Piénsatelo dos veces antes de hacerte un tratamiento de pestañas
Son cada vez más populares, pero pueden tener efectos negativos sobre la salud.
Se llevan las miradas de impacto. A pesar de que el contouring ha quedado relegado a un segundo plano y que la tendencia no-makeup reina en el día a día, los ojos siguen siendo la parte clave a la hora de maquillarse. Ya sea con colores y brillos de fantasía que darán mucho que hablar esta nochevieja o con unas larguísimas pestañas.
No es una moda nueva, pero cada vez más mujeres recurren a tratamientos como permanentes o liftings para lucir pestañas de impacto durante varias semanas. Aparentemente suena bien pero, como sucede con las manicuras permanentes, no siempre es oro todo lo que reluce, porque puede acabar debilitándolas. Es fundamental elegir minuciosamente el profesional adecuado y no encadenar un tratamiento tras otro.
“Existe la posibilidad de desarrollar una alergia a los productos químicos que se utilizan. Esto ocurre con más frecuencia en los ojos que en otras zonas del cuerpo ya que la piel de los párpados es muy fina y porque existen reacciones cruzadas con alérgenos que se utilizan en otros procedimientos”, explica el doctor Óscar Muñoz, miembro del Grupo Español de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología y dermatólogo de la Clínica Grupo Pedro Jaén.
¿Qué tipo de tratamientos existen y en qué se diferencian?
Ni todos los tratamientos para las pestañas son iguales, ni todos cumplen la misma función. Uno de los más populares es el lifting, que consiste en estirar las pestañas naturales con productos especiales para dar una mayor longitud y espesor a la mirada. El efecto llega a durar hasta dos meses, pero el doctor Muñoz no lo recomienda: “puede romper los tallos pilosos si no se realiza correctamente”.
Tampoco se decanta por el tinte permanente. Este tratamiento se utiliza para dar luminosidad y profundidad a la mirada, pero puede dejar el cabello debilitado por la agresividad de los productos utilizados. “En general desaconsejo coberturas cosméticas permanentes a las pacientes ya que los gustos suelen cambiar con el paso de los años”, advierte Muñoz.
Si hay un tratamiento que se ha posicionado como el más demandado es el de las extensiones de pestañas. Actrices como Blanca Suárez y Eva Longoria, influencers como Laura Escanes y hasta la reina Letizia apuestan por ellas. Además de popular, el mundo de las extensiones es más complejo que cualquiera de los otros dos tratamientos ya que se puede adaptarse por completo a las necesidades de cada uno. Puede elegirse desde el número de pestañas que se colocan, la curvatura de la misma y también su grosor, en función del tipo de mirada que se quiere conseguir.
Independientemente del tratamiento lo importante dejar respirar la pestaña y no encadenar varios seguidos. “No hay ninguna recomendación bien establecida, pero suelo recomendar a mis pacientes que al menos esperen una fase crecimiento completo de las pestañas —aproximadamente 3/4 meses—”, explica Muñoz.
Para Muñoz, un error a la hora de realizarse este tipo de tratamientos (lifting, tinte o extensiones) es no identificar correctamente el problema de nuestras pestañas. ”La cobertura estética es una opción totalmente válida para la pérdida de pestañas irreversible, pero en la mayoría de las ocasiones, el problema se resuelve con diagnóstico y tratamiento médico”, sentencia el doctor.
Sérum de pestañas: ¿marketing o efectividad?
Las firmas de cosmética han introducido poco a poco el serúm de pestañas dentro de su catálogo y celebrities como Meghan Markle han contribuido a que se extienda la fiebre de este producto mágico que, en teoría, hace crecer las pestañas. Muñoz explica que al no tratarse de un fármaco, sino de un cosmético, no están sujetos a las mismas regulaciones y, por lo tanto, “no requieren las mismas garantías de eficacia y seguridad que los fármacos”.
“Algunos sí pueden hacer crecer las pestañas ya que contienen prostanoides o moléculas con función análoga”, explica el doctor, que destaca que el consumidor “no suele tener criterio para elegir entre estos productos y se guía de las opiniones de blogs e influencers”. Esto hace que no se elija el más adecuado para las necesidades de cada uno y que el producto pueda no hacer su función o incluso provocar algunos efectos negativos. “El principal suele ser la irritación local”, comenta el dermatólogo.
Muñoz no es partidario este tipo de productos, aunque apunta que si se quiere elegir bien uno sugiere fijarse en los principios activos. “Los prostanoides como el bimatoprost o latanoprost así como el minoxidil pueden formularse a diversas concentraciones y aplicaciones”, explica. Aún así, el doctor insiste en que para un buen tratamiento lo mejor es acudir a un dermatólogo experto en tricología.