Por qué las mujeres (y los hombres) deberían saber más sobre la vagina
Palabra de expertas.
El clítoris, un iceberg;Consejos peludos; La biblia del orgasmo o La clamidia, la gonorrea y sus parientes. Leer un libro cuyos capítulos tienen títulos tan llamativos como éstos resulta, cuando menos, curioso. Son algunos de los epígrafes de El libro de la vagina (Editorial Grijalbo), un éxito editorial en Noruega que ha llegado a 20 países y que acaba de aterrizar en España.
Sus autoras, Nina Brochman y Ellen Støkken Dahl, son dos graduadas en Medicina por la Universidad de Oslo decididas a derribar el tabú sobre los genitales femeninos o, como los llaman ellas, los bajos. Con humor y rigor aclaran dudas y desmontan mitos acerca de asuntos como la virginidad, la regla, los anticonceptivos y las afecciones más comunes.
"Como profesoras de salud sexual y autoras de un blog científico dedicado a ello [Underlivet, de gran éxito en su país] siempre hemos sabido que la gente tiene muy pocos conocimientos sobre sus genitales o sobre sexualidad. Sabemos que la educación sexual de los colegios no cubre las demandas de información", responde Ellen Støkken Dahl por email a El HuffPost cuando se le pregunta por qué decidieron escribir este libro. "La gente tiene derecho a encontrar respuestas sobre fenómenos normales de sus cuerpos de fuentes científicas rigurosas".
"Las mujeres que contactan con nosotras tienen un montón de preguntas acerca de sus cuerpos que son bastante básicas", explica. "No se habla mucho de la fisiología femenina en el colegio, al contrario que ocurre con la del pene", afirma.
En su opinión, esta desigualdad puede llegar a tener consecuencias bastante serias: "Todo el mundo sabe que el pene crece y cambia durante la pubertad, pero a las mujeres nunca se les ha enseñado que la vulva también cambia. Hoy en día muchas mujeres se someten a cirugía plástica genital; pensamos que esta práctica tiene su base en el mito de cuál debería ser el aspecto de la vulva. En realidad, son muy diversas".
Esta falsa concepción es sólo uno de los motivos por los que defienden que las mujeres deberían saber más acerca de la vagina. "Si crees en cosas sobre el sexo o sobre tu cuerpo que en realidad son mitos puede que establezcas expectativas poco realistas de cómo debería ser tu vida sexual", apunta esta experta. "Notamos mucha inseguridad en nuestros pacientes y en las personas que contactan con nosotras por el libro. Una información correcta cambiaría esto".
"Además, las mujeres con problemas o enfermedades normales suelen sentirse solas o avergonzadas porque no saben lo comunes que son esas cosas, como la endometriosis, los miomas, el síndrome de ovario poliquístico o los abortos espontáneos", añade Støkken Dahl. Si se hablara más de estos temas, no sólo se sentirían comprendidas, sino mejor con su propio cuerpo.
Quizá sí esté algo más normalizado hablar sobre la regla, aunque no plenamente. "Es estúpido estar avergonzadas de nuestro periodo, pero no deberíamos culpar a las mujeres. Nos han enseñado que algunas cosas son privadas, 'de mujeres', y que la menstruación es algo desagradable con lo que no deberíamos molestar a los hombres. Así que no lo hacemos", reflexiona. "Si no nos atrevemos a hablar sobre la menstruación no podremos cambiar el terrible hecho de que hay chicas que dejan de ir a clase por ella. Que hay mujeres que utilizan productos que no están limpios y contraen infecciones porque los desechables no están a su alcance. Que algunas sienten dolores terribles cada mes pero no van al médico porque piensan que deberían aguantarse".
Esa mayor información que tratan de divulgar es para ellas sinónimo de empoderamiento: "Creemos que una mujer que sabe cómo funciona su cuerpo puede hacer elecciones acerca de su propia salud sexual con más confianza [...] Además, un montón de los mitos son perjudiciales y queremos que desaparezcan, como el del himen". A este último y bajo el título El fraude de la virginidad le dedicaron una charla TED hace cinco meses que roza los dos millones de reproducciones.
El conocimiento sobre la vagina no es sólo positivo para ellas: los bajos femeninos también son cosa de hombres. Las autoras han comprobado que muchos están interesados en saber más. "Un montón de hombres leen el libro para entender mejor a las mujeres de sus vidas, como sus hijas o sus parejas", señala Støkken Dahl. "Además, los consejos científicos para alcanzar el orgasmo son buenos para todas las personas que tienen sexo con mujeres, incluyendo a los hombres".