Por qué ha generado tanta polémica la victoria de Biden en Arizona
Trump no podía creerse su derrota en un estado donde los republicanos sólo han perdido una vez en los últimos 70 años.
No sabemos si en Arizona han oído hablar de Albacete, pero probablemente los albaceteños hayan escuchado estos días el nombre de Arizona más de una vez. La agencia de noticias Associated Press (AP), referencia para los resultados electorales, anunció el miércoles a las 8:50 hora española que el demócrata Joe Biden se había llevado los 11 votos electorales de este estado del sureste de Estados Unidos.
Y a Donald Trump no le hizo ni pizca de gracia. De hecho, la cadena Fox News, que a esas horas ya había dado también a Biden como vencedor de Arizona, tuvo que enfrentarse a la llamada del todavía presidente, que a gritos les pidió explicaciones de por qué daban a Biden la victoria. (Todo muy normal…)
La agencia AP ha tenido incluso que explicar en una publicación por qué declararon la victoria demócrata en Arizona. “Con el 80% de los votos estimados contados, Biden iba un 5% por encima, con 130.000 votos más que Trump de los 2,6 millones de papeletas contadas. Los votos que quedaban por contar, incluidos los votos por correo del condado de Maricopa, donde Biden era claramente favorito, no eran suficientes para que Trump alcanzara al ex vicepresidente”, argumenta AP.
Este jueves, con el 88% de los votos contados, Biden supera a Trump por un 2,4% de los votos. Según datos de AP, el demócrata llevaría 1.469.341 votos (50,5%) frente a 1.400.951 de Trump (48,4%).
Desde 1952, sólo había ganado un demócrata: Bill Clinton
En Estados Unidos llevaban tiempo pendientes de lo que ocurriera en Arizona la noche electoral. Históricamente ha sido un estado republicano, pero se sospechaba que este año podía dar un vuelco electoral y, por eso, estaba en la lista de los llamados swing states, esos cuyos resultados bailan y pueden ser decisivos.
En las 17 elecciones que ha habido entre 1952 y 2016, el candidato demócrata sólo ha ganado una vez en Arizona, y fue Bill Clinton en 1992. Pero este año la cosa pintaba diferente. Los demócratas controlan ahora la gobernación del estado y más de la mitad de los congresistas desde 2018.
De hecho, aunque Trump ganó Arizona en 2016, obtuvo los peores resultados de un republicano desde 1996, y hay dos factores más que hacían predecir una victoria demócrata: el voto joven y el voto latino.
Los jóvenes y los latinos, protagonistas de esta victoria
En los últimos años, Arizona ha experimentado un crecimiento demográfico alto, y los jóvenes tienden a votar más a los demócratas. El voto de los latinos es la otra pata en la que se sostiene la victoria de Biden.
“Los votantes latinos están principalmente concentrados en swing states como Arizona, Florida, Nevada y Texas”, explica el periodista Travis Waldron, de la edición estadounidense del HuffPost. “El impulso demócrata entre los latinos ha contribuido a teñir de azul estados como Colorado, Nuevo México y probablemente Nevada”, señala Waldron. “Los demócratas se han esforzado mucho estos años para crear una base de apoyo entre los cubanos de Florida y en otros estados con población mayoritariamente latina”, apunta.
Finalmente con Florida no pudo ser, pero Biden sí le arrebató Arizona a Trump, como también lo ha hecho con Michigan y Wisconsin a diferencia de lo que ocurrió en las elecciones de 2016.
Algunos analistas señalan que en la victoria de Arizona también tuvo que ver el hecho de que Cindy McCain, la viuda del excandidato presidencial y exsenador republicano John McCain, apoyara a Joe Biden.
No obstante, igual que la victoria demócrata ha sentado muy bien a algunos, los votantes republicanos han salido a las calles, animados por su candidato, para denunciar lo que ellos consideran un “fraude” electoral. En Arizona piden que “se cuenten los votos” (algo que ya se está haciendo); en los estados donde va liderando Trump quieren que se dejen de contar las papeletas —los votos que llegaron por correo y por anticipado— porque, presumiblemente, sumarán apoyos para los demócratas.