Si en julio del pasado año se supo que una de las razones por las que la reina Sofía no se divorció de Juan Carlos fue por la negativa de su madre, la reina Federica, este martes ha salido a la luz una razón más por la que no lo abandonó cuando pensó en hacerlo, a sus 37 años. Fue el momento en el que habría sorprendido al rey emérito con otra mujer en una cacería en la que Sofía apareció por sorpresa. Eso hizo que quisiera marcharse a la India con sus hijos.
Sin embargo, a las palabras de su madre —“no lo abandones nunca, no dejes de ser reina… ¿Quieres ser como yo, una reina sin reino, una paria que tiene que vivir de la caridad de los demás, y que ha tenido que venir a la India porque nadie me aguanta?”— se unió la disuasión del Parlamento griego.
“El diputado Elías Bredimas exigió que si la [entonces] princesa se separaba, debía devolver su dote de nueve millones de dracmas al pueblo griego”, revela la periodista Pilar Eyre en Lecturas.
La exigencia del parlamentario tuvo lugar cuando Sofía viajó a Atenas en busca del refugio de su madre “ante la primera infidelidad de su Juanito”, relata la periodista experta en Casa Real. Pero la presión de Bredimas hizo que la reina cambiara de opinión, y que decidiera “regresar a Estoril al lado de su casquivano marido”, añade.
El consejo de la reina Federica, en cambio, respondía al momento en el que fue el rey el que habría planteado la separación, “justo cuando su historia con Corinna Larsen pasaba por uno de sus mejores momentos”, indica Eyre.
La reina Sofía y la reina Federica en la década de los 60.GTRES
La madre de la reina Sofía tuvo que exiliarse junto a la familia real de Grecia en 1974, cuando se celebró un referéndum en el que ganaron los partidarios de la República. Decidió irse con su hija Irene a la India. Federica falleció en 1981 a los 63 años.
Aunque los reyes llevan casados casi 60 años, es voz pópuli que hacen vidas separadas, más aún cuando el rey emérito sigue en Abu Dabi y la reina en Zarzuela.