¿Por qué es bueno contar con un psicólogo deportivo?
8 aspectos de los que se encarga un psicólogo deportivo.
La Psicología Deportiva es una de tantas ramas de la Psicología que muchas personas sencillamente desconocen. En los últimos años, esta disciplina se ha ido ganando terreno por su enorme importancia en el campo del rendimiento deportivo.
Es de sentido común pensar que en el deporte, especialmente en la competición de élite, los aspectos psicológicos y grupales juegan un gran papel a la hora de alcanzar ciertos objetivos. El estrés, la ansiedad, los egos y otras muchas variables pueden hacer que un equipo deportivo rinda muy por debajo de lo esperado.
Así pues, la figura del psicólogo deportivo se encarga de detectar e intervenir tanto en asuntos psicológicos individuales, como en cuestiones colectivas: química del equipo, comunicación, entrenamiento, relaciones…
El psicólogo deportivo es un profesional que conoce al detalle el comportamiento humano, por lo que puede aportar esta sabiduría dentro del staff técnico de un club, y así optimizar las variables psicológicas y psicosociales que, como está más que demostrado, afectan al rendimiento del atleta y del equipo.
Por eso, cada vez son más los atletas y los clubes de alto rendimiento los que ven la necesidad de contar con un psicólogo (o un equipo de psicólogos).
Pero, entremos en detalles: ¿qué aporta concretamente un psicólogo deportivo?
1. Correcto estado mental del atleta
Además de contar con una dieta estricta y una gran preparación física, el estado mental del deportista es crucial si lo que queremos es que consiga su máximo rendimiento y sea capaz de lidiar con la exigencia de la competición.
A través de ciertas técnicas, dinámicas y conversaciones, el psicólogo del deporte es capaz de conseguir mejorar notablemente este estado mental.
2. Refuerzo positivo
Algunos deportistas no son muy conscientes de cuándo están haciéndolo bien. Es importante reforzar positivamente al atleta o al equipo cuando consiguen mejorar su rendimiento o cuando son capaces de alcanzar ciertos hitos que antes parecían imposibles.
3. Objetivos y metas
El psicólogo deportivo tiene un gran papel a la hora de planificar los objetivos de la temporada, junto al entrenador jefe. Los objetivos deben ser realistas, y los pasos para alcanzarlos deben estar estudiados y ser también asequibles, para que los jugadores mantengan un alto nivel de motivación y evitar crisis de autoestima o de vestuario.
4. Fomentar la cohesión
El psicólogo es experto en psicología de los grupos, por lo que puede intervenir en las dinámicas internas del grupo para lograr que todos se sientan a gusto. Cuando el equipo tiene claras las metas y los roles de cada uno, se evitan muchos problemas internos y la química en el terreno de juego crece notablemente.
5. Gestión de la ansiedad y el estrés
Un cierto nivel de estrés puede ser positivo para que los jugadores estén centrados y metidos en la competición. Pero cuando estos niveles se disparan, el rendimiento puede caer en picado.
El psicólogo deportivo, por medio de sus guías y soporte, puede mejorar los niveles de estrés del atleta, ayudándolo a gestionar más eficazmente estas sensaciones y reestructurando sus expectativas y sus objetivos.
6. Mejorar la atención
El uso de técnicas atencionales son un gran apoyo para el rendimiento del deportista. Se mejora el control de las emociones, ayuda a que se concentre más, y es más capaz de soportar la presión ambiental.
7.Gestión emocional
Las emociones que experimenta el deportista pueden ser positivas para su rendimiento, o limitarlo sobremanera. El psicólogo deportivo se encarga de generar emociones facilitadoras para el rendimiento, y trata de buscar mecanismos para aliviar las negativas, como la ira, el miedo o la decepción.
8. Apoyo durante las lesiones
Uno de los momentos más duros en una carrera deportiva es cuando el jugador se lesiona. El dolor, las operaciones, las molestias, el tiempo de inactividad… Es un proceso duro y tedioso en que el psicólogo deportivo puede aportar su conocimiento para mantener al lesionado enfocado en su recuperación y con un buen estado de ánimo.