Por qué Sevilla y Peñafiel han llamado la atención de 'The New York Times'
El lado más desconocido de estos dos lugares, elegidos entre los 52 destinos recomendados para 2018.
La primera vez que ves Sevilla no sabes hacia dónde mirar. Mientras te dejas asombrar por la Catedral, la Giralda o el Real Alcázar, tus ojos también se escapan entre los callejones, el sonido de guitarras y el vocerío. Pero si de lo que se trata es de sumergirse en historia medieval, hay que mirar hacia Peñafiel (Valladolid), o "la Peña más fiel de Castilla" como la renombró el conde castellano Sancho García tras su reconquista en 1013, que logró erigirse fuerte ante el Al-Andalus y que (¿por qué no decirlo?) se ha convertido en lugar de peregrinación para los amantes del vino.
Una y otra, por uno u otro motivo, han llamado la atención de The New York Times, que a principios de 2018 las incluyó entre los 52 destinos recomendados para este año. En el diario estadounidense tiraron de los clásicos para promocionar estos dos enclaves, pero tanto Sevilla como Peñafiel están llenos de secretos.
¿Quieres conocerlos un poco mejor? En TripAdvisor han recopilado sus secretos más curiosos.
Sevilla
La Catedral de Sevilla es una visita obligatoria, pero... ¿te habías fijado en las inscripciones rojizas de la fachada? En la calle Alemanes hay un pequeño detalle que suele pasar desapercibido: los vítores. Son letras y números que se repiten y representan la palabra vítor ("viva"), un símbolo del Imperio Romano que utilizaron varias universidades de España para destacar a los alumnos que se doctoraban. Estos grafitis también se ven en los muros exteriores del Archivo de Indias. En la fachada de la catedral se pueden leer los nombres de Don Melchor y Don Alonso García. ¿Serás capaz de encontrarlos?
Es fácil terminar perdido entre las calles de la Judería de Sevilla. La calle San Bartolomé, también conocida como la calle Verde, llama la atención por su estrechez, su color, su arquitectura tradicional... Y su terrible historia y leyenda. La Casa de los Padilla, una de las casas sevillanas más antiguas, se alza en esta calle. Ahora forma parte de un hotel, pero antaño fue testigo de la matanza del 90% de los judíos de la ciudad. En 1992, una noche de viernes, un vigilante hacía su ronda en una casa que estaba en obras, cuando vio un fantasma de dos metros con una túnica y una larga cabellera blanca. La tarde anterior se habían encontrado dos tumbas entre las excavaciones. ¿Te atreves a dar un paseo de madrugada?
La cámara oscura de la Torre de los Perdigones
El monumento industrial de la Torre de los Perdigones es un emblema del barrio de la Macarena, pero contiene una atracción atípica en Europa. Cuando fue diseñada en 1885 formaba parte de una fábrica de perdigones. Más adelante también fue un asentamiento de chabolas, un espacio ajardinado donde se construyeron viviendas y oficinas... Hasta 2007, año en que se inauguró una cámara oscura. Se trata de una atracción que proyecta la ciudad en movimiento, usando una táctica que se empleaba hace más de 100 años. Además, los 45 metros de altura de esta torre ofrecen unas vistas increíbles de la ciudad.
Iglesia de Santa María la Blanca, la antigua sinagoga
En el siglo XIII, Alfonso X donó esta sinagoga a los judíos; pero en 1391, tras las matanzas de la Judería, el templo terminó en manos de los cristianos. La iglesia actual de Santa María la Blanca se reconstruyó en 1662 en estilo barroco, se cree que con la decoración de varios cuadros de Murillo. Durante la invasión francesa del XIX, el mariscal Soult dejó las paredes vacías, por los que las obras fueron sustituidas por copias. Aún se perciben vestigios de la sinagoga en la portada lateral, donde se conservan dos fustes romanos coronados con capitales visigodos.
Peñafiel
Recreación del poblado vacceo en la Plaza del Coso
Declarada Bien de Interés Cultural en 1999, este espacio fue creado en la Edad Media para celebrar justas y torneos entre caballeros, festejos taurinos y, más recientemente, el pisado de la uva o la Bajada del Ángel el Domingo de Resurrección. Las casas, todas distintas, son 48 edificios construidos en adobe, piedra y madera con balcones de madera muy decorados. Juntas forman este recinto de una manera curiosamente armónica. En una de las casas hay una recreación del poblado vacceo y de la Necrópolis de Pintia, situada a cuatro kilómetros del pueblo.
Cata de vinos en las Bodegas Protos
Para muchos viajeros, llegar hasta la Ribera del Duero y no contemplar sus encantos enológicos como un atractivo más de la zona sería una contrariedad. Por eso proponemos visitar este lugar. Pero, ¿conoces el origen? En 1927, once viticultores se unieron y fundaron la primera bodega de lo que más tarde se conocería como Denominación de Origen Ribera del Duero. ¿Querrás irte sin probarlo?
Las vistas desde el Castillo de Peñafiel
Este castillo en forma de buque, una de las fortalezas mejor conservadas de España, es evidentemente una visita obligada en Peñafiel. En su interior se aloja el Museo Provincial del Vino, donde no sólo puedes aprender historia vitivinícola, sino también puedes degustar una selección de vinos de Ribera del Duero. Visitar este lugar supone volver a la Edad Media y hablar de princesas, mazmorras, catapultas y arqueros, pues su cerro fue clave para la reconquista cristiana y dominar el Duero. Por no hablar de las espectaculares vistas que ofrece del pueblo.