El PP gana pero no logra el efecto Ayuso y se queda en manos de un Vox que quiere gobernar
Elecciones en Castilla y León: el PSOE no logra frenar a la derecha y se ve perjudicado por la España Vaciada.
Nunca unas elecciones autonómicas en Castilla y León habían tenido tantos ojos encima. Y la fotografía que nos dejan es la de un Partido Popular ganando, pero lejos de la soñada mayoría absoluta y pasando a depender directamente de la extrema derecha, que sube de manera exponencial, se convierte en el tercer partido de las Cortes y pide ya la Vicepresidencia. El PSOE no logra frenar a las derechas y se ve perjudicado por la irrupción de la España Vaciada y Ciudadanos casi desaparece.
Las Cortes de Castilla y León quedan así a partir de este 13 de febrero: PP (31), PSOE (28), Vox (13), UPL (3), Soria Ya (3), Podemos (1), Cs (1) y Por Ávila (1). En las pasadas elecciones de 2019 el resultado fue: PSOE (35), PP (29), Cs (12), Vox (1), UPL (1) y Por Ávila (1).
Estas elecciones habían sido convocadas por Alfonso Fernández Mañueco (PP) con la excusa de la supuesta deslealtad de sus socios naranjas, pero detrás había una operación diseñada por Génova 13 para utilizar esta cita como el supuesto inicio de un cambio de ciclo electoral (que tendrá como siguiente paso la convocatoria en Andalucía).
El PP buscaba que Mañueco hiciera un Ayuso, algo que no ha conseguido el salmantino. Ha logrado volver a ser la primera fuerza, pero no ha arrasado y encima se tendrá que echar a los brazos de la ultraderecha. Hay una lectura interna: la madrileña tira más que la marca del partido a la hora de ir a las urnas. Pablo Casado y Teodoro García Egea se han volcado en esta campaña y el resultado no era el que ellos buscaban.
Y a partir de esta noche se plantea directamente una pregunta: ¿entrará la ultraderecha en el Gobierno? Castilla y León se puede convertir en el primer laboratorio de España de un Ejecutivo del PP con Vox, una línea roja que no se traspasa en países europeos como Alemania o Francia. El líder de la extrema derecha lo ha dicho al conocer los resultados: “Tiene el derecho y el deber de formar Gobierno”. A su candidato ya lo ve con “cara de vicepresidente”. Mañueco ha dicho que va a hablar “con todos”. Desde Génova 13, el ‘número dos’ del PP, Teodoro García Egea, ha remarcado que se inicia una ronda de contactos con la idea de formar un “Gobierno del PP”.
Estas elecciones constatan también el escenario que se abre en la derecha española, donde Cs pasa a ser un partido residual. El PP se queda en brazos de la extrema derecha a partir de ahora y sólo podrá gobernar de mano de los de Santiago Abascal, que no van a dar gratis sus votos a partir de este momento.
Vox ha sido el gran beneficiado por el movimiento electoral del PP, cuya campaña le ha venido bien a los de Santiago Abascal. Muestra su fortaleza emergente y se convierte en el único socio posible de futuro de los populares, mirando hacia las generales del año que viene. A su candidato, Juan García-Gallardo, no le han pasado factura sus tuits homófobos y xenófobos.
El PSOE, que acabó la campaña pensando que se podía dar el cambio y un vuelco en las encuestas con un Pedro Sánchez incrementando su presencia en Castilla y León, ha pinchado en su intento de frenar a las derechas y pierde su puesto como primera fuerza.
Y al PSOE le pasa factura la irrupción del fenómeno de la España Vaciada. Soria Ya se ha convertido en uno de los titulares de la noche, logrando tres de los cinco procuradores por esta provincia y es la primera fuerza rompiendo el dominio bipartidista. De esta manera se empieza a extender el factor de Teruel Existe en las pasadas generales y anticipa que estas opciones localistas se extenderán por todo el país, comiendo a las fuerzas de izquierdas parte del past
Además, Unión del Pueblo Leonés araña también tres escaños en las Cortes de Castilla y León y Por Ávila también se mantiene con un procurador en el Parlamento. Estas fuerzas recogen el malestar de muchas zonas afectadas principalmente por la despoblación, el tema que más preocupa a los votantes, según recogía el CIS.
Unidas Podemos, que por primera vez en Castilla y León iba con Izquierda Unida, se queda sólo con un diputado (antes tenía dos) en una comunidad marcadamente conservadora y que siempre se le ha dado mal.