Las plantas que no deberías tener en casa si tienes un gato
Pueden llegar a ser tóxicas.
Cualquiera que tenga un gato sabe que estos animales no se resisten a escarbar en la tierra de las macetas. Tampoco a comerse alguna que otra planta que se tenga en casa. Precisamente por eso, hay que ser consciente de que hay algunas que son perjudiciales, hasta el punto de llegar a ser tóxicas.
No todas son tan peligrosas. Dentro del grupo de plantas no compatibles con gatos, hay niveles. El veterinario clínico Benito Pérez, del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid, explica cuáles no se deben tener en casa (todas ellas son tóxicas) y qué efectos secundarios pueden presentar los gatos después de ingerirlas.
Los jacintos y los tulipanes —y en general todas las plantas bulbosas— pueden provocarles vómitos, diarrea y en algunos casos, si las consumen en pequeñas cantidades pero de forma habitual, pueden afectar al riñón. Un consumo continuado podría llegar a desencadenar una insuficiencia renal grave e irreversible.
Por otro lado, hay otras plantas muy comunes en las casas y también muy peligrosas. Pertenecen a la familia de las araceaes. Las más habituales son las hiedras o los potos. Producen en los animales hipersalivación por irritación de las papilas gustativas, pero si llegan al estómago, pueden provocarles vómitos y diarreas con sangre. En consumos continuados (aunque sean dosis bajas), se han descrito síntomas respiratorios y renales.
La flor de pascua, tan común en verano, resulta muy atractiva por su color y sabor. Sin embargo, las consecuencias de su consumo son poco deseables: tos, salivación excesiva y babeo; en contacto con los ojos pueden causar también irritación y lagrimeo. Si el contacto del gato con esta planta es habitual, los síntomas se pueden agravar hasta generar lesiones crónicas en el pulmón y el riñón.
El cannabis tampoco es beneficioso para los animales. Su consumo es más frecuente en perros, pero los veterinarios también han visto casos de gatos que lo han tomado con efectos perjudiciales, según apunta Benito Pérez. La marihuana puede provocar síntomas psicoactivos, con una fase de euforia seguida de una de sedación y apatía. Un colocón como el de cualquier otro mamífero.
El resto de las plantas de la lista —eucalipto, azalea, hortensia o laurel— pueden hacer que la mascota padezca daños oculares, dermatitis, trastornos digestivos, renales, deshidratación o dolor abdominal.
Saber elegir con qué planta decorar el salón es, en este caso, una cuestión de salud.