¿Por qué Los Javis conectan con todo el mundo?
Estas son las claves por las que son capaces de llegar a un público heterogéneo.
Vivas en el Barrio de Salamanca o en Vallecas, este análisis te interesa. Estás a punto de descubrir por qué te gustan Los Javis, seas de izquierdas o de derechas. Francisco Javier García de la Camacha Gutiérrez-Ambrossi y Javier Calvo Guirao han sabido crear una imagen al estilo de las estrellas estadounidenses -comprometidas, pero muy poco agresivas-, pero a la española. Por eso, conectan tan bien con un millennial, un Z o una persona ama de casa. Estas son las claves por las que son capaces de llegar a un público heterogéneo.
1. Usan tono no agresivo. Son personas comprometidas, pero buscan huir del lado beligerante. Pueden hablar de Dios con electro latino, como en La Llamada, pero sin ofender los sentimientos religiosos. Es más, defendiendo la libertad individual. Lo mismo te presentan a una Paquita Salas defensora del partido Ciudadanos, como le plantan un beso a Manuela Carmena. No esconden su ideología, pero lo hacen siempre desde el respeto.
2. Capacidad de emocionar con historias sencillas. Todos los relatos de los Javis tienen una enseñanza. Son pequeños giros, frases apoteósicas que son capaces de llegar al corazón. “Soy exactamente igual que el Ecce Homo, una mujer a la que el tiempo ha pintado por encima y ya no tiene sentido”, esa reflexión en Paquita Salas, o “tú un día vas a salir por una puerta y no vas a volver a entrar por la otra”, en el primer capítulo de La Veneno.
3. Hablan de temas universales. El éxito, el fracaso, la vergüenza... Y los conectan con el imaginario popular. El de las series y programas de televisión de los 90s; de mujeres olvidadas y el de historias que marcaron nuestra infancia o adolescencia. Y si a alguien no identifican referentes porque son muy jóvenes, los Javis se relacionan con los nuevos cantantes de OT para que a nadie se le olvide que sus historias tratan de luchar por los sueños.
4. Usan referencias de manera muy inteligente.. Si algún elitista intelectual quisiera rechazar sus obras (porque la cultura popular siempre ha estado denostada en ciertos círculos intelectuales), Los Javis llenan sus series de referencias cinematográficas y literarias. Hasta cuentan con una inspiración sociológica, que se desvela en el capítulo 1 de Veneno. Se trata de “La espiral del silencio”, una teoría de ciencias políticas y comunicación propuesta por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann. En el primer capítulo explica este análisis donde apela a la “responsabilidad de los medios porque marcan la línea de los socialmente aceptado y lo no aceptado”. “De lo que no se habla, no existe. Y lo que no existe se margina”, dice la actriz que interpreta a Valeria en la serie. Los Javis son conscientes del papel de la visibilidad de los medios para poder “transformar los prejuicios en empatía, y la oscuridad y en luz”. Esta idea también está presente en Paquita Salas, cuando se habla de las actrices desaparecidas.
Han sobrevivido a varios escándalos y titulares negativos. Incluso se han enfrentado a una serie anunciada a bombo y platillo que no pudo emitirse al completo el 29 de marzo, porque el estado de alarma, declarado el 13 de marzo, les impidió acabar al resto de capítulos, según justificaron. Pero la credibilidad y confianza permanecen intactas gracias, entre otras razones, a un trabajo increíblemente bueno, que salva a miles de adolescentes y adultos a través de sus personajes. Los Javis podrían catalogarse como lo que las propuestas de marketing denominan “personajes amables”, es decir, famosos afables, carismáticos y con baja propensión a escándalos públicos.
Los rescatadores de los torreznos mencionan en algunos de sus posts de instagram a marcas internacionales como KFC, MCDonald’s. También los hemos visto con Samsung. Todas las marcas los quieren. Han estado en todos los eventos. En todos los medios. Pero no cansan. Mientras muchos de sus compañeros tienen que luchar contra la irrespetuosa etiqueta de “titiriteros”, los Javis suman a su lista de seguidores Cristina Cifuentes o Carlos Herrera. Paquitas, Venenos y un gran séquito de mujeres valientes son su mejor amuleto. Porque, da igual en el barrio en el que vivimos, todos necesitamos historias de valientes en un mundo que, como decía la Espiral del Silencio, es capaz de cambiar de opinión por pertenecer en un grupo.