Pescamos en mar abierto, pero ¿cuánto y dónde?
Los humanos llevan pescando desde hace más de 42.000 años en el océano, pero hasta hace poco tiempo se desconocía la magnitud de la actividad pesquera marina a nivel mundial. En las últimas décadas se han realizado esfuerzos importantes para determinarla a partir de la tecnología utilizada por las embarcaciones, como el sistema de posicionamiento geográfico en los barcos de pesca industrial que posibilita a los armadores conocer dónde se encuentran en cada momento. Esta información está siendo utilizada por los investigadores pesqueros para conocer los detalles de esta pesca en océano abierto.
Hace un mes se publicó un estudio sobre las zonas donde pescaban estos buques en las aguas oceánicas a lo largo de cinco años (2012-2016). Estos autores observaron que se pesca en más del 55% de la superficie de los océanos y cinco países, cuatro de ellos asiáticos (China, Taiwan, Japón y Corea del Sur) y España, capturan el 85% del total de la pesca en mar abierto; aunque hay que mencionar que China domina la pesquería mundial, con más de 3.400 barcos de gran tamaño que pescan en una centena de países por todo el mundo. En este estudio se analizaron un total de más de 70.000 embarcaciones, la mayoría de ellas con más de 36 metros de eslora, que concentran sus actividades en el Noreste del Atlántico, Noroeste del Pacífico y en zonas de afloramiento de Sudamérica y oeste de África.
Al analizar los datos correspondientes a varios años se ha observado que los barcos pesqueros pescan menos durante los fines de semana y las fiestas nacionales como el período navideño y Año Nuevo, en especial, las correspondientes al Año Nuevo Chino, que varía cada año entre finales de enero y mediados de febrero. El arte de pesca más utilizado por estos buques es el palangre, que se utiliza en el 45% de la superficie oceánica, que también corresponde a las embarcaciones que realizan los trayectos más largos para buscar los atunes, tiburones y marlines que son las especies objetivo de este arte de pesca.
Uno de los aspectos más positivos ha sido comprobar que la flota oceánica respeta las reservas marinas en mar abierto, y la existencia de extensas áreas que no sufren una presión pesquera importante, por tanto, son áreas consideradas como buenas candidatas para la regeneración de los stocks comerciales.
Se empiezan a conocer con detalle las actividades de los buques pesqueros en océano abierto, que serán cruciales para desarrollar marcos legislativos que permitan la sostenibilidad de los recursos pesqueros del ecosistema más extenso de nuestro planeta.