¿Por qué escuchamos la misma canción una y otra vez?
El verano y 'la canción del verano' tienen mucho que ver.
¿A quién no le ha pasado eso de poner una canción y escucharla una y otra vez hasta aborrecerla? Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar en por qué lo hacemos? No hay una respuesta definitiva, pero sí que hay explicaciones de expertos que justifican que escuches algunos temas en bucle.
Algunas canciones nos hacen sentir de una forma concreta o nos recuerdan momentos del pasado. Y sí, si no te sientes identificado con esa parte, también está demostrado que hay canciones muy pegadizas.
Expertos en música han analizado las distintas formas en las que las canciones nos afectan y han establecido varios motivos por los que no dejas de escuchar el mismo tema una y otra vez.
Es parte de tu identidad
Una de los motivos por los que las canciones te llegan o te gustan más es por cómo las relacionamos con nuestra vida. "La música es una de las formas de crear nuestra identidad personal", comenta Kenneth Aigen, director del programa de terapia musical en la Universidad de Nueva York. "Es parte de nuestra construcción de identidad. Algunas personas dicen que eres lo que comes, pero podría decirse también que eres lo que tocas o lo que escuchas".
Aigen explica que características como la letra de una canción o el ritmo pueden ser una forma de incorporar nuevos sentimientos y actitudes que mejoren nuestro sentido de identidad. "Cada vez que escuchamos nuestra música favorita, estamos reforzando de alguna manera quiénes somos, a dónde pertenecemos y qué valoramos," detalla.
Pablo Ortiz, profesor de composición musical en la Universidad de California, coincide con él y recalca que algunas canciones tienen una carga sentimental que nos hacen recordar épocas o momentos.
Según cuenta Ortiz, si, por ejemplo, escuchas una canción que escuchabas con 15 años, revives la sensación que sentías cuando la oías entonces. "El sonido es tan abstracto que va directo a la zona de tu cerebro encargada de los sentimientos", explica.
Está hecha para escucharla en bucle
Seguramente, muchas de esas canciones que escuchas sin parar pertenecen a la categoría de canción del verano, que tiene su origen en el top que la revista Billboard publica al inicio de la temporada de vacaciones universitarias. En esa época, se pueden escuchar las mismas cinco canciones en cualquier emisora una y otra vez.
Buen ejemplo de ello sonCheerleader de OMI, Despacito —en la versión de Daddy Yankee y en la de Justin Bieber— o Call Me Maybe de Carly Rae Jepsen.
Laura Taylor, compositora y diseñadora de sonido especializada en publicidad y en música para videojuegos, asegura que algunas canciones están compuestas para que las escuches una y otra vez.
"Desde el punto de vista técnico, como ingeniera y como alguien que ha grabado música, uno de los trucos que se usan es mantener la instrumentación dispersa durante las estrofas", cuenta Taylor. "Cuando llegamos al estribillo, la parte que todos tarareamos o cantamos a todo pulmón, se suman más instrumentos. Usamos una pared de guitarras o teclados para llenar el espacio. Algunas veces incluso se les sube el volumen a estos instrumentos", explica.
Taylor define a una canción pegadiza como una con "una melodía simple que es fácil de seguir y cantar, incluso si no sabes cantar". Su ejemplo favorito es Family Affair de Mary J. Blige, que fue canción del verano y popular tanto por las repeticiones en su composición como por las dotes de la artista.
El verano tiene mucho que ver
Además de la canción del verano, Aigen sugiere que la propia época estival puede cambiar las rutinas musicales y hacerte escuchar más veces la misma canción.
"El verano tiene un significado mágico para todos", dice. "Nuestras rutinas cambian, salimos más al aire libre, cambiamos nuestra forma de vestir y regresamos a la naturaleza, al aire libre y a movernos en sociedad. No nos quedamos en casa acurrucados y solos", detalla.
Isaura González, psicóloga clínica y fundadora de Latina Mastermind, cuenta que algunas canciones pueden significar una experiencia colectiva para amigos, familia o diferentes grupos de personas. Por ejemplo, Despacito, que fue un éxito tanto para comunidades de habla hispana como para los que no saben español.
Hay hits atemporales
En tu lista de reproducción seguro que hay alguna canción que se escuchaba en la época de tus padres y que, pasen los años que pasen, sigues escuchando. Aigen destaca que, en su profesión, cada año se sorprende al ver que sus estudiantes, de entre 20 y 30 años, conocen y cantan canciones de los sesenta. Tiene su explicación.
Los más escuchados, según él, son artistas como los de la Motown, Bob Marley o Bob Dylan. Para Aigen, estos cantantes tuvieron una "faceta arquetípica de la experiencia humana", lo que les dio una cualidad atemporal para que su música se eleve al nivel de arte.
"No son solo mercancía que desaparece después de dos meses", dice, "fueron creados para motivaciones y tiempos diferentes".
Otras canciones simplemente son pegadizas
Si hay una canción pegadiza, esa es la Macarena, Aigen asegura que era incapaz de librarse de ella en los noventa. "A veces las canciones son tan pegadizas, y se vuelven tan familiares, que vuelves a escucharlas una y otra vez", señala. "Estas canciones son atractivas porque es muy fácil volver a caer en escucharlas", añade.
"Estamos constantemente tratando de regresar a algún tipo de paraíso perdido y las canciones siempre ayudan", cuenta. Hay muchas razones por las que escuchas una canción en bucle, lo que sí está claro es que te despiertan algún tipo de emoción, aunque solo sean ganas de cantar y bailar.