Piden a Sánchez y a Aragonés que se saluden y lo que sucede es un poco cómico
Desconcierto.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, han protagonizado un momento un tanto cómico justo antes de su reunión de este miércoles, previa a la mesa de diálogo que debe servir calendarizar las próximas reuniones y definir la metodología de trabajo del espacio.
Ambos han subido unas escaleras en el Palau de la Generalitat y luego han posado para los fotógrafos. Ambos han dejado entre ellos un gran distancia, como marca el protocolo del coronavirus, lo que ha provocado que los reporteros gráficos les pidieran un saludo.
“A ver cómo lo hacemos, porque...”, ha dicho Sánchez, que de inmediato se ha girado hacia Aragonés. Este se ha vuelto inmediatamente y se ha puesto la mano en el corazón, pero el presidente del Gobierno no ha parecido darse cuenta y le ha ofrecido el puño. Y finalmente ha sido así como se han saludo tras unos instantes de desconcierto.
El presidente del Gobierno ha llegado al Palacio Generalitat a las 15 horas para reiniciar junto al presidente catalán la mesa de diálogo que lleva más de un año en suspenso, tras el primer intento fallido que hubo de impulsar este instrumento en febrero de 2020.
La primera cita de esta jornada es una reunión a solas entre ambos, y posteriormente está previsto que presidan las respectivas delegaciones, aunque su intención es participar en el arranque de la mesa, informar de las conclusiones de su reunión, y dejar después que sigan trabajando los equipos, ya sin su presencia.
Por parte del Gobierno, además de Sánchez, asisten a la mesa el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, encargado de coordinar los trabajos; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; la portavoz y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y el de Cultura, Miquel Iceta, mientras que la delegación catalana está compuesta por Aragonès y los consellers Laura Vilagrà y Roger Torrent, después de que el presidente catalán dejara fuera a Junts de la mesa al rechazar su propuesta de nombres.
El Gobierno acude a este encuentro con optimismo, convencido de que puede servir para avanzar en su estrategia de “reencuentro”, y resta importancia al enfrentamiento que protagonizan los socios del Govern, que ha llevado a Aragonés a sacar a Junts de la mesa de diálogo.