Pete Doherty desvela que estuvo "a punto de perder los pies" por las drogas
El cantante de The Libertines y ex de Kate Moss se ha sincerado sobre sus adicciones.
El cantante de The Libertines —y también expareja de Kate Moss— Pete Doherty fue, posiblemente, junto a otros rostros como el de la fallecida Amy Winehouse, uno de los personajes que más escándalos protagonizó en la década de los 2000. La relación del cantante con las drogas no era ningún secreto y se llegaron a publicar varias imágenes de él consumiendo heroína o cocaína en los tabloides británicos.
22 años después Doherty se encuentra rehabilitado —dice que lleva dos años limpio— y se ha sincerado sobre el infierno que vivió por sus adicciones en una entrevista en The Mirror. “Realmente estaba rozando los límites. Hubo un par de ocasiones cercanas a la muerte, como que casi pierdo mis pies y cosas horribles como esa”, ha señalado.
“Estuve muy cerca, solo por la inyección. Eso es lo que sucede cuando te quedas sin venas sanas. Ahora parece que todo eso fue hace mucho tiempo, pero fue un infierno”, ha recalcado.
El inicio de Doherty y sus adicciones se remonta a cuando tenía 19 años y se mudó a un apartamento en Londres con su amigo Carl Barat, con el que fundaría The Libertines. Entonces, trabajó como prostituto y traficante de drogas para poder costearse las drogas.
Sin embargo, su fama llegó en los 2000 por su relación con Kate Moss, que quedó empañada por sus numerosas detenciones y sus escandalosas imágenes. Entre otros asuntos, expuso cuadros pintados con su sangre, se presentó en unos juzgados con heroína y fue expulsado de un centro de desintoxicación por incitar a varios pacientes al consumo de drogas.
Actualmente, el estilo de vida de Doherty dista mucho de las adicciones y drogas que le acompañaron durante casi dos décadas. Actualmente, vive en en un pequeño pueblo de Normandía (Francia) con su mujer Katia de Vidas, con la que se casó en septiembre de 2021, donde según cuenta se levanta temprano para pasear a sus perros y comprar el periódico local, dentro de una rutina relajada y sin preocupaciones.
De hecho, el pasado mes de mayo se hicieron públicas unas fotos de Doherty paseando a sus mascotas que fueron objeto de noticia en todo el mundo por su sorprendente cambio físico.
Sin embargo, admite que su futuro podría haber sido otro como el de su compañero en The Libertines Alan Wass, que falleció en 2015 a causa de una sobredosis de heroína, o de la ya mencionada Amy Winehouse.
“Puede que en realidad no llegara a la mediana edad, puede que el tipo que era esté muerto y enterrado desde hace mucho”, señala a The Mirror en una profunda reflexión. “Te envenenas tanto que hay un límite de lo que puede soportar un alma inocente antes de que te conviertas en un engendro permanente. O puede que no, puede que exista la redención y la salvación y las segundas oportunidades”, reflexiona.
Para Doherty no ha habido un momento en el que decidiera dejar las drogas, pero sí que rozó el límite en 2019. Entonces el cantante fue condenado a una pena de tres meses de cárcel, que fue anulada posteriormente, por “violencia en estado de ebriedad” tras comprar cocaína y discutir con varios ciudadanos.
“Fue difícil. No hubo un momento de epifanía. Fueron tantos años de ir a centros de rehabilitación y probar diferentes ideas. Hice de todo, desde vomitar en el monasterio Tham Krabok en Tailandia hasta clínicas de desintoxicación”, señala. “Las personas que han estado en adicciones me decían: ‘Un día sabrás que es el momento de parar’. De alguna manera, el equilibrio ha cambiado”, recuerda.
Según cuenta, su vida con Katia empezó poco antes del confinamiento. “Me enamoré de Katia y viajamos por Francia, España, los Pirineos, acampando en ríos y playas. Un día se estropeó la furgoneta camper en este pueblo y después vino el primer confinamiento así que nos quedamos aquí”, detalla.
Este 2022, Doherty ha vuelto a la creación musical con un álbum que le ha ayudado en su proceso de desintoxicación titulado The Fantasy Life of Poetry and Crime junto al cantante Frederic Lo, al que conoció en 2020.
“Hacía un par de años que no tenía teléfono ni estaba online. Me llegó la noticia de que este tipo quería que hiciera una versión de una canción del cantante francés Daniel Darc. Se llamaba Inutile et hors d’usage, que significa Inútil y agotado”, recuerda en la entrevista. “Me emocioné mucho cuando me lo puso, realmente me impactó. Estaba dejando las drogas duras y sintiéndome realmente jodido. La mejor manera de describirlo para mí es como ser atropellado por un autobús”, señala.