'Día-D': filtrados los detalles del plan que se seguirá cuando Isabel II muera
De la "cascada de llamadas" al funeral diez días después, todos los pasos tras el fallecimiento de la reina de Inglaterra.
Operación Puente de Londres. Ese es el nombre con el que desde hace años se conoce al plan secreto establecido para cuando la reina de Inglaterra muera —Isabel II tiene ahora 95 años—, que define todo el protocolo que se seguirá desde ese momento y cómo poner en marcha la maquinaria de su sucesión.
De hecho, cada miembro de la familia real tiene diseñado uno para su fallecimiento: el del duque de Edimburgo fue el Forth Bridge; el de Carlos de Inglaterra se llama Menai Bridge y el de Diana de Gales fue bautizado como Tay Bridge, porque por el poco tiempo que hubo para su preparación se tomó como referencia el que ya estaba preparado para la reina madre Isabel, con ese mismo nombre.
La web POLITICO ha publicado este viernes la filtración de los detalles de ese plan, del que hasta ahora se sabía más bien poco. Según apunta, la reina goza por ahora de buena salud y no hay indicios de que haya sido revisado de urgencia, sí se ha contemplado el contexto de la pandemia.
“Los documentos muestran el extraordinario nivel de acción requerido por todas las ramas del estado británico, incluida una vasta operación de seguridad para gestionar multitudes sin precedentes”, señala dicho medio. El plan abarca desde el fallecimiento hasta diez días después, con detalles que “van desde lo banal hasta lo ridículo”.
El Día-D
De manera interna, según los documentos, así se conocerá al día del fallecimiento de la monarca, y los posteriores serían D+1, D+2, y así sucesivamente. El primer paso sería una “cascada de llamadas” —para las que incluso hay guiones escritos– con el objetivo de informar al primer ministro, al secretario del gabinete, a varios ministros y funcionarios importantes, señala POLITICO.
También habría un comunicado oficial y un email del secretario del gabinete será la señal para que las banderas de Whitehall ondeen a media asta en un lapso de 10 minutos.
También está previsto que la web de la familia real se vaya a negro con un mensaje informando del deceso y la web del Gobierno mostrará un banner negro. Además de la indicación de no publicar contenido en redes sociales que no sea urgente, “los retweets están explícitamente prohibidos a menos que lo autorice el jefe de comunicaciones del gobierno central”.
Será la familia real quien anuncie los planes para el funeral, que se celebraría diez días después, y ningún miembro del Gobierno podrá hablar hasta que el primer ministro haga una declaración oficial.
El primer ministro celebraría entonces una audiencia con el nuevo rey y, a las seis de la tarde, Carlos de Inglaterra se dirigiría a la nación.
Los días posteriores
En el primer día tras la muerte, su primogénito será el protagonista. A las 10 de la mañana, se reuniría el Consejo de Adhesión en el palacio de St. James para proclamar a Carlos como nuevo soberano. Luego se leería en público su proclamación y el Parlamento —que suspenderá su actividad 10 días— se reuniría para acordar un mensaje de pésame. A las 15:30 el nuevo rey se reuniría con el primer ministro y su gabinete.
En el D+2, el féretro de la reina debería llegar a Buckingham Palace. Todo está pensado: si fallece en Sandringham, volvería a la capital en un tren real, hasta la estación de St. Pancras, donde el primer ministro y y su gabinete recibirían el ataúd.
Si muere en Balmoral (Escocia), la cosa se complica: habría una Operación Unicornio si su cuerpo se puede trasladar en tren y una Operación Overstudy si tuviera que ser en avión.
Un día después, su hijo Carlos se embarcaría en una gira por Reino Unido para recibir pésames oficiales, que comenzaría con una visita al Parlamento de Escocia. De allí, viajaría a Irlanda. En el día 5, el ataúd de la reina se llevaría desde Buckingham hasta el Palacio de Westminster.
El cuerpo de Isabel II permanecería allí —en un catafalco en Westminster Hall, abierto al público 23 horas al día– durante tres días, en el marco de una operación llamada Pluma.
Mientras tanto, se trabajaría frenéticamente en la preparación del funeral. No solo en la ceremonia: las autoridades estarán ocupadas con la llegada de jefes de estados, la previsible entrada de turistas, el posible colapso del transporte y eventuales amenazas terroristas.
El día del funeral
Será una jornada de luto nacional, con dos minutos de silencio a mediodía en todo Reino Unido. La ceremonia se celebraría en la Abadía de Westminster.
Está previsto que Isabel II sea enterrada en la Capilla de San Jorge del castillo de Windsor.