Aragonès pide "unidad" al independentismo ante la mesa de diálogo e insiste con el referéndum
El presidente de la Generalitat también se ha dirigido a los no independentistas durante su discurso por la Diada.
Unidad antes de la mesa de diálogo y ante la Diada más ‘de bajona’ para el independentismo de los últimos años. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha llamado al entendimiento con una nueva defensa del referéndum, que ve “irrenunciable”.
En el tradicional mensaje institucional del presidente con motivo de la Diada del 11 de septiembre que ha pronunciado desde el recinto modernista de Sant Pau en Barcelona, emitido por TV3, ha valorado el “amplio” consenso político y social “y una mayoría todavía más amplia a favor del final de la represión y de un referéndum”.
Según el líder catalán, “se tiene que traducir, nuevamente, en una alianza entre instituciones, partidos, sociedad civil y ciudadanía para recuperar conjuntamente la iniciativa y para hacer inevitable un referéndum que, para mí, es un compromiso democrático del todo irrenunciable ante el cual no descansaré hasta hacerlo realidad”, ha concretado.
El presidente ha defendido su estrategia para avanzar en el final del conflicto político catalán, la mesa de dialogo acordada con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que Aragonès ha situado recientemente para el jueves o el viernes en Barcelona.
“Catalunya está a las puertas de hacer una cosa que no había conseguido nunca antes: abrir una negociación con el Estado, de gobierno a gobierno, para abordar cómo resolvemos el conflicto”, ha celebrado, y ha recordado que ambas partes asumen que el resultado de la negociación contará con el aval de la ciudadanía a través de una votación.“
En un momento en que sus socios de gobierno ―Junts― han manifestado su oposición a la mesa, aunque participan de ella, y la CUP se opone a ella, Aragonès pide al independentismo confianza y unidad: “Tenemos que unir esfuerzos construyendo confianzas dentro y fuera de Catalunya, ante un proceso lleno de obstáculos que necesitará tiempo, unidad y perseverancia”.
“Hasta hace poco, era del todo impensable que el Estado español reconociera la propia existencia del conflicto político y, pese a las dificultades evidentes, hemos conseguido que el Estado se siente en una mesa de negociación donde el Govern defenderá la amnistía y el derecho a la autodeterminación”, ha defendido el jefe del Ejecutivo.
En su discurso, ha abogado por acudir al espacio de diálogo con el Ejecutivo central “con toda la fuerza” que la ciudadanía muestra en las movilizaciones de la Diada.
El presidente ha insistido en que, según él, el referéndum es la propuesta más inclusiva porque tiene en cuenta tanto a los favorables a la independencia como a los que están en contra: “Un proceso democrático, libre, donde todo el mundo pueda defender su propuesta en igualdad de condiciones y donde todo el mundo pueda hacer oír su voz a través de un referéndum avalado por la comunidad internacional”.
Así, se ha dirigido a quienes no quieren la independencia: “Tenéis un planteamiento político legítimo, que representa una parte importante de la ciudadanía que hay que escuchar y tener en cuenta”, y ha sostenido que con todos ellos puede coincidir en que la mejor manera de tener un futuro compartido es que todas las propuestas se puedan llevar a cabo si cuentan con el aval de la mayoría de la población.
Considera que la manera de conseguirlo es un referéndum en que todas las opciones puedan ganar y todos acepten el resultado: “Por eso, el referéndum es la solución que nos incluye a todos. La que no obliga a nadie a renunciar a defender a sus ideales y, a la vez, nos obliga a todos a hacer una propuesta, una propuesta de país”, y ha reafirmado que la suya es una república catalana, independiente y europeísta.
Aragonès ha finalizado el discurso diciendo que una nación es su gente, una lengua y una cultura comunes, una historia y unas instituciones: “Pero sobre todo son los lazos de fraternidad que hacen que la gente que compartimos la vida en esta parte del mundo seguimos queriendo construir un futuro compartido”.
“La Diada Nacional que conmemoramos mañana es eso: la afirmación colectiva que somos una nación y que somos un solo pueblo. Visca Catalunya lliure”, ha concluido.
Desde el recinto modernista del Hospital de Sant Pau, que ha escogido para hacer este discurso porque acoge un centro de vacunación, ha recordado las víctimas de la pandemia y ha hecho un reconocimiento a los profesionales sanitarios, de residencias y de servicios esenciales.
Ha avisado de que la pandemia seguirá condicionando la vida de la gente, y su voluntad es atender todas las urgencias de la Covid sin olvidar el conflicto: “La crisis no nos tiene que hacer olvidar que los indultos han sacado a los presos y las presas de la cárcel pero no han detenido, ni mucho menos, una represión”.
Es, según él, “una represión que continúa limitando sus derechos, que no resuelve la situación del exilio y que no ofrece una salida a todas las personas represaliadas, pendientes de juicio o perseguidas por el Tribunal de Cuentas”.
“Tenemos la obligación de mostrar todo el inconformismo. De alzar la cabeza y empezar a poner las bases de una nueva sociedad, de un nuevo país que despierte toda su energía, toda su creatividad, todo su talento”, y ha confiado en que la sociedad catalana tiene la fuerza para impulsar las transformaciones que necesita para avanzar.
Ha aludido a las transformaciones socioeconómica, democrática, feminista y también verde para afrontar el cambio climático, ya que “la defensa del medio ambiente y de la biodiversidad tiene que guiar todas y cada una de las decisiones”, en referencia velada a la polémica por la ampliación del Aeropuerto de Barcelona.