Planeta whisky, un placer reflexivo
Foto: destilería escocesa de Speyside. Autor: Jesús Bernad
Nunca dejará de sorprenderme que una bebida elaborada con ingredientes tan sencillos como agua, cebada malteada, levaduras y a veces humo de turba adquiera unos niveles de complejidad y diversidad de estilos memorable.
Tan sólo algunas bebidas espirituosas están pensadas para disfrutar de una forma tranquila y reposada. El whisky es una de ellas, junto a los mejores brandys, cognacs, armagnacs, así como la gama alta de los rones añejos. Cuando pensamos en estos whiskys, excluimos la gama más sencilla, los blended, fruto de la mezcla de cebada malteada y otros granos de cereal, de corto añejamiento, pensados para beber combinados con burbujeantes refrescos, que encuentran su espacio en bulliciosos ambientes.
En Spirits International(la guía online más completa de bebidas espirituosas en español), asumimos este año el reto de catar 200 whiskies durante unos 5 meses, comprendiendo las actuales tendencias de los mejores whiskys del mundo en sus principales estilos: single malt y blended de luxe escoceses; los blended irlandeses; los whiskeys americanos y bourbons; los novedosos y afamados whiskys de Japón.
Cuando analizamos las principales tendencias, entre los whiskys mejor puntuados, podemos observar que el podio lo ocupan los single malt escoceses, de dos regiones en concreto: Speyside, el jardín de Escocia, de elegantes maltas; y las islas Hébridas, en especial los de Islay, con su complejidad salina, yodada, de algas, envueltos en humo de turba. De esta última isla es el single malt ganador: Ardbeg Uigeadail (98/100), de gran complejidad y memorables sensaciones.
Este single malt de Islay es un buen ejemplo de los dos temas fundamentales a debate en el mundo del whisky entre los buenos aficionados: la pérdida de la añada en muchos maltas, debido a la presión de los mercados asiáticos que dan más preponderancia a la marca que a los años de madurez en barrica (por ejemplo, Macallan). Nuestro ganador no lleva un año incorporado a la etiqueta, pues es más importante que vea la luz cuando esté completamente maduro que unos años concretos.
El otro controvertido debate es el del caramelo que se añade a muchos whiskys para darles color y que lo convierten en un caramelito, perdiendo su carácter inicial; en mi opinión no hay un abuso en el uso de la caramelina que aporta color, pues la mayoría de los whiskys son más bien pálidos, ambarinos o cobrizos, pero no muy oscuros. Ardbeg es un buen ejemplo de palidez y color natural 100%.
No debemos infravalorar a los Blended de Luxe, gama de whisky de malta y otros granos de cereales, de alto porcentaje de single malt y larga madurez de más de 8 años, como nos mostró el Chiva Regal 25 años (96/100), de carácter muy seductor. ¿Por qué debería ser mejor un virtuoso solista (single malt), que una imponente orquesta (blended de luxe)? Si la fusión de hasta 35 whiskys distintos es armoniosa, podemos alcanzar en su disfrute una cumbre sensorial.
Entre los diez mejores whisky encontramos un sensacional whisky japonés: The Yamazaki 12 Años, un single malt de gran profundidad y carácter que nos recuerda al mejor estilo de whiskys escocés de Highland. Pero entre los más seductores nos sorprendió un Blended de Luxe: Hibiki 17 años, de envolvente personalidad. Por todo ello pensamos que en la actualidad los whiskys japoneses se han convertido en auténticos guardianes de la tradición; y algunos fieles aficionados los han encumbrado, hasta el punto que muchos de ellos han triplicado su precio en tan solo 5 años.
Los bourbon americanos, la mejor expresión del maíz, se han sofisticado mucho en los últimos años, pasando de ser una bebida simple y ardiente, muy marcada por las notas resinosas de la madera nueva y el dulzor del maíz, a expresiones de marcada personalidad como el Woodford Reserve, mi favorito, por su triple destilación en alambiques tradicionales; aunque también destacó entre los mejores Blanton's Single Barrel, un embotellado de una sola barrica, que muestra la profundidad gustativa del mejor bourbon.
Con unas puntuaciones algo menores que los whiskys antes mencionados encontramos los whiskeys irlandeses (92 puntos sobre 100), que en su mayoría son mezcla de cebada malteada y sin maltear, por lo tanto blended, destilado por tres veces en alambiques y que raramente incorporan humo de turba. Tres destacaron en nuestra selección: Bushmills S.M. 10 años; Connemara Original; y el novedoso Roe&Co. Desgraciadamente es muy difícil de encontrar la mejor gama de single malt irlandeses en España, como el Red Breast, de Jameson.
El mejor representante español, el célebre segoviano, obtuvo una merecida medalla de doble plata, con 90/100 en la expresión del Blended de Luxe DYC 12 años; y aproximándose en puntos a este último, el DYC Special Blend 8 Años. Sin duda los peores en nuestro listado de 200 whiskys catados, amplia selección que podéis consultar en la guía spirits.international/whisky, son los blended: sencillos y ardientes por su corta madurez, destinados a la inexorable mezcla.
El mundo del whisky se ha convertido en un atractivo planeta de sensaciones, con muy seductoras propuestas en Escocia, Irlanda, Estados Unidos y Japón. Conocerlos, disfrutarlos de una forma reflexiva, es sin duda amarlos.