¿Por qué nos emociona la idea de que exparejas de famosos se reconcilien?
Reconócelo: tú también soltaste un suspiro cuando viste las últimas fotos de Jennifer Aniston y Brad Pitt.
“¿Has visto esas fotos de Brad Pitt y Jennifer Aniston?”, me preguntó mi hermana este fin de semana.
Esto... evidentemente. Al meterme en Facebook el domingo para hacer mi chequeo rutinario por aburrimiento, fue inevitable fijarme en las publicaciones sobre exparejas en los Premios SAG 2020. (Y, fuera bromas, al menos tres de los artículos que vi tenían la etiqueta de “Noticia de última hora”. Un poco de cabeza, medios de comunicación).
Eso sí, las instantáneas son maravillosas:
Detrás del escenario, al felicitarse mutuamente por sus respectivos premios en Érase una vez en... Hollywood y The Morning Show, la antigua pareja se mostró muy feliz.
Alexa, ponme The Way We Were. (Se parecen un poco a Katie Morosky/Barbra Streisand y Hubbell Gardiner/Robert Redford, ¿no?).
“¡Los vi!”, le dije a mi hermana. “Salieron por todas partes”.
Pero en cuanto empecé a buscar fotos en Google, sufrí un golpe de realidad.
“¿No hubo un montón de rumores de que él le puso los cuernos con Angelina Jolie?”, comentó mi hermana con la inocencia propia de quien aún iba a primaria cuando sucedió aquello (¡presuntamente!).
Mierda, es verdad. Aniston y Pitt rompieron en 2005 después de cinco años de matrimonio entre rumores de que el actor se había enamorado de su compañera de rodaje en Sr. y Sra. Smith, lo que llevó a Aniston a comentar que a Pitt le faltaba el “chip de la sensibilidad”.
Empezaron a salir portadas del tipo ¡Pobre Jen! y se popularizaron camisetas del equipo Aniston y el equipo Jolie en la cultura pop. Pitt y Jolie al final se casaron y criaron a seis hijos antes de su turbulento divorcio en 2016. Aniston se casó con Justin Theroux y se divorció de él de forma amistosa (tanto que aún celebran juntos Acción de Gracias).
Ahora, ambos están recibiendo galardones por su trabajo y se encuentran convenientemente solteros al mismo tiempo, para alegría de mucha gente. (2020 ha empezado con noticias tristes y alarmantes, ¡necesitamos distraernos con algo!)
Ambos parecen alegrarse por sus respectivos éxitos. Cuando Aniston subió al escenario a recibir su premio a Mejor Actriz de serie dramática de los SAG, Brad Pitt estuvo siguiendo el momento con una sonrisa detrás del escenario.
Pero, golpe de realidad número 2: por lo visto, solo son amigos y ya llevan años siéndolo (Pitt incluso se presentó en el 50º cumpleaños de Aniston el año pasado), y no planean volver a sus tiempos dulces como pareja de comienzos del siglo.
Eso no ha evitado que la gente desee su reconciliación. Es difícil no sentirse identificados con estas fotos, sostiene Tom Fitzgerald, coautor del blog Tom & Lorenzo y del libro Legendary Children: The First Decade of RuPaul’s Drag Race and the Last Century of Queer Life.
“A mi marido y a mí nunca nos ha interesado demasiado este tema, pero incluso a nosotros nos sorprendió nuestra reacción a estas fotos. Literalmente, soltamos un suspiro cuando vimos esa imagen de él cogiéndole de la mano cuando ella se iba”, recuerda Fitzgerald.
Fitzgerald tiene varias teorías sobre por qué todo internet ha reaccionado así (más allá de que estas reacciones locas sean típicas de Twitter).
“Parte del motivo por el que todo el mundo ha reaccionado con tanta efusividad es porque Brad y Jen son muy icónicos y casi toda una generación ha crecido sin ver fotos actuales de ellos dos juntos”, especula. “Otro motivo es que estas fotos, sobre todo en la que la coge de la muñeca, son tremendamente románticas”.
Pero Fitzgerald no piensa que haya ningún romance en ciernes. Considera más bien que ese momento fue “un caso de viejos amigos y amantes mostrando afecto el uno por el otro y haciendo lo que suelen hacer los amantes con el tiempo: perdonar y olvidar el pasado”.
Dicho eso, el escritor comprende que la gente desee su reconciliación. Tal y como señala, tendemos a ver a los famosos como avatares de nuestros temores, esperanzas, deseos y percepciones.
“Los famosos se convierten en representaciones de nuestros propios estados emocionales. Por eso Jen se convirtió en la santa patrona de las mujeres con el corazón roto a ojos del público durante tantos años. No fue justo para ella, pero a ojos de la gente se convirtió en representante de las mujeres que no tienen suerte en el amor, ya fuera porque ellas mismas se consideraban desafortunadas o porque disfrutaban criticando a las mujeres que se sentían así”, explica.
Suena un poco ingenuo, pero ver a Pitt y a Aniston, “dos avatares casi perfectos del concepto de matrimonio fallido”, aceptándose de tal manera públicamente el uno al otro nos da esperanzas de que es posible reparar una relación acabada. (Y en este caso es aún más especial ver a Brad Pitt limpiando su imagen y disfrutando del éxito tras haber superado sus problemas con la bebida. Aniston por fin está recibiendo el reconocimiento que lleva tiempo mereciendo por su carrera en el arte dramático. ¿Por qué no incluir también el amor en una historia tan bonita?).
Entre los realistas, no se trata tanto del deseo de que vuelvan a estar juntos como de la confirmación de que ambos siguen teniendo un fuerte vínculo pese a todo lo que (presuntamente) sucedió, afirma la psicoterapeuta Katherine Schafler.
“Vemos a dos antiguos novios apoyándose el uno al otro; no hay un ganador y un perdedor, es algo muy platónico. Su conexión nos recuerda que incluso cuando las cosas no terminan del todo bien se puede llegar a un final feliz por otras vías. En Hollywood, a todos nos gustan los finales felices e igual por eso no nos cansamos de ver a estos dos”, expone Schafler.
Es la misma sensación que tendrías si unos amigos tuyos hubieran salido juntos durante años y ahora por fin empezaran a sentirse cómodos estando en la misma sala. ¡Se acabaron los momentos incómodos en las fiestas!
Colectivamente, podemos dejar el pasado atrás: Pitt y Aniston siempre van a ser la mejor pareja de Hollywood, una pareja que siempre iba a juego. (En serio, ¿cómo es posible que llevaran a juego hasta el bronceado?).
Sin embargo, entre los seguidores más acérrimos, siempre va a haber duras críticas.
Alicia Mintz, copresentadora del podcast de divorcios Trashy Divorces (evidentemente, cubrieron el divorcio entre Pitt y Aniston) sigue siendo una firme defensora de Jennifer Aniston, pase lo que pase.
“Mi copresentadora Stacie y yo nos aferramos a la creencia de que las personas se separan por un motivo y probablemente deban seguir así”, comenta. “En el episodio que hicimos sobre todo este espectáculo sobre Jen, Brad y Angelina, le mandé a Jen un mensaje muy personal cuando se descubrió que Jen y Brad habían revivido su amistad tras la ruptura con Angelina: ¡No lo hagas!”.
Porque los matrimonios vienen y van. Pero el equipo Aniston es para siempre.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.