'Policías y ladrones' espera un acuerdo entre el Teatro Real y la Zarzuela para salir a escena
La obra es víctima de los paros convocados para evitar la fusión de los dos espacios.
El Teatro de la Zarzuela sube el telón. En el escenario aparece el elenco de Policías y ladrones, pero no lo hace ante el público habitual. El patio de butacas está lleno de invitados que no han acudido a la función con entrada, sino a disfrutar del ensayo de una zarzuela que no llegará al que iba a ser su estreno mundial este jueves.
Ha sido una larga temporada de trabajo truncada por la coincidencia con los paros del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), con los que los trabajadores de este organismo público intentan evitar que el Teatro de la Zarzuela pase a fusionarse con el Teatro Real, gestionado por la Fundación Amigos del Teatro Real.
La corrupción política de la que habla Policías y ladrones, una zarzuela claramente adaptada a nuestro tiempo, sólo ha salido en los ensayos. Quienes conforman la obra llevan trabajando en ella desde 2015, con el fin de hacer sólo cinco funciones. Así lo recalcaron este martes, justo antes de uno de los ensayos, el compositor Tomás Marco y el dramaturgo Álvaro del Amo. "Seguimos con los ensayos porque somos profesionales. No nos vamos a declarar en huelga porque no estamos en huelga. De momento el estreno se queda en el aire, no sabemos nada", explicaba Marco.
La palabra zarzuela recoge el peso de la historia teatral de España. Precisamente fue este teatro, en el que ha ensayado el elenco de Policías y Ladrones y que albergó los primeros de estos musicales, el que dio nombre a un género que hoy es patrimonio nacional.
Desde este jueves, el espacio situado en la madrileña calle Jovellanos no acogerá ningún público porque no quiere convertirse en la sala B del Teatro Real. Según explica Pedro Delgado, responsable de Cultura de CCOO en Madrid, el Ministerio de Cultura pretende introducir la gestión del Teatro de la Zarzuela dentro de la fundación que gestiona el Teatro Real. "El Teatro Real tenía una gestión directa, pero hace años se decidió que dependiera de una fundación que elige también a su presidente, mientras que el director de la Zarzuela está elegido a través de un concurso", apunta.
El origen del desacuerdo
Por otro lado, en cuanto a los fondos, Delgado explica que "se nutren de aportaciones públicas que salen de los Presupuestos Generales del Estado, de la contribución del Ayuntamiento de Madrid y de la Comunidad y de aportaciones privadas en forma de mecenazgo". Aquí, según CCOO y UGT, es donde está el origen de este asunto.
"Aproximadamente el 70% del presupuesto del Teatro Real venía de aportaciones privadas y de organizaciones de eventos", indica Delgado, por lo que "con la eliminación de los beneficios fiscales anunciada por Cristóbal Montoro, las empresas privadas que invertían dinero en las actividades culturales como las del Real se retiran". De esto se deduce que la fundación del Real querría absorber la Zarzuela y su presupuesto público, "unos 25 millones de euros".
Desde el punto de vista laboral, los sindicatos hablan de privatización. "Somos empleados públicos, hemos aprobado unas oposiciones y no podemos dejar de serlo para ser trabajadores de una fundación", apunta Javier Figueroa (UGT), presidente del comité de empresa del ministerio de Cultura y trabajador del INAEM. Figueroa pone como ejemplo el coro del Real, que está externalizado con una empresa, así como los servicios generales (acomodadores, taquillas, ordenanzas, etc.): "Nosotros entendemos que nos despojan de nuestro paraguas como empleados públicos para pertenecer a una fundación".
Política de precios
La fusión de ambos teatros bajo un mismo mando de gestión afectaría también a la política de precios. Si la Zarzuela dejara de depender del INAEM, los sindicatos y los trabajadores del organismo indican que los precios populares desaparecerían, y ver una zarzuela sería tan poco asequible como una ópera en el Real actualmente. "En el Teatro de la Zarzuela marca los precios actualmente una orden ministerial. En una fundación pueden marcar los precios que crean convenientes en función de las necesidades económicas que tengan", indica Figueroa.
Este cambio en la política de precios tampoco sería beneficiosa para fomentar entre los más jóvenes un género histórico con unos espectadores cuya media de edad es muy avanzada. "Tenemos constancia de que hay 16.000 chavales de los colegios españoles, fundamentalmente madrileños, que han visitado la Zarzuela para regenerar el público", explica el presidente del comité.
A pesar de todo ello, Tomás Marco tiene su propia opinión sobre los paros de los trabajadores del INAEM: "No tenemos nada que ver con los paros. El derecho a huelga es un derecho constitucional, lo que pasa es que pagarlo nosotros solos nos parece un poco fuerte, pero bueno, qué le vamos a hacer. Si fuera de verdad un paro completo del INAEM tendría alguna fuerza, pero bueno, de momento se cargan esto entero y alguna cosa suelta por ahí".
Por su parte, Jesús Álvarez de CCOO ha querido responder al sentir del compositor: "No es que tengamos especial manía a Policías y ladrones, simplemente habíamos optado por hacer paros selectivos convocados en todas las unidades de producción". Así, explica que en la Zarzuela en principio habían decidido dos días, pero los trabajadores del teatro decidieron en asamblea que querían hacer paros todas las funciones.
"La cuestión es si el Teatro Real y el Teatro de la Zarzuela se pueden o no fundir y qué puede ser bueno o malo en ambas cosas, pero claro, para eso hay que sentarse a negociarlo, y es lo que no se ha hecho. No está claro si la Zarzuela será el segundo escenario del Real o si sería una medida que permita que funcione mejor de lo que lo hace actualmente porque tiene muchos problemas con el funcionamiento administrativo", opina Tomás Marco.
Al final, según los sindicatos, que haya sido con el estreno de Policías y ladrones es solo una coincidencia. Porque el único objetivo es que, la zarzuela como patrimonio español "no se vaya al Real". "Intentamos evitarlo. Que empiecen el proyecto de nuevo, no puede ser una decisión unilateral", pide Figueroa, aunque de momento no hay fecha prevista para hacer firme esta decisión.
Los paros comienzan este jueves en el Teatro de la Zarzuela (desde las siete de la tarde hasta las nueve) y están previstos, al menos, hasta el 26 de abril. Se amenizarán con concentraciones en las que se representarán piezas líricas. De hecho, este mismo jueves hay un concierto gratuito en la calle Jovellanos para poner de manifiesto la problemática. Lo cierto es que la primera zarzuela contemporánea que iba a representarse en el emblemático teatro en sesenta años no llegará a estrenarse.