Penélope Cruz explica por qué prefiere no trabajar demasiado con Javier Bardem
Hay una razón de peso.
Todos lo saben ha sido la octava película en la que Javier Bardem y Penélope Cruz han compartido pantalla, aunque eso no significa que les guste demasiado hacerlo. O al menos, no les gusta hacerlo con demasiada frecuencia.
Es una de las confesiones que Penélope Cruz ha hecho a la edición estadounidense de la revista Marie Claire, que ha elegido a la intérprete española para protagonizar la portada de febrero precisamente por la llegada de la cinta de Asghar Farhadi a los cines del país.
En el reportaje, en el que habla abiertamente sobre la maternidad y su relación con Bardem, Cruz confiesa que limitar las películas que comparten es una forma de protegerse como pareja. "Obviamente no podemos elegir nuestros papeles sólo por cuestiones logísticas, tipo 'oh, trabajaremos juntos porque es más fácil'. No. De hecho, rodar juntos no es algo que queramos hacer a menudo, en parte porque queremos protegernos", asegura.
Según cuenta, películas como la citada Todos lo saben, Loving Pablo o El consejero —las tres que han hecho desde que se casaron en 2010— tienen su lado bueno y su lado malo. "Por una parte es más fácil, porque conoces a la persona, él te conoce, y la forma de trabajar es muy parecida", explica. "Por otro, la idea de que pase todos los años da miedo. Creo que es mejor hacerlo solo de vez en cuando, a pesar de que hayan sido muy buenas experiencias", confiesa la intérprete, que trabajó por primera vez con Bardem en 1992 cuando rodaron Jamón, jamón de Bigas Lunas.
"O si trabajamos juntos", añade, "no nos gustaría ser siempre una pareja. Por ejemplo, en Todos lo saben, ellos tienen un pasado, pero no están juntos. En Loving Pablo lo son, pero también son una pareja muy diferente y eso ayuda".
En el reportaje, con fotos de Nico Bustos, la actriz también se confiesa sobre lo que ha supuesto para ella la maternidad, de la que raramente habla. De hecho, Cruz y Bardem trabajan duro en que ni Leo (28 de enero de 2011) ni Luna (23 de julio de 2013) aparezcan en los medios.
Tampoco habla de sus hijos en las entrevistas, confiesa para luego asegurar que no le importa que la gente piense que es raro. "Para mí es sagrado", añade antes de encontrar una fórmula para abordar el tema.
Según cuenta, siempre quiso ser madre y asegura que la decisión que más feliz le ha hecho. Si esperó a los 37 años, fue porque quiso hacerlo en el "momento ideal" y con "la persona perfecta".
"Mi vida... ahora es muy diferente. pero es la vida que quise desde que era pequeña. Cuando tenía cuatro o cinco años, ya estaba actuando y los personajes de mis juegos eran madres. En realidad siempre quise ser madre, desde que tengo recuerdos, pero lo hice cuando sentí que era el momento ideal, con la persona correcta".
La maternidad está llena de cosas que le sorprendieron. "Es como una revolución dentro de ti, muy animal", confiesa la actriz para la que su familia es su prioridad. "De repente, todo es diferente. No vuelves a pensar en ti de primera y creo que eso es bueno. Todo ocurre en un segundo".
El problema para Cruz es que la sociedad presiona demasiado a las mujeres. "La imagen que da la sociedad de que tienes que ser una supermujer y que tienes que estar fuera del hospital en 24 horas con tacones. ¡No, tú ya eres una supermujer! Lo somos todas, las que tenemos hijos y las que no", denuncia la actriz.