Ponen una mala reseña a un restaurante en Google y la respuesta del dueño no tiene precedentes

Pocas cosas hay que gusten más a los usuarios de las redes sociales que los rifirrafes entre comensales y dueños de restaurantes. El último de estos encontronazos entre cliente y restaurador ha llegado hasta la web de contenido Finofilipino donde ha logrado una importante repercusión.

Un usuario ha explicado que estaba buscando un lugar para comer en el valle del Jerte y se encontró con un intercambio dialéctico entre unas clientas y el dueño de un negocio de hostelería.

“Decepcionante en todos los aspectos. Hoy teníamos reserva a las 15:00 y nos han sentado a las 16:00 y porque nosotros nos hemos enfado. Mala gestión del restaurante, comida regulera y el dueño un impresentable, cobrando una ronda que supuestamente era gratis. Nos ha subido el precio de la carta cobrando de más una botella de vino. No volveré”, dice la reseña en cuestión que tiene una estrella de cinco, es decir, la peor nota posible.

Lo que nadie podía imaginar era la respuesta del dueño que en un texto más bien largo ha señalado:

“Te levantas una buena mañana, y vas al médico. Te sientas pacientemente a esperar tu turno, y los pacientes van pasando a consulta de uno en uno. Sales del médico y te acercas a la oficina de Correos a recoger un paquete. Coges tu número en la maquinita y esperas pacientemente a que te llegue el turno. La chica de la oficina los atiende por orden, de uno en uno. Luego te pasas por la carnicería a hacer unas compras, pides la vez y haces cola sin rechistar y resignándote a esperar quince minutos a que te atiendan, pues el carnicero no puede atender a más de una persona al mismo tiempo. Después al supermercado, y lo mismo. De uno en uno. En el Ayuntamiento. En la papelería. En la taquilla del cine. Llamas a atención al cliente de tu compañía telefónica y resulta que no pueden atender más de una llamada al mismo tiempo.

Luego te toca acudir a tu puesto de trabajo. Aquí la cosa cambia. Da igual que lleguen ocho, veinte, un autobús del inserso (sic) o las legiones del ejército imperial de Marco Ulpio Trajano. Debes apañártelas para servirlos a todos al mismo tiempo. Porque cuando un ser humano posa sus nalgas en la silla de un bar, cada microsegundo que pasa sin tener una bebida en la mano le va hirviendo más la sangre y colmando su paciencia”.

Y ha proseguido: “Porque conocen nuestra naturaleza superior. Porque cuando el resto de los simples mortales solo son capaces de atender a las personas de una en una, nosotros tenemos la capacidad de clonarnos en el espacio-tiempo y estar en varias mesas simultáneamente. Porque si nuestra habilidad nos falla y la gente espera una fracción de segundo más de lo debido, se esfuman como una fragancia en la brisa”.

“Algún día compañeros, usaremos este don virtuoso en nuestro beneficio y doblegaremos a las mentes más débiles. Algún día, el mundo será nuestro”, ha finalizado el dueño del negocio, cuya nota global en Google es de cuatro sobre cinco.