Persecuciones LGTB en Chechenia
Fue en 2017 cuando supimos lo que podía suceder en plena era industrial: personas perseguidas, torturadas y asesinadas únicamente por su orientación sexual. ¿Y dónde exactamente? En uno de los países más desarrollados del mundo: Rusia. Un país famoso por el ballet, la ópera y la literatura. Ahora sabemos que allí no solo se cometen esos delitos (y también en otros países, incluidos europeos, por el crecimiento de la homofobia), sino que también esos delitos se niegan, se cierran los ojos ante ellos y, además, tratan de silenciar a quienes no se quedan callados para no ser cómplices de estos crímenes.
Porque existe un dicho muy común en muchos países: el silencio es oro. Pero no en este caso. Aquí el silencio es el vehículo para el asesinato, que es inhumano, cruel y absurdo por naturaleza, como todos. Mantenerse en silencio supone convertirse en cómplice de un genocidio, y si no fuera así, sería imposible poner nombre a lo que ha estado sucediendo durante los últimos dos años. Porque el silencio da poder para seguir cometiendo estas atrocidades. Y ahora ha llegado una nueva ola, y con ella, el sufrimiento de personas normales junto a sus familias. Pero esta vez los asesinos son más cínicos, porque disfrutan de su impunidad. Mientras, Putin, en silencio. Eso significa que no tiene problemas con los asesinatos.
En diciembre de 2018 la OSCE publicó un informe avalado por 16 países para la investigación de crímenes en Chechenia. Ese informe se refería no solo a personas LGBT, sino también a todas las maniobras que han realizado las autoridades chechenas para perseguir allí a los defensores de derechos humanos. Esa investigación demostró de forma clara que las autoridades de la región cometen estos delitos sin responder ante nadie ni dar cuenta de ninguna responsabilidad, porque el gobierno ruso no interfiere. Lamentablemente, no todos los países del mundo ni de la Unión Europea se encontraban entre esos 16 países. España tampoco. Hace poco tiempo, eso sí, el Defensor del Pueblo francés, François Croquette, y la Defensora del Pueblo alemán, Barbel Kofler, exigieron públicamente a Moscú que diera explicaciones inmediatas por estos acontecimientos.
Tal vez en Moscú, como ya han hecho antes, finjan ser sordos o ciegos. Pero es importante no callar. ¡No quedarse en silencio! Incluso cuando parece que nadie nos escucha... ¡No puedes quedarte silente! De lo contrario podemos convertirnos en cómplices de una masacre sangrienta.
¿Vamos a quedarnos en silencio también esta vez? ¿Se mantendrá España en silencio una vez más?
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