Historia de un 'Chanelazo': el Benidorm Fest, a examen
Tres expertos en Eurovisión analizan todo lo ocurrido tras las polémicas votaciones.
Para festival, el que se ha producido desde que se anunció la ganadora —y, por tanto, representante en Eurovisión 2022— del Benidorm Fest el sábado pasado: Chanel. Con su SloMo fue la favorita en la primera semifinal, pero se medía con dos titanes que contaban con el respaldo mayoritario del público: Tanxugueiras, que defendían Terra, y Rigoberta Bandini, con el himno feminista Ay mamá.
Chanel se llevó la máxima puntuación del jurado (cuya opinión pesaba el 50% sobre el resultado final) y las gallegas, las más altas del voto demoscópico y del televoto, con lo que el palmarés quedó así:
Inmediatamente se produjeron todo tipo de airadas reacciones, incluidas las de rostros tan conocidos como el diputado Gabriel Rufián, la atleta Ana Peleteiro o la periodista Samanta Villar. Paralelamente en Twitter surgió la primera polémica cuando cientos de usuarios empezaron a compartir fragmentos de la letra de la canción de Chanel, con mensajes sexualizados en spanglish —Si tengo un problema, no es monetary / Yo vuelvo loquito’ a todos los daddies, por poner un ejemplo—.
Esto casi se concatenó con el segundo incendio: la supuesta relación de Chanel con uno de los miembros del jurado que tan buena nota le dio, la coreógrafa Miryam Benedited, con quien coincidió en el programa Tu cara me suena. Posteriormente, la artista —con un potente engranaje discográfico detrás, no como otros de los aspirantes a ir a Eurovisión—aseguró que llevaba cuatro años sin hablar con la jurado. Por su parte Benedited se defendió tras haber llegado a recibir amenazas, rechazó ser afín a Chanel y aseguró que ningún miembro del jurado sabía qué habían votado los demás.
Mientras RTVE defendía ese sistema de votación, Chanel se borró de Twitter tras todos los mensajes de odio que estaba recibiendo por estos asuntos y porque fuera ella la ganadora y no quienes algunos haters querían. Sus oponentes sobre el escenario hicieron piña y tanto Tanxugueiras como Rigoberta Bandini le mostraron su apoyo y sororidad.
Por si fuera poco, el asunto se convirtió en político. No solo Galicia en Común presentó en el Congreso varias preguntas dirigidas a RTVE sobre el certamen y el PP hizo lo mismo en el Senado, sino que CCOO pidió “dejar sin efecto” la victoria de Chanel. Hasta risas hubo tras el Consejo de Ministros sobre esta cuestión.
Las aguas volvieron a revolverse cuando este miércoles RTVE convocó una rueda de prensa por la tarde en la que se recalcó que “no hay irregularidades, no hay impugnaciones, no hay denuncias”, se pidió respeto para el jurado y se desglosaron los resultados. Esto último causó una nueva oleada de indignación cuando se descubrió que Tanxugueiras recibió más del 70% de los votos del público y Chanel el 3,97%. También se desveló qué votó cada uno de los miembros del jurado, pero sin dar sus nombres, lo que se justificó en que habían llegado a recibir “amenazas de muerte”: uno llegó a dar más votación a Gonzalo Hermida —que no pudo actuar por covid y se emitió un videoclip— que a Tanxugueiras.
El asunto ha dado para muchos comentarios y opiniones, pero también ha despertado algunas incógnitas, como éstas que les hemos planteado a tres expertos en Eurovisión.
“Se hablaba de que Chanel era muy potente y de que podría dar la sorpresa”, cuenta Laura Ortiz, directora de El Euroté, sobre qué se decía en los mentideros del festival. “Algunos equipos de algunos artistas también te decían ‘tenemos ganas de ver lo de Chanel porque nos han contado que es muy potente’. Sumas uno más uno. No me pilló tan de sorpresa que ganara”, sentencia.
El periodista eurovisivo Luis Mesa, de Los Replicantes y Euromovidas, coincide en que Chanel se coló entre las favoritas de los asistentes al Benidorm Fest. “Desde el primer ensayo en la semifinal dijimos ’aquí algo pasa”, explica. Un efecto que, según él, creció aún más cuando se emitió la actuación en directo. “Fue parecido a lo que pasó con Eleni Foureira en 2018 en Lisboa, que se produjo una locura nada más llegar”, señala y recuerda que la tarde antes a la final del Benidorm Fest el hashtag #ChanelAEurovisión era trending topic.
“Vistos los votos de la semifinal pensamos ‘esto o se lo lleva Rigoberta o se lo lleva Chanel’ porque Tanxugueiras, por el desempeño del jurado lo iba a tener complicado”, explica Mesa.
Parecido lo vivió el periodista de Europa Press Luis Fuster, que recuerda que antes de llegar a Benidorm todos pensaban en Bandini o Tanxugueiras. “Como mucho que Rayden podía dar la sorpresa”, apunta. Pero cambió al ver los primeros ensayos. “Al llegar allí se descolgó un poco Rayden y se sumaron dos más: Chanel, después de ver el ensayo, y Blanca Paloma, que tenía una escenografía bastante potente, pero que quizás era la más convencional y que le costó más destacar”, detalla.
Esto fue in crescendo, impulsado por los cambios que había dado la cantante de SloMo. “Se empezó a hablar bastante de ella y, al final, de cara al sábado, se medio asumía que iba a ganar Chanel”, confiesa.
Para Ortiz, el certamen ha acertado “en darle visibilidad a todo tipo de géneros musicales y a todo tipo de artistas”. “Cada canción era diferente”, recalca. En el lado opuesto de la balanza, opina que ha fallado “un poco” en el sistema de votación: “Fue algo de lo que nos quejamos en su día y que a día de hoy está levantando muchas ampollas. El jurado debería haber estado compuesto por más personas; lo dije en su día y lo vuelvo a reiterar”.
Mesa destaca la “celeridad para dar la información, el desglose y ser transparentes” tras la polémica generada. “En todo este tiempo, desde septiembre que tenemos las bases nadie alzó la voz ni dijo esta boca es mía. Nadie consideró que fallase algo. Una vez que se conocen los resultados, montar en cólera… es verdad que la favoritísima del público no ganó, pero es un certamen que tiene sus bases confirmadas, sus actas ante notario... El resultado es justo conforme a las bases”, recalca.
Para él, hay que meditar la modificación de los porcentajes del voto. “Me quedo con las palabras de Alaska, que dio una entrevista en radio al acabar el festival, que dijo que el año que le dimos el 100% del voto a la audiencia ganó el Chikilicuatre. Se apoderó de las votaciones la gente que no quiere Eurovisión y que prefirió trolear el asunto”, señala. “En este caso la causa ha sido más bonita y acertada, como es el pueblo galego, con la que el público se ha sentido tremendamente identificado y que se ha lanzado a votar en masa para defender su candidatura, que es la primera vez en la historia que pasa. Es una historia totalmente loable y que defiende la diversidad y es maravilloso. Pero también tenemos que valorar que el 70% del voto ha ido a una candidatura por una razón”, apunta.
Para él, la solución pasa por ampliar el jurado con quizás 10, 15 o 20 personas. “Así se diversifica que una persona destroce una candidatura o la aúpe. En Eurovisión hay jurados de cinco personas por país, pero hay 42 países”, explica.
Según Mesa, de cara a la próxima edición también habría que “evitar todo tipo de suspicacias”. “Las hay de todos los colores, la unión de Chanel con Myriam Benedited viene a raíz de una sustitución en 2016 de Chanel en un programa en el que colaboraba la coreógrafa, por lo que se cruzaron la mirada y poco más, pero evitar este tipo de suspicacias porque en los tiempos de las redes cualquier cosa va a salir y un bulo se hace una bola de nieve inacabable y puede cargarse al formato”, señala.
En general, la valoración de Mesa es buena. “No solo ha vuelto a poner Eurovisión en el centro del tablero, sino a la música española”, recalca y apunta a los éxitos que están cosechando las finalistas del festival en los tops internacionales de Spotify —SloMo ocupa el número 2; Ay Mama, el 10, y Terra, el 12—. “Meterte en el 50 de Spotify y ver que lo están liderando canciones españolas es un paso adelante enorme”, enfatiza.
Para Luis Fuster, la transparencia de RTVE tras la polémica no ha sido tal. “Se dijo que de cara al año que viene se trabajaría más en el aislamiento del jurado, son cosas que están por ver”, señala. ”A mi juicio, en la rueda de prensa no acabó de decirse del todo claro la relación que tenía Chanel con los miembros del jurado. Es obvio que hay una relación laboral, tanto con ella como con alguno de los bailarines. No sé por qué no se comprobó”, explica.
Sin embargo, no cree que el problema esté en que haya un jurado. “Está en tardar tanto en dar los resultados, se escudaban en que faltaban las actas notariales y yo ahí no sé qué decir al respecto. Creo que ha sido una forma en la que la bola ha crecido más y más. Ha sido un fallo que no sé si se puede atribuir a ellos”, cuestiona.
Para él, el reparto de puntos del televoto tendría que estar más ajustados a los porcentajes que se reciban. “Que una candidatura que tiene el 70% de los votos y una que tiene el 3% se lleven solo 10 puntos es un poco complicado de explicar. Además que el reparto es un poco diferente, por ejemplo, las candidaturas que quedaron por debajo tienen muy pocos puntos entre ellas: cinco puntos, ocho puntos, diez puntos… Las de arriba tienen muy poco margen para destacar más. Debería de hacerse de manera proporcional al resultado de cada una de las actuaciones”, detalla.
Ortiz se muestra sorprendida por “los criterios que han tenido a la hora de valorar las actuaciones”. “María Eizaguirre el miércoles en la rueda de prensa decía que cada uno valoraba según su experiencia y que en ningún momento les habían dado ninguna directriz. Entonces yo pregunté que en base a qué han valorado la puesta en escena. Esto fue después de conocer que uno de los jurados había valorado mejor un videoclip que a Tanxugueiras”, recuerda.
“Me sorprende que se nos dijera que el jurado también vio los ensayos y valoró las actuaciones según éstos. Y también lo ha dicho Miryam Benedited en Todo es mentira, que ellos veían los ensayos y en base a si cambiaban o no alguna cosa o no en la final podían cambiar la nota. A mí me parece un poco raro. ¿Qué ensayo de Gonzalo Hermida han podido valorar? El pobre no llegó a hacerlo”, recalca.
“De cara al año que viene sí que estipularía cómo va a valorar el jurado, porque sí que es verdad que tenían pantallas, pero los que estábamos ahí pudimos ver que es que ni las miraban. También se nos dijo en su momento que el jurado tendría unos cascos para valorar el sonido, pero no ha habido, en eso me fijé y no tuvieron; entiendo que valoraron las voces allí en directo”, expone, porque a su juicio, si el voto demoscópico y el televoto fue en función de lo que se vio en televisión, entiende que “el jurado debería haber votado por lo que ve en televisión. Como repiten tanto que es un festival televisivo, me sorprende”.
Luis Mesa señala que el jurado no es un problema, pese a la polémica. “Entiendo que cuando eliges a un jurado, eliges a una persona independiente, especialista en la materia, que conoce a los personajes y que da su opinión. Vivimos en la España de Risto, hemos crecido con un jurado con una decisión clara, irreverente, altivo… Y no ha pasado nada, esto vivía con nosotros, que ahora nos sorprenda, está fuera de lugar”, recuerda. Aunque admite que es “raro y complicado de entender que las dos principales propuestas que quería el público queden en segunda y tercera posición”.
“El jurado es profesional, independiente y en ningún momento ha recibido ningún problema, indicación o coacción de TVE”, enfatiza. Lo que sí cree que ha influido es el perfil del jurado. “Se escogieron dos perfiles escenográficos como son Miryam Benedited y Marvin Dietmann en un jurado de 5 personas. El 40% del jurado son personas que trabajan haciendo coreografías y al ver la de Chanel que es caviar en cuanto a esto, pues van a votarla”, señala.
Fuster sí que vio varias incongruencias en cuanto al trabajo del jurado. “Se nos dijo en un principio que el jurado iba a estar aislado de los participantes, sabemos que no fue así”, señala. Además, no encuentra explicación a que uno de los miembros votase antes el videoclip de Gonzalo Hermida que a la actuación en directo de Tanxugueiras. “Eso habla por sí solo, no creo que un videoclip pueda compararse con una actuación en directo”, señala. “Con todo el respeto a Gonzalo Hermida, estuvo en la final merecidamente porque si hubiera actuado hubiera estado arriba porque es una canción muy del gusto Cadena Dial, pero era más lógico que votaran a alguien que ha actuado”, recalca.
El periodista también apunta a otros motivos más políticos como que Terra estuviera en galego. “Al final hay que entender que en la realidad social de España cuando se hablan lenguas cooficiales o se habla de una cultura que viene de una lengua que no es castellana, se rechaza. Otra cosa es hasta qué punto es deseable que esto pase en un festival de música que une a las culturas. Yo diría que poco”, sentencia.
“Creo que cualquiera de los ocho que participaron en la final podrían darnos un buen papel en Turín”, subraya la directora de Euroté. “Chanel lleva una candidatura muy completa, que suena a 2022 y eso era algo que estábamos pidiendo, un estilo que aquí en España se escucha mucho y, honestamente, creo que hacía tiempo que no llevábamos algo tan cerrado a Eurovisión. Si por mí fuera lo llevaba tal cual, no cambiaría nada. Es una bestia escénica”, valora.
Mesa no se atreve a hacer una predicción sobre cómo quedará Chanel, pero apunta a que “está recibiendo muy buenas opiniones, pero estamos en una burbuja de toxicidad y de guerra, que no estamos mirando más allá ni valorando lo que se dice”. “Creo que es una propuesta que va a estar muy bien arropada, que TVE por primera vez en muchos años va a hacer un plan de contingencia para girar por Europa, ir a otras preselecciones y que el tema se conozca”, explica.
Para Fuster también es difícil hacer una predicción ya que cree que lo que envíen otros países es decisivo para poder hacer una apuesta. Lo que sí cree es que subiremos de la clasificación de años anteriores. “Creo que sí va a mejorar nuestro resultado, del puesto 20 subiremos, pero cuánto más es difícil de adivinar”, detalla.
Pese a que Chanel ha recordado a otros fenómenos televisivos como Eleni Foureira, Ortiz no piensa que eso nos perjudique: “La fórmula, que evidentemente hemos visto en años anteriores, creo sinceramente que no tiene nada que envidiar a lo que ha llevado Chipre en los últimos años. Es más nuestro, suena un poco más a latino, y creo que a Chanel no se la puede comparar con Eleni”.
Para Mesa, el resultado de Chanel dependerá de la fórmula que utilicen otros países como Chipre [Fuego (2018), Replay (2019), El diablo (2021)]. “Hay que cruzar los dedos para que no haya otros países, nórdicos o mediterráneos, que apuesten por candidaturas similares. En el momento en el que tienes otra candidatura enfrente, el voto se va a dividir y tienes que ser tú la mejor. Pero sea como sea, creo que de los últimos años vamos a conseguir la mejor posición”, detalla.
Lo mismo piensa Fuster, que cree que una candidatura distinta a lo que se oferte en la final es un factor decisivo para recibir el voto. “Quizás lo que pasaba con Rigoberta o Tanxugueiras es que eran candidaturas más únicas. Es muy buena candidatura, es muy potente, tiene una coreografía muy potente, lo va a hacer estupendamente bien, pero ¿cuántas más de este estilo va a haber?”, cuestiona.
“Mi favorito era Varry Brava, iba muy a muerte con Varry Brava”, confiesa Ortiz, que a la vez admite que “es verdad que Ay mamá era un himno” con el que “podríamos haber ido a arriesgar”: ¿Qué hubiera pasado? Es lo que siempre nos vamos a preguntar, como ¿qué hubiera pasado si hubiéramos mandado a Corazón latino, a La revolución sexual, a Lo malo? Pero que quede bien claro que Chanel lo va a petar en Turín”.
Mesa tenía dos apuestas. “Tenía escrito dos borradores, uno de Rigoberta y otro de Chanel, esperaba que ganase Rigoberta y hubo que sacar el de Chanel”, explica.
A Fuster, que había animado a Rigoberta Bandini, la actuación de Tanxugueiras del sábado le pareció mucho más potente que la del miércoles y no mereció la calificación recibida: “No se justifica por ningún lado que Tanxugueiras tuviera una mala actuación, nadie tuvo ninguna, pero ellas particularmente en la final del sábado, no hay por donde cogerlo que fueran las últimas de nadie”.