Por qué es noticia el cambio de la política familiar en China
El país permitirá tener hasta tres hijos.
Con el objetivo de reducir la tasa de natalidad y frenar el crecimiento de la población, China puso en marcha en el año 1979 una controvertida medida: la política de un solo hijo. 34 años más tarde decidió revisarla, ampliándola a dos. Y ahora, una nueva regulación da la posibilidad a los ciudadanos de aumentar la familia hasta un tercer descendiente.
Pero, ¿qué supuso esta normativa y qué supondrá la nueva a futuro? El temor de décadas previas a un crecimiento poblacional inasumible ha dejado paso a una preocupación por una merma de la natalidad y un consecuente envejecimiento del país que ha llevado al Gobierno a abrir la mano.
En los setenta, China avanzaba con paso firme hacia los mil millones de habitantes, al mismo tiempo que trataba de poner en práctica un ambicioso plan de desarrollo económico que permitiese al país conservar la esencia del comunismo en un contexto marcado por experimentos fallidos en otras partes del mundo.
Fue en 1979 cuando el entonces presidente, Deng Xiaoping, determinó que era necesario controlar este crecimiento y adoptó la controvertida política —con amplia vigilancia— ofreciendo incentivos a quienes la acatasen y, por el contrario, multas a quienes la desoyesen.
La ley acentuó todavía más las desigualdades permitiendo a las clases más acomodadas hacer frente a los incumplimientos, mientras que, en sentido contrario, se produjeron abandonos, abortos clandestinos e incluso asesinatos de recién nacidos por quienes ni tenían los medios para tomar medidas preventivas ni para asumir los “excesos”, siendo las niñas las principales víctimas.
Durante los ochenta, algunas zonas rurales autorizaron a sus ciudadanos a buscar un segundo hijo en caso de que el primero no hubiese sido varón, pero la medida no se instauró a nivel nacional hasta 2013.
Ahora, según el último censo presentado el pasado día 11 y que se elabora cada diez años, a pesar de que China cuenta con casi 1.412 millones de habitantes, el envejecimiento poblacional y la baja natalidad han hecho saltar las alarmas principalmente en Pekín, poniendo sobre la mesa la necesidad de una nueva estrategia. Según las estadísticas, en la última década la población china ha aumentado tan solo un 5,38%.
Todo ello ha llevado al Comité Político del Partido Comunista chino (PCCh) a anunciar este lunes un nuevo plan que aspira a “mejorar la estructura poblacional” y “preservar las ventajas en recursos humanos en el país”, para lo cual han asegurado que se pondrán a disposición de las familias medidas de apoyo.