrema derecha gana a Ayuso en afluencia en el bastión socialista de Madrid
Los ultras congregan más simpatizantes y más seguridad que la presidenta madrileña: hasta 16 furgones policiales por uno de la popular.
Vox ha ganado este lunes al PP en Fuenlabrada, histórico bastión socialista del extrarradio madrileño en plena campaña para las elecciones del 4 de mayo. No solo ha congregado a más simpatizantes, también a más seguridad. Hasta 16 furgones policiales han vigilado el acto de los ultras, con Santiago Abascal y Rocío Monasterio, por uno solo que ha seguido el de la candidata del PP.
El asunto ha escocido a algunos populares del séquito que acompaña a Isabel Díaz Ayuso estos días. “Hacen la campaña que hacen. Porque venir a Fuenlabrada con antidisturbios... en fin…”, cuenta uno de ellos que lo ha relacionado rápido con la provocación a la que recurren los de Abascal en los mítines, como ya hicieron en País Vasco, en Cataluña y en Vallecas.
Lo cierto es que el lugar en el que han coincidido ambos partidos, un municipio de 200.000 habitantes con una de las rentas per cápita más bajas de la Comunidad de Madrid y más porcentaje de inmigrantes, es toda una declaración de intenciones. Ayuso y Monasterio se han repartido los mensajes. Para la candidata del PP, la libertad. Y, para la de Vox, la seguridad.
Pese a que la presidenta madrileña no ha visitado la ciudad desde que llegó al cargo, como le ha reprochado a primera hora en Twitter el alcalde socialista, Javier Ayala, decenas de fuenlabreños la han recibido entre aplausos. “¡Viva Fuenlabrada!” y “¡Viva el Sur!”, se ha lanzado Ayuso.
La comitiva popular ha organizado el mitin en la calle más céntrica, entre dos terrazas de dos bares. Ayuso sigue arrastrando simpatías de algunos hosteleros. Y dos mujeres han dado cuenta de ello con carteles: “Gracias Ayuso por no cerrar la hostelería”.
Los fans de la presidenta son incondicionales. Les gusta ella, su forma de ser. Una votante del PP de toda la vida que rehúsa dar su nombre, zanja: “La veo competitiva y luchadora. Lleva sus ideas a rajatabla. Y no le importa tener a gente en contra”. “Me gusta ella como persona. Que siga haciendo lo que está haciendo, que lo hace muy bien. Pero que se preocupe un poco más del Sur”, dice Mari Carmen, de 59 años. Su vecina, Julia Rodríguez, de 66, asiente: “Venimos a apoyarla. Pero sí, que venga más”.
A menos de un kilómetro, frente al Ayuntamiento, centenares de personas ataviadas con banderas de España, han esperado la salida de Monasterio, quien se ha acordado del lema de Ayuso: “La libertad no vale de nada si no tienes seguridad. El miedo te quita la libertad. Si no puedes salir de casa porque te la ocupan y tu hija no puede salir porque se cruza con menas… ¿Qué libertad?”.
Ayuso lleva su lema por bandera: “Entre todos queremos decidir dónde consumir, dónde comprar, a qué hora cerrar y a qué hora abrir. Insisto, simplemente libertad. Esto ya está inventado: libertad. Nos hemos dado el mejor proyecto de vida posible en Madrid. Hemos de defenderlo, hemos de salir a pelear, hemos de salir a votar el 4 de mayo y no penséis que esto está hecho ni muchísimo menos”.
Poco antes, la candidata popular ha hecho un guiño a Vox consciente de que cerca de ella la ultraderecha también estaba actuando y ha dado las gracias “a la gente de bien la que madruga y trabaja en Fuenlabrada”. Los dos partidos, conscientes de que el futuro del Gobierno de la Comunidad dependerá de ellos según las encuestas, se miran de reojo. Y lo han hecho en la hebilla del cinturón rojo, donde el PSOE gobierna desde 1977.