Por qué Ciudadanos no deja caer a Isabel Díaz Ayuso
Los socialistas cortejan a los naranjas para impulsar una moción que saque al PP de la Puerta del Sol, pero Aguado no lo ve claro.
La presión al Gobierno de la Comunidad de Madrid sube al mismo ritmo que crecen los contagios y se llenan los hospitales de pacientes con coronavirus en la segunda ola de la epidemia. Ciudadanos, socio de Isabel Díaz Ayuso (PP) en el gabinete, es la clave de bóveda que sostiene al Ejecutivo de la dirigente popular. El vicepresidente, Ignacio Aguado, insiste en que no entra en sus planes sumarse a la moción de censura que planean PSOE, Más Madrid y Podemos. Por ahora.
“Nosotros estamos trabajando activamente para que esa moción de censura llegue a puerto. Animamos al bloque de la izquierda a movilizarse para ello. Apremiamos al PSOE a que se mueva rápido, porque no siempre ha remado con fuerza para hacerse con la presidencia de la Comunidad de Madrid, también le pasó durante la campaña electoral de las autonómicas, que fue a medio gas”, cuenta un diputado de Más Madrid en la Asamblea regional.
Lo cierto es que por mucho que los socialistas se muevan, por el momento los naranjas apenas tienen incentivos para descabezar a Díaz Ayuso. “Tienen miedo”, cuenta una diputada socialista a las órdenes de Ángel Gabilondo en la Cámara autonómica. Y añade: “La moción no es un brindis al sol, siempre ha estado abierta. Pero otra cosa es que vaya a salir adelante. A nadie se le escapa que una moción fallida beneficia a quien no la pierde: se hace para ganarla y si se pierde sale reforzada Ayuso. El otro día, solo con la mera mención de la moción, PP y Cs se empezaron a declarar amor eterno. Esa sola mención ha servido de pegamento”.
En el PP, no obstante, reconocen que ha cundido cierta preocupación sobre qué hará Cs. El partido de Aguado ha pasado en apenas dos años de amenazar al PP con apoyar una moción socialista para que apartara a la expresidenta Cristina Cifuentes por el ‘caso máster’, a ser la muleta de Díaz Ayuso a pesar de las duras críticas que está recibiendo por la gestión de la pandemia. “Ese Cs, el de amenazar a Cifuentes, dejó de existir. La metamorfosis ha sido tan escandalosa que… ¿Ahora quién les cree?”, lamenta esta diputada socialista.
“Creo que no van a dejar caer a Díaz Ayuso por varios motivos. Primero, porque ahora gobiernan y se dan cuenta de que esto de estar en la administración no es fácil. Y, segundo, porque si apoyan una moción en realidad se estarían haciendo un harakiri. Aquí, en Madrid, el voto de Cs es más de centroderecha que de centroizquierda. Además, se estarían haciendo una automoción de censura a sí mismos. No se puede olvidad que ellos también tienen responsabilidades. No creo que la vayan ni a presentar ni a apoyar. Me parece más factible que pudiera haber un ‘tamayazo’… pero también sería la muerte de Cs”, explica un cargo popular en el Gobierno de Díaz Ayuso.
Los rumores vuelan por la Asamblea vallecana: solo hacen falta tres diputados para que den los números que le corten la cabeza a la presidenta madrileña. Y casi todos en la Cámara miran a las filas del partido de Ignacio Aguado. En algunos medios, con una línea editorial cercana a la la derecha, se ha especulado con que sean el portavoz, César Zafra, el presidente del parlamento regional, Juan Trinidad y el consejero de Política Social, Alberto Reyero —despojado de la gestión de las residencias en la primera ola por Díaz Ayuso— quienes traicionen la coalición con el PP en una nueva edición de transfuguismo.
“De Trinidad me dicen que es más de derechas que otra cosa y que Zafra no está en eso, que lo dijo en su discurso”, cuenta este cargo del PP en el Gobierno regional. Las fuentes de Ciudadanos consultadas remiten al mismo discurso del portavoz en el debate sobre el estado de la región, donde César Zafra dijo a Gabilondo que desistiera: “Dejen de intentar convencernos y de hacernos sentir culpables. Su modelo no funciona”. Sus palabras provocaron un rápido agradecimiento de Díaz Ayuso y un elogio al papel de su subalterno Aguado.
“Alberto Reyero puede estar pensando en pactar con el PSOE. Él, que estuvo en UPyD, puede tener una sensibilidad más socialdemócrata”, resume este popular como sentir del partido. Lo cierto es que los naranjas tienen dos voces en la Cámara. Hay una parte de la formación, minoritaria, que es partidaria de explorar otras vías más allá del PP y de Vox, muleta del Gobierno. La ultraderecha, además, recela especialmente de Aguado, a quien Rocío Monasterio señala como “infiltrado” en el Ejecutivo regional al servicio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
“Esa división en Cs es una cosa que tiene que dirimir el partido. Le preguntaron a Gabilondo si había gente del PSOE intentando convencer a dos o tres de diputados de Cs para una moción de censura al estilo ‘tamayazo’ y dejó claro que si eso era así, lo desautorizaba. Yo me remito a las palabras de Ángel: ’Vivimos en un momento de catarsis”, dice la diputada socialista.
“Cs juega a dos bandas. Les interesa dar bandazos y dar a veces imagen de centroizquierda, porque es de donde pueden rascar votos. Especialmente en el resto de España. Ellos no tienen ideología: van a lo que van. Les interesar virar a la izquierda igual que antes lo hicieron a la derecha. Pero ahora ese espacio de centroderecha lo ocupa el PP”, opina el cargo popular en el gabinete de Díaz Ayuso.
Hay quien ve ciertos paralelismos en la situación de los naranjas con el PP la que vivió el PSOE en el Ayuntamiento de Madrid durante el mandato de Manuela Carmena. “El PSOE fue una muleta total con Carmena, pero no estaba en el Gobierno, es diferente. Es más complicado ahora, porque no estamos acostumbrados a Gobiernos conjuntos”, explica la fuente del PP a las órdenes de Díaz Ayuso en la Puerta del Sol.
Los socialistas transmiten su enfado por la campaña histriónica de Más Madrid y Podemos contra Díaz Ayuso, que dicen, busca también quemar a Ángel Gabilondo. “Lo que hay detrás todo es un juego maquiavélico que no viene de la derecha. Hay infamia con respecto de Gabilondo. ¿Desde hace dos meses quién está detrás de esta campaña? La mayoría que le decía las cosas a Gabilondo tenía cosas en común con nosotros. Gabilondo tiene un carácter que no es de la gresca y parece que ahora se quiere mucha gresca”, explica la representante socialista en la Asamblea.
Más Madrid busca restar protagonismo a los socialistas
La talla de los movimientos contra Díaz Ayuso la da el hecho de que haya sido el diputado en el Congreso Íñigo Errejón quien se esté erigiendo en el contrapeso de la presidenta regional. Es cierto que el representante de Más País voló por su cuenta desde la plaza madrileña, donde también fue diputado, pero está subiendo los decibelios de crítica y solapando el mensaje del PSOE, el principal partido de la oposición al gobierno de PP y Cs.
Más Madrid va a por todas. “Correspondería al PSOE y al señor Gabilondo, pero el PSOE de Madrid en general ni está ni se le espera. Es una lástima, porque les necesitamos. Está bien ser prudente en la vida, pero hay momentos en los que hay que actuar. Y esto es preocupante. No parecen estar dispuestos a tomar cartas en el asunto”, presionó Errejón en una entrevista en este diario.
“Esas voces que hoy claman una moción aunque se pierda, dirán mañana que por la mala cabeza de haber presentado una moción se ha reforzado a Díaz Ayuso”, explica la diputada del PSOE, quien no tiene mucha fe en Cs para terminar con el mandato de Díaz Ayuso. “Como mucho, el PP cambiará y quitará a Ayuso o se va ella misma, en una copia de Cifuentes”, opina la socialista.
El problema es que quemar a la presidenta regional en la hoguera sería un dolor de muelas para el líder del PP, Pablo Casado, quien siempre ha puesto al Gobierno de la Comunidad de Madrid como ejemplo de la gestión que él quiere realizar desde La Moncloa. Díaz Ayuso es una apuesta personal del líder del PP. Sacrificarla implicaría reconocer que erró y que sus críticas a Pedro Sánchez en la gestión de la pandemia no fueron justas, porque los gobiernos autonómicos también están enfrentando los mismos problemas. Aguado, mientras, espera su momento.